Estás enferma

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Un gemido salió de tus labios por la sensación de náuseas que subía hacia tu garganta de nuevo.

Eran más de las dos de la mañana. Fuiste interrumpida de tu sueño por un dolor insoportable de estómago. Llevas probablemente diez minutos arrodillada frente al inodoro.

Estás haciendo todo lo posible por quedarte callada y no despertar a Jisoo, que todavía está durmiendo fuera del baño, en su cómoda cama. Pero cuánto más te duele el estómago, peores son tus náuseas y es difícil quedarse callado cuando estás vomitando con tanta fuerza.

Te recostaste sobre el inodoro y la puerta se abrió. La luz se encendió cuando Jisoo entro corriendo. No pregunto si estabas bien, porque era obvio que no lo estabas. Te temblaban las manos, sudabas mucho; tanto que tu camisa estaba bastante húmeda. Parecias y sonabas completamente miserable.

-Oh, t/n. Todo estará bien. Solo déjalo salir- calmo y sostuvo tu cabello hacía atrás con una mano, usando la otra mano para frotar tu espalda en círculos. Ambos se sintieron un poco aliviados cuando terminas de vomitar un momento después. Te acercaste para tirar de la cadena y cerraste la tapa antes de apoyar la cabeza contra la tapa.

-¿Te sientes mejor?- Jisoo susurro suavemente, tratando de ocultar su preocupación para que no te asustaras más de lo que parecías estar. Te encogiste de hombros y te acostaste allí para calmarte y recuperar el aliento.

Jisoo se puso de pie y te dió un poco de agua para beber, antes de tomar un medicamento para quitarte la fiebre, el cual aceptaste con gratitud.
Te pusiste de pie sobre tus rodillas temblorosas. Jisoo te sostuvo mientras te cepillabas los dientes y luego te ayudo a entrar al dormitorio.

Te acostó a los pies de la cama antes de ir al armario a buscar algo para cambiarte, considerando que la camisa que tenías puesta estaba cubierta de sudor.

-Te tengo- dijo suavemente mientras te ayudaba a sentarte. Apenas y tenías fuerzas para levantar los brazos pero lo lograste con su ayuda.

Una vez que te pusiste la camisa limpia y tomaste un poco de agua, ella te ayudo a levantarte sobre las almohadas. Ella acercó el bote de basura hacia a ti, en caso de que vomitaras de nuevo.

Cuando se acostó a tu lado, agradeciste que sus brazos de rodearán con holgura. -¿Cómo te sientes?- ella te pregunto, con su voz suave y tranquila en tu oído, como el toque de su mano mientras te apartaba un poco el cabello de la cara.

-Terrible. Me duele todo y estoy muy cansada.

Por la forma en que sonaste, pensó que probablemente tenías gripe. No sería sorprendente ya que al parecer estaba dando vueltas estos días.

-¿Necesitas que te traiga algo antes de irte a dormir? - Sacudiste la cabeza antes de recostarla contra su hombro.

-Esta bien, entonces, duerme un poco. Estaré aqui si necesitas algo. No dudes en despertarme. - Ella beso tu nuca y ambos cerraron los ojos.

-Te amo, Jisoo. Gracias por cuidarme.

Sentiste su sonrisa mientras apoyaba su cabeza en tu espalda.- También te amo, t/n. Espero que te sientas mejor pronto.

Jisoo Imaginas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora