Jisoo sintió un tirón en el corazón cuando escuchó los gemidos salir de tus labios. Tenías un aspecto miserable mientras ella se acostaba a tu lado en la cama con cuidado, para que el movimiento repentino no te hiciera sentir peor.
Tenía la fuerte sensación de saber por qué te sentías tan mal. No parecías admitir que te sentías mal, pero ella sabía que antes te sentías bien, antes de ir a ese nuevo restaurante de la ciudad. Ha recibido una mezcla de críticas; algunas buenas, otras no tan buenas, pero ninguna que dijera que alguien había estado enfermo. Como eran curiosos y les entusiasma probar cosas nuevas, los dos acordaste que necesitaban un cambio de ritmo y probar algo nuevo.
Sin embargo, ahora se arrepiente.
Con cuidado, dejó caer su mano sobre tu espalda. La frotó suavemente y, aunque sabía que no te sentías muy bien, pudo notar que su tacto aún te reconfortaba.
-¿Estás bien? ¿Necesitas algo?
Negaste débilmente con la cabeza. -No, gracias. Sólo quiero dormir. -Murmuraste y trataste de ponerte un poco más cómoda de lado, pero moverte sólo te hizo sentir peor.
-Está bien. Sólo recuerda que estoy aquí si necesitas algo. -Dijo y te besó la mejilla. No tenías calor, pero tu piel se sentía ciertamente húmeda por el sudor que se acumulaba en tu piel. Estaba preocupada y aunque apagó la luz, sabía que ninguno de las dos iba a dormir.
Cerraste los ojos y pusiste la mano en tu dolorido estómago. Intentaste respirar profundamente, esperando que eso ayudara a que desapareciera la sensación de malestar que seguía subiendo. Pero cuanto más tiempo permanecías allí, peor te sentías.
Te sentaste lentamente en la cama y Jisoo hizo lo mismo. Todas las posturas te producían malestar.
Jisoo te frotó la espalda. Frunció el ceño, dispuesta a preguntarte qué podía hacer para que te sintieras mejor, pero antes de que tuviera la oportunidad te apresuraste a salir de la cama y a correr hacia el baño.
Jisoo estaba, por supuesto, justo detrás de ti. Había cogido una goma de pelo de la mesa junto a su lado de la cama y te ató el pelo hacia atrás. Su corazón se hundió en lo más profundo de su pecho mientras vomitabas, tu cuerpo desesperado por deshacerse de la comida que te había sentado tan mal.
De alguna manera, a través de sus preocupados y acelerados pensamientos, encontró su voz y las palabras que sabía que te reconfortarían.
-Está bien, T/n -te susurró al oído. -Estoy aquí contigo. Estarás bien.
Ella frotó tu espalda y tus hombros, las uñas aplicando una ligera presión sobre tu piel que parecía calmar tu propia mente.
Siguió consolándote mientras seguías enferma hasta que ya no quedaba nada en ti. Caíste de espaldas a ella, con la cabeza apoyada en su hombro mientras tu espalda caía sobre su pecho. Ella te envolvió en sus brazos. Estabas temblando ligeramente, pero te consolaste en su abrazo; como siempre.
-¿Estás bien? -preguntó mientras te daba un beso en la mejilla. -¿Te sigue doliendo el estómago? ¿Todavía te sientes mal?
Te encogiste de hombros y dejaste pasar un momento de silencio y quietud. Te concentraste en el roce de su mano a lo largo de tu columna vertebral y en la sensación de sus labios rozando tu hombro o tu mejilla en un intento de tratar de calmarte.
Y cuando pasaron unos minutos más sin que volviera la nasuea, te sentiste aliviado. El dolor de estómago seguía ahí, aunque había disminuido desde que vomitaste.
-Creo que ya estoy bien -susurraste. -¿Podemos ir a la cama? Por favor. Estoy muy cansada y agotada.
Ella asintió. -Por supuesto.
Se puso de pie y luego te ayudó a ponerte de pie lentamente. Te lavaste rápidamente los dientes y volviste a la cama. Cuando volviste a estar bajo las sábanas, Jisoo te abrazó. Su agarre era flojo y se aseguró de no tocar tu estómago; por si acaso.
-Me alegro de que te sientas mejor. Ahora yo también me siento mejor.
Era cierto. Verte tan enferma, tan incómoda, siempre hace que su mente se vuelva loca. Le resulta difícil dormir cuando sabe que no puedes o no estás bien. Así que, ver que te sientes mejor ahora la tranquiliza.
-A mí también. Gracias por cuidarme.
Se dio cuenta de que te estabas durmiendo. Tus palabras fueron murmuradas, pero aún así dulces.
-Siempre- .Ella dijo. -Buenas noches, T/n. Duerme bien.
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Jisoo Imaginas
FanfictionLibro de Imaginas de Jisoo x lectora femenina. Autora: @gayforddlovato