No te sueltas cuando te abraza

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Te pusiste de puntillas en el aeropuerto, mirando a todos lados para esperar y ver a Jisoo atravesar las puertas en cualquier momento.

Después de tres largos meses separados, por fin vuelve a casa. Sabes que tiene tantas historias emocionantes que contarte y tantos momentos maravillosos que compartir contigo y apenas puedes esperar un minuto más.

Estabas a punto de sacar el teléfono del bolsillo trasero para ver si te había enviado algún mensaje cuando oíste unos gritos de emoción procedentes de unos cuantos fans que estaban cerca. Sabías por ese sonido que ella estaba allí, o, al menos, lo estaría pronto.

Miraste para encontrar a Jennie y Rosé caminando hacia ti. Cuando se dieron cuenta de tu presencia, te enviaron grandes y brillantes sonrisas y estabas a punto de correr hacia ellas y preguntarles cómo habían estado cuando viste que Jisoo y Lisa se acercaban a ti.

Tus ojos se encontraron con los de ella y se congeló en sus pies. Pudiste ver esa hermosa sonrisa tirando de sus labios y viste cómo se le iluminaban los ojos.

Empezó a correr un poco, con cuidado de no estorbar a nadie ni chocar con nadie que pasara por allí. Arrastraba la maleta y las bolsas con ella, pero cuando estuvo cerca de ti las dejó caer al suelo junto a sus pies y te abrió los brazos para que corrieras hacia ella.

Le rodeaste el cuello con los brazos y te reíste cuando te hizo girar. Su cálido aliento se abanicó contra tu mejilla antes de que sus labios tocaran tu piel y tarareó satisfecha antes de decir:

-¡Te he echado tanto de menos!"

Ella fue a ponerte de pie, pero tú sólo apretaste tus brazos alrededor de ella y rodeaste su cintura con tus piernas. Con la cara hundida en su cuello, respiraste el dulce olor de su perfume. Era familiar y muy reconfortante.

-Supongo que tú también me has echado de menos. -Se rió mientras te rodeaba la espalda con sus brazos para mantenerte cerca y segura en su abrazo. -A juzgar por el hecho de que no me dejas ir. -Se burló, pero se notaba, sólo por su voz, que no se quejaba en absoluto.

-Te he echado mucho de menos. -Dijiste y ella enterró sus labios en tu pelo, depositando besos en la coronilla de tu cabeza.

-Yo también te he echado de menos, mi amor. -Ella sonrió. -¿No vas a dejarme ir?

-No.

Exhaló un suspiro, pero oíste la risa que brotó de sus labios y sentiste ese salto en los latidos de su corazón. A ella no le importaba. Porque al igual que tú, viviría ese momento contigo para siempre si pudiera; y no se iba a alejar hasta que lo hicieras.

-Te quiero. Estoy tan feliz de que estés en casa. -Susurraste contra su cuello y tu cálido aliento y tus dulces palabras enviaron un cosquilleo a lo largo de su piel.

-Estoy feliz de estar en casa contigo, nena. Las giras son siempre una experiencia inolvidable e indescriptible, pero te he echado de menos; he echado de menos momentos como estos contigo. En los que sólo puedo abrazarte y sentir cada uno de los latidos de tu corazón. Te amo.

-Te amo mucho más.

Se aferró a ti con más fuerza y disfrutó de cada segundo de cada momento que pudo pasar contigo de nuevo.

Jisoo Imaginas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora