48 | Tu decides. Solo tu

226 14 12
                                    

TU DECIDES. SOLO TU

Olivia

Apoyo mis antebrazo sobre el inodoro como de costumbre. Me preparo, agarro con fuerza la superficie fría sintiendo como la comida se devuelve por mi garganta, respiro con dificultad, abro la boca, inclino la cabeza, vomito todo.

Al final me he acabado acostumbrando a la sensación, ya no me parece tan honroso como antes.

Me limpio con el papel, y mientras me levanto del cubículo del baño público, sin pretenderlo escucho la conversación de dos chicas que están en el lavabo.

- ¿Vas a la fiesta de mañana? -le pregunta una a la otra.

-Oh si – le asegura la otra – pero tengo un problema me gustaba mucho el vestido violeta que compramos juntas el jueves, ¿te acuerdas?

-Si claro que me acuerdo ese especioso póntelo – le anima la primera.

-El problemas que hemos estado saliendo a comer mucho últimamente y engorado, ya no me queda bien, me hace ver gorda – se queja.

- ¿Qué? Tonterías, Carol tu no eres gorda y es imposible que unos kilos de más te hagan ver mal, además gorda o flaca tienes esa cara, Brandon no se va a resistir.

Escucho una risa, doy por echa que es la de Carol.

-No se y si no le gusto ahora que soy más... que estoy más rellena.

Unos pasos se hacen sonoros, se que son de la chica que no se llama Carol.

-Mírame – dice seriamente- eres una persona preciosa, pero nos solo físicamente si Brandon de verdad te quiere te quera rubia, pelirroja, morena, gorda, flaca y con cualquier cambio, ¿entiendes? – no hay respuesta, me imagino que Carol ha aceptado con la cabeza -bien, ahora enséñame tus vestidos tendré que elegir uno para mí.

-Serás zorra – La voz de Carol suena divertida no como si la estuviera insultando.

Escucho sus risas mientras salen del cuarto de baño, yo no salgo del cubículo hasta que se van.

Me quedo un instante parada frente a unos de los varios espejos, pero no me estoy mirando, mi cabeza repite la conversación de las chicas una y otra vez. Finalmente levanto la vista hacia mi rostro, mis ojos pardos me devuelven la mirada bajo las ojeras que se aprecian pese a la enorme cantidad de corrector, mis pómulos parecen diez veces más marcados que ayer, es como si fuese la primera vez que me viese al espejo, cosa que es prácticamente imposible porque es lo que más hago diariamente, desde siempre.

Pero esta vez es como si fuese distinto, como si yo fuese consciente de todo lo que me estoy haciendo, rozo con el dedo pulgar parte de la mandíbula, es normal que tenga dolor bocal cuando vomitar se conforma en un hecho casual en mi rutina.

Miro nuevamente en el espejo, no me gustado el reflejo que me devuelve la mirada, nunca me ha gustado ¿porque esta vez iba ser distinto?

Inclino mi torso y coloco mis manos debajo del dispensador de jabón, me termino de lavar las manos para echarme agua la nuca. Tiro de lateral del vestido que llevo con agresión, es muy incómodo, además ya empieza a hacer frio para este tipo de vestidos. Pero es bonito, yo tengo que verme bien, igual de preciso que el propio vestido.

Salgo de una vez por todas del cuarto de baño para dirigirme nuevamente a la mesa. Tomo asiento nuevamente frente a ella.

Carla se chupa el kétchup de los dedos como si no estuviéramos en un restaurante con estrellas Michelin, sonrió ella si que es preciosa con esa personalidad tan salvaje, que no concuerda con esa cara tan angelical, casi le queda mal ese comportamiento con eso ojos celestes tan de personas sumisa.

Por que mierda me enamoré de Ti ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora