Se despierta y no estás a su lado

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Ella sabía que ya no estabas en la cama antes de abrir los ojos. Sus brazos se sentían vacíos y fríos sin ti para sostenerla y mantenerla caliente.

No quería salir de la cama, pero sabía que no podría volver a dormirse sin saber dónde estabas. La manta ya estaba a sus pies, como si la hubieras apartado de una patada cuando dejaste la cama. Se levantó de la cama y escuchó cómo sus pies daban palmaditas sobre la alfombra.

-¿T/n? -te llamó mientras buscaba en todas las habitaciones del piso de arriba primero.

Estaba muy cansada. Sus ojos se sentían pesados y sentía que podía volver a acostarse e irse a dormir dondequiera que estuviera.

Pero salió de su letargo cuando sus oídos captaron el sonido de voces procedentes de la planta baja. Enarcó las cejas confundida y bajó los escalones. Un poco preocupada por la procedencia de las voces, subió las escaleras de dos en dos, aunque ahora estaba mucho más despierta que antes.

El alivio la invadió cuando llegó al último escalón y descubrió que sólo era la televisión con el volumen un poco más alto de lo habitual. Giró la cabeza al oírte roncar y fue entonces cuando te vio en el sofá, apagado como una luz con el mando a distancia sobre el pecho y la cabeza echada hacia atrás contra la almohada con los labios entreabiertos mientras los ronquidos escapaban de tu boca.

Intentó arrancar el mando de tus dedos sin despertarte, pero no lo consiguió. Se sintió un poco culpable al encontrar tus ojos abiertos de par en par cuando hace unos segundos parecías estar profundamente dormido.

Una expresión de disculpa apareció en su rostro mientras subía su mano para acariciar tu mejilla. -Siento haberte despertado.

Estiraste las piernas y te encogiste de hombros como respuesta.

-¿Por qué estás durmiendo en el sofá en primer lugar? Nuestra cama es mucho más cómoda. - Ella soltó una risita, y cuando las yemas de sus dedos rozaron tu mejilla sólo pareció hacer que tus ojos se cayeran más, la satisfacción corriendo por ti.

-No podía dormir. La verdad es que no quería despertarte, no después de la semana que habéis tenido tú y las chicas. Así que bajé, puse un programa y supongo que me quedé dormida.

Jisoo se sintió un poco triste al saber que no la despertó. -Para eso estoy aquí, T/n. Para noches como estas en las que parece que no puedes dormir. Podría haber encendido la televisión en nuestra habitación y así podrías haberte quedado en mis brazos.

Le cogiste la barbilla con la palma de la mano. -Lo sé. Lo siento, sólo estaba frustrada.

Ella asintió comprensivamente.

-Volvamos a la cama ahora. Podemos hablar o algo hasta que te vuelvas a dormir.

Te quitó el mando de la mano y apagó la televisión. La habitación estaba muy negra, pero no tenías ningún miedo. No desde que Jisoo estaba a tu lado y rodeó tus dedos con los tuyos. Te ayudó a ponerte en pie y ambos volvisteis a subir al dormitorio.

Cuando volviste a la cama te arrastraste de nuevo a los brazos de tu novia. Ella te besó la frente y dejó que sus labios permanecieran allí durante unos segundos antes de esbozar una sonrisa. Cogiste la manta del borde de la cama y la cubristeis los dos, y luego volviste a apoyar la cabeza en su hombro.

-¿Tienes algo en mente? -Se preguntó. Quería asegurarse de que no había ninguna preocupación en tu mente o que te comiera por dentro. Quería asegurarse de que no había nada que te mantuviera despierto, aparte de que no te sintieras tan cansado.

-No. Estoy bien -moviste tu mano sobre la suya que descansaba sobre tu estómago. -Gracias por preguntar y por preocuparte. Te quiero.

Sentiste que sus labios tocaban tu mejilla y eso te hizo sonreír con sueño.

-En cualquier momento. ¿Estás lo suficientemente cansado como para volver a dormir? ¿O hay algo que necesites para ayudarte?

-En realidad, hay una cosa que me ayudaría mucho -susurraste en la oscura y silenciosa habitación.

-¿Sí? Dímelo. Lo haré.

Siempre te hacía sentir tan bien, tan feliz, saber lo mucho que te quiere y se preocupa por ti.

-Cántame para dormir. No me importa la canción, sólo quiero oír tu voz.

Podías sentir su sonrisa contra tu hombro mientras se inclinaba para dar un suave beso a tu piel. -De acuerdo. Cierra los ojos.

Hiciste lo que te dijo y pronto escuchaste su hermosa voz en tu oído. Empezó a cantarte "stay" y mientras lo hacía, te daba pequeños besos por la piel y dejaba que su pulgar rozara tu palma.

Y mientras te dormías, con una pequeña sonrisa en la cara, sólo podías pensar en lo mucho que la amabas y adorabas.

-Te amo, T/n. Dulces sueños. -Susurró unos minutos después, cuando supo que te habías dormido, de nuevo en sus brazos, donde debías estar.

Jisoo Imaginas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora