Juegos

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Seguiste hojeando los canales de televisión con aburrimiento. Miraste el lugar vacío en la cama a tu lado, donde se suponía que Jisoo debía estar ahora.

Es su día libre y pensaste que pasarían el día juntas. Sin embargo, cuando ambas se despertaron hace unas horas y después de desayunar juntas, ella dijo que iba a jugar un rato a los videojuegos.

A ti no te importaba. Ella trabaja mucho y se merece jugar también. Se merece algo de tiempo para jugar cuando lo tiene. Se lo ha ganado.

Sin mencionar que tienen todo el día juntas. No te importaba en absoluto que se tomara un tiempo, que se tomara una o dos horas para disfrutar.

Pero el tiempo pasó rápidamente. Una hora se convirtió en dos, dos en tres, y antes de que te dieras cuenta habían pasado cinco horas. Conseguiste ver un par de películas que habías esperado ver en tu tiempo libre. Pero, sinceramente, habrías preferido pasar ese tiempo con tu novia.

Un poco frustrada, apartaste la manta de tu regazo y bajaste las escaleras. La viste en el sofá con el mando en la mano. Sus dientes se hundían en su labio, su mirada era intensa mientras se concentraba en el juego.

-¿Jisoo? -La llamaste mientras te acercabas a ella, y cuando te sentaste a su lado, sólo la viste mirarte de reojo antes de que volviera a mirar la tele.

-¿Qué pasa, nena?

-¿Podemos hacer algo juntas ya?

-Estoy en medio de este juego, nena-, dijo mientras movía sus dedos rápidamente contra los botones.

-Pero ya llevas cinco horas jugando-. Te quejaste y tiraste del dobladillo de su camisa con un puchero. -¿Por favor, Jisoo?

-Claro que sí, pequeña. Sólo dame unos minutos. Déjame terminar esta ronda y luego haremos algo divertido juntas.

-¡Sí! -Animaste con entusiasmo y luego besaste su mejilla. -Te espero arriba. Te amo!

-¡Yo también te amo! -Gritó mientras subías corriendo las escaleras y doblabas la esquina para ir al pasillo de vuestra habitación compartida.

Te metiste en la cama y pusiste una película que sabes que le encanta. Dejaste que se reprodujera para mantenerte ocupada, pero cuando ella se uniera a ti, con gusto la reiniciarías desde el principio para que la disfrutara.

Te cubriste con la manta ya que estabas pasando frío y esperaste pacientemente a que se uniera a ti.

Sin embargo, el tiempo pasó rápido y antes de que te dieras cuenta, ya habías pasado más de la mitad de la película mientras Jisoo seguía con sus juegos.

Te sentiste un poco decepcionada. Volviste a mirar el reloj de la mesita de noche y viste que ya eran casi las cinco.

Te sentiste triste y cansada.

Así que te pusiste de lado, dejando la espalda frente a la puerta, y cuando tus ojos se pusieron pesados ni siquiera luchaste por mantenerlos abiertos. No creías que hubiera ninguna razón para hacerlo, ni nada que esperar para las horas restantes del día.

Rápidamente te adentraste en un plácido sueño mientras Jisoo estaba abajo, sintiéndose un poco frustrada al perder de nuevo la ronda en la que se había atascado en los últimos tiempos.

No parecía que hubiera pasado mucho tiempo. Así que pensó que estarías arriba esperándola y que te abrazaría fuerte y te mimaría con amor y besos.

Apagó la consola y subió las escaleras. Pero se sorprendió al encontrarte dormida cuando llegó al dormitorio. Más aún, se sorprendió al ver que ya eran más de las cinco de la tarde.

¿Adónde había ido a parar el tiempo?

Entonces, se dio cuenta. Se había pasado todo el día jugando y sólo le quedaban unas pocas horas para pasar juntas.
Pero, a decir verdad, no estaba muy segura de que estuvieras dispuesta a ello, ya que debías estar decepcionada porque hoy se había dejado llevar por los videojuegos.

Vio que la manta empezaba a resbalar, así que se acercó a ti y te la subió a los hombros para que estuvieras caliente.

Tus ojos se abrieron y torciste el cuello para mirar a Jisoo mientras se metía en la cama contigo. Pero pusiste los ojos en blanco y te apartaste de ella para intentar volver a dormirte y disfrutar de la siesta.

-Estás enfadada conmigo-. Ella suspiró. -Entiendo por qué. Tienes todo el derecho a estarlo. Siento haber perdido la noción del tiempo. Siento haberme distraído tanto y haberte ignorado. Pero te juro que no fue intencional. Sabes lo mucho que te amo.

-Tal vez, pero amas más tus videojuegos. -Te burlaste juguetonamente mientras te volteabas para mirarla, sólo para que ella sacudiera la cabeza rápidamente y alcanzara tus manos.

-No. No, no lo hago, nunca podría. Te amo mucho, T/n.

-Lo sé. Sólo te estaba tomando el pelo. Sabes que yo también te amo.

Pasó su pulgar por tus nudillos en círculos y dejó caer su frente contra la tuya.

-Creo que deberíamos pasar el resto de la noche acurrucadas, viendo películas con algo de comida para llevar, y quizás besarnos un poco-. Levantó una ceja burlona y tú te reíste antes de robarle unos dulces besos en los labios.

-Mientras pueda pasar tiempo contigo, no me importa lo que hagamos. Sólo te quiero.

-Yo te quiero más, guapa-. Susurró mientras te acercaba para darte otro beso y supiste que habría muchos más por el resto del tiempo que pasaran juntas hasta que se durmieran, y estabas encantada con ello.

Jisoo Imaginas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora