Jisoo Imaginas

La sorprendes en la gira

Animaste a Jisoo y a las chicas mientras estabas entre bastidores, viéndolas hacer su última reverencia y agradecer a los fans por venir a verlas.

Es una de las cosas más bonitas que has visto nunca; estar entre bastidores y asomarte a las cortinas, los palos de luz del público balanceándose de un lado a otro mientras las chicas cantaban y bailaban juntas te calentó el corazón.

Igual de hermosa es la sonrisa de tu novia y el brillo de sus ojos, que aún no se ha borrado. Llegaste hace unos cuarenta minutos y, aunque llegaste más tarde de lo que deseabas, no te importó ver su enorme y hermosa sonrisa.

Han pasado nueve semanas desde la última vez que la viste. Desde la última vez que te abrazó y desde la última vez que sentiste sus labios en los tuyos.

La has echado de menos más de lo que podrías expresar con palabras.

Pero, por suerte, todo eso estaba a punto de cambiar esta noche, y dentro de unos momentos.

Rebotaste la rodilla y trataste de calmar tu corazón que latía con fuerza. Te martilleaba tan fuerte y tan rápido en el pecho que podías oírlo en tus oídos.

De repente, el telón se retiró y las chicas se dirigieron hacia los bastidores. Te apartaste del camino, esperando que ellas, más concretamente Jisoo, te vieran.

Bajaron la cabeza mientras se quitaban los auriculares y entregaban los micrófonos. Chillaban y reían, hablando con entusiasmo de todo lo que ocurría en el espectáculo.

Rosé levantó la cabeza y sus ojos se abrieron de par en par al verte. Le dio un suave empujón a las costillas de Jisoo con los codos, y su sonrisa se amplió aún más de lo que había sido cuando estaba en el escenario hace unos momentos.

-¡Jisoo! Parece que tienes una visita sorpresa.

Jisoo levantó la cabeza rápidamente, mirando a Rosé con las cejas fruncidas. Giró la cabeza y sus ojos se iluminaron al verla allí de pie.

-T/n... ¡estás aquí!

Se acercó a ti y te abrazó. Tú te reíste y la rodeaste con tus brazos, abrazándola con la misma fuerza.

-¡No puedo creerlo! -Ella habló contra tu cuello, besándolo suavemente antes de levantar su frente para dejarla caer sobre la tuya. -Estás aquí.

-Estoy aquí, cariño. Te he echado mucho de menos.

Acarició tus mejillas con suavidad, sus ojos se clavaron en los tuyos. -¿Estás bien?"

-Mejor de lo que he estado en semanas. Sólo cansada por el vuelo.

-¡Bueno, vamos a ponerte cómodo en el camerino! -Sonrió y tomó tu mano entre las suyas antes de conducirte con entusiasmo por el pasillo hasta el vestidor de las chicas.

Te dejaste caer en el sofá y ella se dejó caer a tu lado.

-Estaré contigo un par de semanas, para que lo sepas.

Sus ojos brillaron ante tus palabras, y aún más cuando le sonreíste.

-¡Es increíble! ¡Sé de tantas cosas que podemos hacer juntos mientras estés aquí! Aunque tengamos un montón de programas y entrevistas que hacer, podemos hacer cosas divertidas como algunas cenas románticas y explorar las ciudades que visitemos.

-Me encantaría.

Ella enganchó sus dedos bajo tu barbilla, inclinándose para presionar sus labios sobre los tuyos.

Pero la puerta se abrió antes de que pudiera rozar los suyos con los tuyos y envió una mirada a las chicas.

Se rieron y cogieron una muda de ropa para quitarse los trajes del escenario antes y luego sus teléfonos antes de salir de la habitación, dejándoos a Jisoo y a ti solos un rato.

-Te amo. Estoy tan feliz de que estés aquí. Me siento como si estuviera en casa otra vez. -Habló, rozando círculos a lo largo de tu palma con su dedo. -Porque el hogar es dondequiera que esté contigo.

La atrajiste para darle un beso apasionado y entrelazaste tus dedos con su pelo, esperando que no se alejara pronto.