Capítulo 47: Invasión

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Mi corazón se encogió en mi pecho, de nuevo. Me detuve en seco... Hacía ya tiempo... espero de verdad que lleguemos a tiempo para el cristal.

*BOUM*

???: Lo siento... Oh no, todo se echó a perder...

Se le cayó una jarra de leche al chocar contra mí.

_____________: No es nada... vamos a limpiarlo todo, no se preocupe.

???: ¿Está segura? No tiene buen aspecto, se diría...

_____________: No se preocupe.

???: Gracias, pero no se exija tanto.

_____________: ¡Estoy bien!

Me ofreció una franela y le ayudé a limpiar el suelo.

_____________: Y ya está, ¡como si no hubiese pasado nada!

???: Muchas gracias, ¡es realmente servicial!

_____________: No hay de qué, me gusta ayudar a los demás.

???: ¿Sería abusar de su amabilidad si le pido otra cosa?

_____________: Para nada. ¿En qué puedo serle útil?

???: Bueno... ¿Podría venir conmigo a recuperar un poco de leche? Y... bueno, los ejotes que se aplastaron...

_____________: Por supuesto. ¿A dónde vamos?

???: Encontraremos leche de alma más abajo, en el valle. Para los ejotes, he tenido que ir a recogerlos a las planicies.

Una vez que tuvimos todo, regresamos a la cocina. Posé la jarra y el cesto con verduras sobre la gran mesa.

_____________: ¿Necesita que le ayude?

???: No, gracias. Gracias a su ayuda, ¡la cena de esta noche será magnífica!

_____________: Perfecto, nos vemos entonces.

Al salir de la cocina, Chrome me tomó del brazo.

Chrome: ¡_____________! ¡Ven a ayudarme!

_____________: Eh... ¿no?

Chrome: Anda, ¡por fa!

_____________: Vale, está bien. 

Chrome: ¡¡Graaaacias!! ¡Eres muy amable!

_____________: ¿Qué necesitas?

Chrome: Una de las sacerdotisas del templo me ha propuesto hacerme un talismán. El problema es que no sé qué escoger como tela y color... Tú tienes buen gusto, quiero decir, siempre estás bonita. ¿Me ayudas?

_____________: Solamente porque has dicho que mi gusto es superior, así que, con gusto.

Chrome: Yei.

Recorrimos todo el templo y no encontramos a la mujer de la que me habló.

_____________: ¿Existe al menos, tu sacerdotisa? ¿Estás seguro de que no era un fantasma o un truco así?

Chrome: No, ¡para nada! ¡Estaba perfectamente viva!

_____________: ¿Lo has verificado? ¿Estrechándole la mano, por ejemplo?

Chrome: Bah no, apenas la conozco...

Regresamos al primer lugar donde la buscamos y ahí estaba. 

Chrome: Ah, ¡ves como sí existe! La hemos buscado por TODOS lados.

Sacerdotisa: Lo siento joven, al no verte volver, creí que habías cambiado de idea.

Chrome: Para nada. Le he traído a la chica de la que le hablé. Ella me ayudará a escoger.

Eldarya Aengel PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora