Jisoo Imaginas

Sudaderas oversized

—Hola, cariño—. Jisoo te saludó felizmente mientras entrabas a la casa.

Estaba acurrucada debajo de una manta en el sofá, mirando uno de sus programas favoritos mientras disfrutaba de su día libre.

Aunque tiene que admitirlo, hubiera sido mucho mejor si hubieras estado a su lado.

Sin embargo, no podíad tener el día libre en el trabajo.

Sabías desde el momento en que saliste por la puerta que iba a ser un día largo y duro.

Pero fue aún más difícil y agotador de lo que esperabas.

—¿Que tal tu día?—. Preguntó mientras tomaba el control remoto para bajar el volumen de la televisión.

—Brutal—. Tú dijiste. —Simplemente no fue fácil.

—Lo siento, mi amor. ¿Hay algo que pueda hacer para que te sientas mejor?

—Algunos abrazos estarían bien—. Respondiste y ella te sonrió brillantemente antes de quitarse la manta de su cuerpo.

—Vamos entonces. Te voy a dar muchos abrazos—. Ella dijo.

Eso sonó maravilloso para ti.

Así que te quitaste los zapatos y caminaste hacia ella antes de que se te ocurriera una idea.

Te diste cuenta de que Jisoo llevaba una sudadera oversized.

Si te metieras debajo, podrías estar aún más cerca de ella.

Así que hiciste exactamente eso.

En lugar de acercarte y acurrucarte a su lado, te acostaste sobre ella y te deslizaste debajo de su sudadera antes de sacar la cabeza por el agujero.

Jisoo se rió de ti y arregló tu cabello desordenado.

—¿Qué estás haciendo, linda?

—Solo quiero estar cerca de ti—. Tú dijiste. —Pensé que esto nos acercaría más. Pero si te sientes incómoda por alguna razón, puedo simplemente abrazarte.

—Para nada, cariño. Me gusta—. Ella sonrió y comenzó a pasar sus dedos por tu espalda. —Es lindo.

Pusiste tus labios sobre ella para darle un suave beso y luego te apartaste para apoyar tu cabeza en su hombro.

—Esto me gusta mucho—. Tu hablaste. —Me ayuda a estar cerca de ti, incluso más cerca de lo habitual.

—Lo sé, estoy feliz de que lo hayas hecho—. Ella sonrió mientras envolvía sus brazos alrededor de ti. —Supongo que compraré más sudaderas oversized para que podamos seguir estando cerca de esta manera.

—Amaría eso—. Dijiste mientras abrías los ojos y mirabas los de ella.

Los de ella brillaban mientras miraban a los tuyos y cuando tomaste su mano entre las tuyas, se iluminaron aún más.

—¿Te sientes mejor?

—Esto está ayudando. Tú estás ayudando—. Dijiste mientras cerrabas los ojos. —Pero eso no significa que quiera dejar de abrazarte de esta manera.

—Oh, cariño, no me gustaría que lo hicieras. Me gusta esto. Eres tan cálido y acogedor. Podría abrazarte cerca para siempre—. Dijo mientras te apretaba fuerte.

Enterraste tu rostro en su cuello con una sonrisa, encontrando consuelo y seguridad en su abrazo y su sudadera con ella.

—¿Te estás quedando dormida?—. Preguntó cuando vio que te estabas quedando callada y quieta.

—Sí.

—Está bien—. Dijo mientras continuaba aferrándose a ti, ambas apreciando todos y cada uno de los momentos como este.