Jisoo Imaginas

Llamando amiga a mi novia broma

Jisoo suspiró satisfecha mientras te rodeaba con sus brazos antes de besarte la cabeza.

Podías oír el latido constante de su corazón en tu oído mientras apoyabas cómodamente tu cabeza en su pecho, sintiéndote más feliz de lo que te habías sentido en mucho tiempo ahora que tenías algo de tiempo para relajarte y estar con ella.

Apenas estabas prestando atención a la película que se estaba proyectando, ambos estaban demasiado atrapados en el otro como para pensar o concentrarse en otra cosa.

-¿Qué deberíamos hacer cuando termine la película? -Preguntó ella, con voz tranquila y aliento cálido al hablarte al oído.

Te encogiste de hombros, murmurando que no te importaba mientras ella estuviera a tu lado.

De repente, justo cuando empezó a jugar con tu pelo, tu teléfono empezó a sonar.

Jisoo gimió mientras te zafabas de su abrazo para alcanzarlo en tu mesita de noche.

Viste que era uno de tus amigos más cercanos el que llamaba y por mucho que Jisoo no quisiera, contestaste rápidamente.

-¿Hola? -Contestaste alegremente mientras tu novia se sentaba contra las almohadas, haciendo pucheros por no tenerte ya envuelta en tus brazos ni tener tu única atención.

Cogió su agua y casi se atragantó con los sorbos que dio en cuanto te oyó hablar de nuevo.

-¿Ocupada? No, no estoy ocupada en absoluto. Estoy pasando el rato con una amiga, eso es todo.

Jisoo apretó la mandíbula con rabia y dejó su taza antes de mirarte con incredulidad.

-No, puedo hablar.

Frustrada, cogió tu teléfono y habló en él antes de terminar la llamada.

-Ya te llamará.

Dejó el teléfono y cruzó los brazos sobre el pecho.

-Jisoo -frunce el ceño.

-No, no me mires así-. Dijo ella. -Eso no es justo. Tú eres la que contestó al teléfono diciendo que sólo estabas pasando el rato con una amiga. ¿Por qué, T/n?

-Nena, es sólo una broma.

-¡Pues no tiene gracia! -Dijo mientras hacía un mohín de tristeza. -No me gustó eso. Tú eres mi chica, yo soy la tuya, no me gusta escuchar que me llames amiga de nadie. Aunque sólo sea una broma o un chiste, me pone triste. ¿Qué te parecería si le contestara el teléfono a alguien y le dijera que sólo estoy con una amiga? No te gustaría. No cuando estamos tan enamoradas.

-Tienes razón... como siempre-. Suspiraste, acurrucándote con ella. -Lo siento.

-Tus bromas son estúpidas-. Ella refunfuñó y te vio reírse y le fue imposible no sonreír. -Pero te amo de todos modos.

-Yo también te amo-. Dijiste y le picoteaste los labios un par de veces.

-Siento haber colgado tu llamada pero estaba confundida y frustrada-. Ella suspiró mientras te frotaba los hombros y te besaba la cabeza. -Puedes volver a llamarles.

-No, está bien. Quiero pasar mi tiempo contigo.

-De acuerdo-. Sonrió y volvió a rodearte con sus brazos. -No más bromas hoy o jugaré a los videojuegos en su lugar.

-Confía en mí, cariño. No haré más bromas durante un tiempo; lo prometo-. Le aseguraste, besando su cuello cariñosamente, sintiendo cada palabra.