Capítulo 40: Desconfianza

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Ewelein no se equivocaba, Miiko ya había mandado a avisar para una reunión general. Así como llegamos a la sala de cristal tuvimos que salir para acompañar a toda la guardia Brillante a dar el anuncio.

En cuanto todos llegaron, Miiko comenzó a hablar y le temblaba la voz, incluso tenía los ojos rojos. 

Miiko: Bueno... Como muchos de ustedes han escuchado, los rumores son ciertos. Naytili se escapó del C.G. y dejó una muerte a su paso... Esta víctima fue... Anya... integrante de la guardia obsidiana...

Varias personas se deshicieron del dolor. No pudimos evitar escuchar los murmullos de todo mundo.

Miiko: Sé que Anya era para muchos de ustedes una querida amiga... era así mismo un miembro admirable de esta guardia y su muerte es una gran pérdida para este CG. Lamentamos sinceramente que las cosas hayan acabado así de mal.

???: ¿"Así de mal"? ¡¡¡Fue asesinada!!!

Miiko: Sí... por una enemiga mucho más fuerte de lo que pensábamos... tomo toda la responsabilidad por este error de juicio.

¡¡¡: ¿¡Por qué no eliminaron esa amenaza?! ¿¡Por qué pusieron en juego la seguridad de los habitantes?!

Miiko: Como ya les he dicho, juzgamos mal el poder de nuestra enemiga... y pensábamos que, tras el enfrentamiento, todo peligro podía ser descartado. Asumo totalmente ese error.

Miiko avanzó a través del gentío, a pesar de las miradas que se dirigían a ella cargadas de ira.

Miiko: Cendoc, te presento de nuevo mis disculpas. Sé muy bien que mis palabras no te devolverán a tu hermana y entiendo que el odio habite en tu corazón para siempre.

Cendoc parece prisionero de la pena y no consigue hablar. Pobre...

Miiko: No sé qué más decirte para aplacar tu pena. Solo me gustaría que me creyeses. Nunca pensé que la situación pudiese llegar a este punto...

Bloqueado en un silencio absoluto, Cendoc bajó la cabeza en signo de aceptación. Miiko lo abrazó a pesar de los murmullos de cólera del gentío.

Sé que pidió que no nos metiéramos, pero no puedo quedarme al margen mientras veo cómo los demás la odian. 

_____________: La muerte de Anya es una fatalidad que afecta a todo el C.G., pero no debe ser ningún motivo para que la guardia Brillante y la guardia de Eel nos separemos. Ustedes son los civiles que juramos proteger, Anya, al convertirse en miembro de la guardia, hizo la misma promesa que nosotros. Ella murió cumpliendo su deber y ahora debemos rendirle honor.

Huang Hua: Así es. Si Cendoc nos lo permite, organizaremos un velatorio esta noche y la enterraremos para que pueda unirse a las estrellas y seguir su camino en el círculo infinito de la vida. 

Sin mucha sorpresa, nuestras palabras dieron en el blanco y las lágrimas reemplazaron los murmullos de enfado. El gentío se dispersó poco a poco.

Cendoc accedió a que nos hiciéramos cargo del funeral de su hermana. Por lo que el día fue muy pesado.

Finalmente tuvimos todo listo y el velatorio tuvo lugar por la noche como estaba previsto.

En cuanto empezó la ceremonia, Cendoc se preparó para dar un discurso. Me puse al lado de Cameria y la apoyé, sé que la muerte de Anya la destrozó, era su mejor amiga. 

Cendoc: Gracias a todos los que están aquí... Sé que muchos no conocían realmente a mi hermana, pero... Ella amaba la vida, desde pequeña se entrenaba para algún día entrar a la guardia Obsidiana y... proteger a todos los inocentes...

Eldarya Aengel PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora