Capítulo 92: Traición tras traición

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Dejé que Mathieu entrase en la sala de cristal y yo entré a continuación.

Miiko estaba acompañada de Huang Hua y Jamón. Debían de estar haciendo un balance del informe de Nevra, Karenn y Chrome.

Jamón: Jamón estar contento de que Leiftan no estar herido. Pero deber desconfiar. Templarios ser peligrosos. Ellos no tener nada que perder. Tener Leiftan ser única baza para negociación. Probablemente sentirse acorralados. Mantener doble vigilancia. 

Miiko: Estoy de acuerdo contigo. Voy a pedirle a cada jefe de guardia que despliegue a sus centinelas. Temo que hagan un último intento desesperado.

La jefa de guardia giró la cabeza al oírnos acercarnos. 

Al verme acompañada de Mathieu, debió comprender perfectamente a qué veníamos. Nuestras miradas se encontraron y asentí levemente. 

Dejó escapar un suspiro de desánimo, mientras se llevaba los dedos a los ojos. 

Miiko: _____________, Mathieu. Supongo que no están aquí para traernos buenas noticias.

El joven negó con la cabeza.

Jamón se giró hacia Miiko. No entiende qué ocurre.

Jamón: ¿Tú preferir que Jamón marcharse y dejar privacidad?

_____________: No, quédate. Quizás te necesitemos.

El ogro asintió en silencio. Centrando su atención a Mathieu. Huang Hua no había dicho ni una sola palabra desde que llegamos.

Miiko: ¿Crees que tienes algo que decirme?

Mathieu tembló ligeramente. Ya no puede dar marcha atrás. Lo empujé hacia adelante.

Mathieu: Yo... Miiko... Jefa. Vine a entregarme. Vine a reconocer mi traición a la Guardia de Eel y a entregarme como su prisionero, si ese es su deseo.

El bastón de Miiko ardió. Su flama se alzó casi hasta salir de su jaula. Miiko estaba a punto de decir algo, pero fue interrumpida.

Huang Hua: No, no desea nada de eso.

Miiko: ¡¿QUÉ?!

Volteó a ver a Huang Hua con una expresión invadida por la cólera.

Huang Hua: Miiko, ven conmigo.

Se alejaron de la sala y conforme Miiko iba hablando con Huang Hua, su flama disminuía.

Después de unos minutos, regresaron con nosotros.

Huang Hua: Si vienes a entregarte debe ser porque te arrepientes de haberlos traicionado. Si es así, te pido que le cuentes a Miiko lo que te orilló a hacerlo. Solo de esa manera ella podrá entender y tomar una decisión.

Mathieu se puso pálido. No se lo esperaba. 

Huang Hua: Solo quiero que Miiko sea capaz de escucharte y comprenderte. Pero es importante que no omitas ningún detalle. Ella necesita entender la amplitud de eso a lo que llamas traición y las consecuencias que puede tener para la seguridad de la Guardia. 

Miiko: Yo... Quiero que sepas que te juzgaré tanto por tu voluntad de decirme toda la verdad, como por tus actos en sí. 

Huang Hua puede influir demasiado en Miiko. Me sorprende cómo es que logra calmarla y la ayuda a no tomar decisiones precipitadas.

Huang Hua: Igualmente, me permito recordarte que puedo ver tu aura en este mismo instante. Si intentas mentir, hay muchas posibilidades de que lo note. No meteré las manos al fuego por ti si disfrazas la verdad, serás el responsable del riesgo que ello conlleva. 

Eldarya Aengel PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora