Descubrir su miedo a las alturas

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-¡Oh, Jisoo! ¿No parece divertida esa montaña rusa? -le preguntó entusiasmada a Jisoo mientras estaba de pie frente a las puertas de la feria, observando cómo la gente de la atracción salía disparada hacia el aire.

El corazón de Jisoo se desplomó cuando se dio cuenta de la altura a la que llegaba, por lo menos cerca de cien mil pies del suelo, lo cual era aterrador.

-¡Deberíamos subir ahí!

Se quedó boquiabierta ante su sugerencia.

Llevan un par de meses juntas y fue su idea de pasar un día en la feria, ya que los deliciosos aperitivos y los divertidos juegos para jugar sonaban muy divertidos.

Pero las montañas rusas... no tanto.

Todavía no te ha hablado de su miedo a las alturas. Simplemente no había surgido.

Ahora estaba a punto de decírtelo porque la sola visión de la atracción le revolvía el estómago.

-No sé nada de eso, mi amor-. Dijo mientras escuchaba como la atracción se detenía mientras todo el mundo se bajaba y la gente de la pequeña fila esperaba para subir.

-Por favor... ¡Será tan divertido! Podemos hacer lo que quieras después, ¡lo prometo!

Sabía que con la forma en que la mirabas, no tenía ninguna posibilidad de decirte que no, a pesar de lo aterrorizada que se sentía.

Pero pensó que podría manejarlo, por ti.

-De acuerdo-. Ella aceptó y tú la tomaste de la mano con entusiasmo para subir a la atracción.

Una vez que te abrocharon el cinturón de seguridad y tiraron de la manivela, Jisoo observó cómo terminaban de hacer lo mismo con todos los demás antes de volver a su puesto para pulsar el botón rojo.

Unos segundos más tarde, comenzaste a moverte y el corazón de Jisoo comenzó a latir con fuerza en su pecho.

Todos los demás aplaudían mientras tú te limitabas a mirar a tu alrededor con entusiasmo y Jisoo se esforzaba por superar la ansiedad que sentía sin decírtelo, demasiado temerosa de hacerte sentir mal.

Cerró los ojos, pero cuando la atracción se disparó en el aire, gritó con fuerza y no era de adrenalina ni de emoción, lo supiste enseguida.

-¿Jisoo? Cariño, ¿estás bien?

Ella negó rápidamente con la cabeza.

-No. -Dijo mientras intentaba respirar profundamente, sólo para que otro grito saliera de sus labios mientras todos bajabais un poco, sólo para salir disparados de nuevo.

-¿Qué pasa, mi amor? Mírame.

-¡No! ¡No, no puedo mirar!

-¿Qué? ¿Por qué no? -Preguntaste mientras empezabas a sentirte ansiosa por verla tan asustada.

-Porque podría desmayarme o vomitar... o ambas cosas-. Ella dijo. -Me dan miedo las alturas... mucho miedo.

-¿Por qué no me lo dijiste? -Preguntaste conmocionada. -Jisoo, nunca hubiera pedido venir a esta atracción. Podríamos haber ido al paseo de la taza de té en su lugar.

Ella soltó una pequeña risa antes de abrir los ojos un poco, sólo para cerrarlos una vez más cuando os bajaron, sólo para ser levantados de nuevo.

-¡Odio esto! -Dijo con pánico mientras se aferraba a la manivela para salvar su vida, agarrándola con tanta fuerza que sus nudillos se volvieron pálidos. -¡No puedo hacerlo! Tengo que bajarme.

-Jisoo, cariño, escúchame. No podemos bajarnos hasta que termine el viaje. Lo siento mucho, pero no tardará mucho. Sólo trata de respirar. Todo está bien.

Te sentiste realmente mal por haberle pedido que viniera a este paseo contigo.

-Ojalá me lo hubieras dicho. Me siento fatal por esto.

-No es tu culpa, T/n. Sé que debería haber dicho algo, pero vi lo emocionada y esperanzada que parecías por venir a esta atracción y no pude decir que no.

-Pero me habría parecido bien que dijeras que no. Porque tienes miedo y eso es algo que no puedes controlar-. Dijiste mientras ponías tu mano sobre la de ella.

-Lo siento mucho-. Dijieron las dos a la vez, haciendo que una risita saliera de tus labios y de los suyos sólo unos segundos después.

-No voy a abrir los ojos pero supongo que no es tan malo ya que te tengo a mi lado-. Dijo con un ligero matiz de alivio en su voz y tu corazón dio un vuelco.

-Se acabará pronto, lo prometo.

-Vale, pero no me sueltes la mano. Por favor.

Negaste con la cabeza y la agarraste un poco más fuerte.

-No lo haré. Lo prometo.

Fueron unos minutos aterradores en los que tuviste que calmarla y consolarla, pero pronto el viaje llegó a su fin y por fin pudiste bajar.

-Oh, tierra-. Exhaló aliviada. -No volveré a subirme a otra montaña rusa nunca más.

-No te preocupes, cariño. No te lo pediré-. Le aseguraste y ella te besó la mejilla.

-Pensé que iba a vomitar desde el momento en que nos desmayamos. Al menos no lo hice.

Sacudiste la cabeza con una carcajada y ella no tardó en unirse, el contagioso sonido hizo que tu corazón se hinchara de amor.

-¿Qué hacemos ahora? Tú eliges.

-Cualquier cosa menos otra montaña rusa-. Dijo con una risita mientras te rodeaba con su brazo y te acercaba.

-¿Entonces eso es un no a la noria? -Bromeaste y ella asintió más rápido de lo que nunca habías visto.

Le diste un suave beso en la mejilla y ella no pudo evitar sonreír mientras te miraba con adoración mientras tú echabas un buen vistazo a tu alrededor para decidir qué hacer a continuación, haciéndola sentir agradecida de que si tenía que pasar por esa alta atracción, te tuviera a su lado en todo momento.

Jisoo Imaginas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora