Tienes miedo de vomitar

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Jisoo estaba arrodillada detrás de ti, tratando de ocultar la forma en que su corazón se sentía como si se estuviera rompiendo en su pecho con cada uno de los gemidos que salían de tus labios.

Gotas de sudor rodaban por tu piel. Tenías una fiebre que había aumentado bastante en las últimas horas y un dolor de estómago agonizante que no desaparecía. Jisoo sabía que tenías un virus estomacal y que eventualmente te enfermarías. Lo que ella no sabía era cuan fuerte era tu miedo de vomitar.

Ella movió su mano arriba y abajo sobre tu espalda reconfortantemente. Observó tus hombros temblar cuando casi vomitaste, casi. Ella no entendía por qué no te estabas dejando enfermar, pero se dio cuenta de que solo te estabas haciendo sentir peor.

-T/n, solo lo estás empeorando. Solo déjalo salir.

Ella se tranquilizó solo para verte sacudir la cabeza frenéticamente.

-No puedo. Estoy demasiado asustada.

Sentiste sus labios, tocar tu hombro -No tienes que tener miedo. Sé que no es divertido, pero te prometo que estoy aquí contigo. Estás a salvo conmigo. Solo déjalo salir para que podamos volver a la cama y puedas dormir un poco.

Soltaste un suspiro tembloroso cuando sentiste ese sentimiento demasiado familiar, no lo combatiste. Esta vez hiciste lo que dijo Jisoo y dejaste que tu estómago se vaciará solo. Aunque te estabas asustada y temblando, te sentías segura, reconfortada con Jisoo a tu lado.

Todo el tiempo ella susurró palabras de consuelo en tu oído y te dio pequeños besos en el hombro o en la parte posterior de tu cuello hasta que finalmente terminaste solo unos largos y agonizantes minutos después.

Cerró la tapa del inodoro y apoyó la frente contra el suave cojín. Cerraste los ojos y te tomaste un minuto para recuperar el aliento.

Jisoo se acercó a ti y tiro de la cadena.

-¿Te sientes mejor?

Asentiste débilmente en respuesta. Jisoo se puso de pie y te trajo un poco de agua. Coloco la taza junto a tus labios y tomaste unos sorbos antes de volver a recostar la cabeza. Jisoo movió un cabello que caía de tu cola de caballo desordenada y lo colocó detrás de tu oreja.

-¿Bebé? Vamos a cepillarte los dientes y luego volvamos a la cama.

Te sentías débil y temblorosa y tus rodillas casi cedieron debajo de ti, pero, Jisoo estaba allí para atraparte. Te abrazó mientras te cepillabas los dientes prestando especial atención a tu lengua para quitarte el repugnante sabor de la boca.

Te enjuagaste la boca y te sacaste la barbilla con una toalla antes de darte vuelta y apoyar la frente en el hombro de Jisoo.

-Eso fue terrible.

Ella simplemente asintió con la cabeza y beso tu coronilla.

-Lo sé. Pero estás bien. Te tengo. Ahora, vámonos a la cama. Tal vez te sientas mejor luego de descansar un poco

Ella te ayudo a entrar al dormitorio. Te sentaste en el borde de la cama mientras Jisoo buscaba rápidamente en el armario otra camisa limpia para que te la pusieras, ya que la que tenías puesta estaba empapada de sudor.

Ella agarró una de sus camisetas de Blackpink y te vio esbozar una pequeña sonrisa mientras la sostenía. Usas la pica fuerza que te quedaba para levantar los brazos y que ella pudiera ayudarte a quitarte la camisa vieja y ponerte la nueva.

Te acercaste a las almohadas y apartaste las sábanas para que Jisoo se metiera en la cama a tu lado. Ella estuvo a tu lado en un instante y su brazo se envolvió holgadamente sobre tu estómago mientras hundía su rostro en el hueco de tu cuello.

-¿Estás bien?

Tomaste una respiración profunda y luego la dejaste ir.

-Sí, creo que estoy bien.

-Bueno- ella besó tu cabeza. - Pero, sabes que estoy aquí si necesitas algo, ¿verdad?- asentiste con la cabeza- Duerme un poco, bebé.

-Gracias, Jisoo. Por estar aquí para mí.

Ella sonrió un poco y cerró sus propios ojos, sintiéndose bien ahora que sabe que estás bien.

-Siempre estaré aquí para ti.

Jisoo Imaginas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora