Jisoo Imaginas

Te sonrojas fácilmente cuando la abrazas

—Siéntate y ponte cómoda. Regresaré en un minuto—. Jisoo sonrió mientras tomabas asiento en su sofá.

La viste entrar a la cocina mientras te acomodabas y esperabas pacientemente a que regresara, lo cual hizo un momento después.

Tenía algunos bocadillos en sus manos y la sonrisa más brillante en su rostro cuando sus ojos se encontraron.

Dejó todo sobre la mesa y luego se sentó a tu lado.

—Estoy tan feliz de que pudiéramos pasar algo de tiempo juntas esta noche—. Ella dijo.

—Yo también. Te he extrañado.

Sus ojos brillaron y su sonrisa se hizo un poco más grande cuando las palabras salieron de tus labios.

Aún están en las primeras etapas de su relación.

Han estado juntas durante aproximadamente un mes y medio, pero no han podido pasar tanto tiempo juntas como lo harían la mayoría de las parejas en ese período de tiempo ya que ella ha estado muy ocupada.

Pero esta noche todo eso cambia porque finalmente tiene algo de tiempo libre y planea pasar todo lo que pueda contigo.

—Yo también te extrañé—. Dijo mientras tomaba tu mano entre las suyas. —Toma. Pon una película, la que quieras.

Ella te entregó el control remoto y rápidamente encontraste algo que ambas disfrutarían.

Lo dejaste sobre la mesa y luego te recostaste en el sofá.

Pero después de un momento, comenzaste a temblar un poco y Jisoo lo notó de inmediato.

—¿Tienes frío, bebé?

Asentiste.

Agarró la manta del respaldo del sofá y la puso sobre tu regazo antes de abrazarte.

—Vamos a acurrucarnos—. Ella sonrió. —Estabas demasiado lejos y puedo ayudarte a entrar en calor.

Ella pasó sus manos por tus brazos mientras los frotaba.

Tus mejillas se estaban poniendo rojas por sus palabras y ella lo notó mientras besaba tu frente prolongadamente.

—¿Por qué te sonrojas?—. Ella se rió mientras te miraba.

Te encogiste de hombros con timidez.

—¿Estás más abrigada, niña bonita?— Ella preguntó. —¿Necesito abrazarte más y más cerca?

De nuevo te sonrojaste.

—¿Te estás sonrojando más?

—Tal vez—. Respondiste en voz baja y tímida.

—Así es. ¡Tus mejillas están tan rojas como un tomate!—. Ella se rió y movió una de sus manos hacia abajo para hacerte cosquillas en los costados. —Eres tan linda!

—Detente—. Te reíste y te retorciste en sus brazos.

—Mi linda y dulce niña—. Ella sonrió antes de besarte la cara. —No tienes que ser tímida, ¿de acuerdo? No necesitas sonrojarte tanto. Solo soy yo.

—Lo sé, es por eso que me sonrojo tanto. Me has abrazado antes y cada vez que lo haces, me sonrojo tan fácilmente. No puedo evitarlo.

Ella simplemente sonrió mientras te escuchaba hablar y te miraba a los ojos.

—Realmente me gustas, T/N—. Ella susurró.

—A mí también me gustas mucho, Jisoo.

Ella se inclinó y robó un beso de tus labios.

—Creo que es lindo cuando te sonrojas—.  Dijo mientras ponía su frente contra la tuya.

Tus mejillas se pusieron rojas una vez más y ella se rió alegremente antes de acercarte más.

—Ven aquí, cariño.

—No me dejes ir—. Susurraste mientras te acurrucabas lo más cerca que podías de ella, sintiéndote cálida y contenta en su abrazo.

—No lo haré. Lo prometo.