Jisoo Imaginas

Broma de ruptura

Te sentaste a los pies de la cama, mirándote los dedos en el regazo y jugueteando con ellos mientras Jisoo subía rápidamente las escaleras hasta vuestra habitación compartida. Pronunció tu nombre un par de veces y estaba a punto de caérsele de la punta de la lengua una vez más hasta que se paró en la puerta y te vio en la cama.

-Ahí estás -exhaló un suspiro de alivio, pero fue demasiado pronto para hacerlo. Porque junto a tus pies, vio un par de tus bolsas y al otro lado de la habitación estaba tu maleta. Había ropa tirada por el suelo, un par de ellas sobresalían de tu maleta sin cerrar.

-¿T/n...? -Susurró mientras se acercaba y tomaba asiento a tu lado. -¿Por qué tienes las maletas hechas? ¿Vas a algún sitio? -Preguntó con curiosidad y aunque intentaba que no se notara, se estaba poniendo nerviosa. Su corazón empezaba a latir con fuerza en su pecho y su mano estaba un poco temblorosa cuando trató de agarrar la tuya.

-Jisoo -susurraste con tristeza y te giraste para mirarla. Tomaste sus manos y respiraste profundamente, observando cómo se mordía el labio inferior con nerviosismo. -Creo que deberíamos separarnos un tiempo.

Tan pronto como las palabras salieron de tus labios, ella soltó los suyos de tus dientes. Tembló y parpadeó rápidamente para contener las lágrimas que se acumulaban en sus ahora tristes ojos marrones.

-¿De qué estás hablando? Como... ¿romper?

Asentiste con la cabeza y miraste tus manos entrelazadas. Pero volviste a mirarla cuando la oíste respirar entrecortadamente.

-No. No lo entiendo. ¿Qué he hecho?

La pregunta te partió el corazón en dos, casi tanto como el sollozo que salió de su boca.

-No has hecho nada.

-¡Entonces no te vayas! -Suplicó, con los labios todavía temblorosos. Te rodeó con sus brazos y enterró su cara en tu cuello. Sentiste su cálido aliento y sus lágrimas en tu piel. Su respiración era inestable, jadeante por el nerviosismo. -Te amo tanto. Eres la única que quiero, T/n. -Habló mientras levantaba la cabeza de tu cuello.

Sus dedos temblaron ligeramente mientras ahuecaba tus mejillas y dijo:

-Eres mi otra mitad. Me haces mejor. No sé qué hacer sin ti. Sea lo que sea lo que ha pasado, por favor, dímelo. Lo arreglaré. ¿Algún comentario bajo tu piel? ¿O es que he estado más ocupado en el estudio últimamente? Lo arreglaré. Lo arreglaré todo ahora mismo. Sólo... no te vayas. Por favor, no me dejes. Te necesito. Te amo.

Te quebraste en ese momento. Sacudiste la cabeza y maldijiste en voz baja, dándote una patada por hacer una broma que dejó a tu novia llorando.

-No me voy a ir. Nunca me voy a ir.

Ella dejó caer su frente sobre la tuya y apretó los ojos.

-¿Por qué dijiste que te ibas entonces?

Respiraste profundamente y dijiste:

-Era una broma.

Sus ojos se abrieron de par en par antes de llenarse de una mirada de tristeza.

-¿Por qué me has gastado una broma así? ¡Eso fue muy malo! Pensé que te ibas de verdad. -Se burló y trató de levantarse, pero no llegó muy lejos antes de que la rodearas con tus brazos y la llevaras de vuelta a la cama.

Intentó no reírse mientras le hacías cosquillas en los costados y trató de que no se notara que estaba un poco aliviada de que sólo fuera una broma.

Se dejó caer en la cama y tú te cercas a ella. Te empujó los hombros y giró la cara cuando intentaste besarla.

-No. ¡Estoy enfadada contigo!

-Lo sé, cariño. Lo siento mucho.

-¡Realmente heriste mis sentimientos! Me has asustado de verdad, T/n. Pensé que hablabas en serio. -Ella hizo un puchero mientras te miraba de nuevo.

Te inclinaste para besarla y te alegraste cuando te dejó hacerlo.

-Lo siento, mi amor. Nunca quise herir tus sentimientos. No sé en qué estaba pensando, pero sé que lo siento mucho y que no volveré a hacerlo.

Ella asintió con la cabeza lentamente y dejó que la besaras por última vez antes de que tu frente cayera sobre la suya.

-Te quiero de verdad, T/n. Por favor, nunca me dejes.

-Nunca, Jisoo. -Hablaste, besando su frente de forma persistente. -Nunca te dejaré. Te quiero demasiado para hacer eso.