Capítulo 114: Juicio

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*¿Volvemos a nuestro punto de vista?*

Miiko ni siquiera me dejó explicarle por qué lo oculté por tanto tiempo... Valkyon fue quien me metió en la prisión. No ofrecí ninguna resistencia, lo que menos quería era hacerles daño.

Por culpa de Lance, todos estábamos pagando el precio de un secreto demasiado pesado de soportar...

Miiko: ¿Por qué decidiste matar a todos esos faeries para salvar a _____________?

Leiftan: Porque la quiero desde el primer día que la vi. Estamos hechos el uno para el otro...

Se pegó contra los barrotes, desesperado, para hablarme. Parecía que quería balancearse como para tocar mi jaula.

Leiftan: ¡¡Eres mi alma gemela!! ¡Tienes que saberlo, _____________!

_____________: ¡¡Yo no quiero estar a tu lado, Leiftan!! 

Siento la ira crecer en mi interior, tengo ganas de gritarle para desahogarme.

Miiko golpeó con su bastón la jaula de Leiftan para que se quedara quieto.

Miiko: ¡Sé que tienen mucho que hablar! ¡Pero primero necesito obtener información! 

Sentí una energía demasiado pesada emanar de Leiftan.

Leiftan: Acaban de cometer un grave error...

De pronto toda la sala se oscureció y un chirrido desgarrador se escuchó en toda la prisión.

Choqué las palmas de mis manos, con la esperanza de que después de tantas semanas sin mis poderes, por fin pudiera crear, aunque fuera, un destello.

Una luz salió proyectada de mis manos e iluminó toda la sala. 

Leiftan, con una mano, tenía a Miiko agarrada del cuello, estrangulándola. Con la otra, creó como una especie de parálisis en mis compañeros.

_____________: ¡¡Leiftan!! ¡Detente! 

Leiftan: ¿_____________? ¡¿Todavía quieres defenderlos?! 

Alzó a Miiko y la dejó caer, vi a mi amiga intentar recobrar la respiración antes de ser atrapada junto a los demás.

Voy a tener que aprovecharme de esa devoción que tiene por mí.

_____________: Leiftan, tengo mucho miedo... Sácame de esta prisión y vayámonos juntos.

Pude ver cómo el rostro de mis compañeros se deformaba en una profunda decepción.

Leiftan: Puedo sacarnos de aquí... _____________, solamente tienes que seguirme.

Por arte de magia, mi prisión se transformó en burbujas que me llevaron a su lado. ¡¿Podemos hacer eso?! ¡Definitivamente nuestro poder es otro nivel!

_____________: Leiftan... Demostrémosle el verdadero poder que tienen los aengels.

Pasé mis manos por su cuello para atraerlo hacia mí y besarlo. Cerró sus ojos, disfrutando del momento. 

Con todas mis fuerzas, intenté sacar a Miiko de la parálisis en la que la tenía Leiftan. Moví lentamente mi mano para que Leiftan no sospechase y después de unos segundos, pude descender a Miiko. 

Al principio, la kitsune estaba confundida, pero comprendió rápidamente mi plan y preparó su bastón para crearle una ilusión a Leiftan. 

El daemon estaba demasiado ocupado besando mi cuello como para prestar atención a lo que estábamos haciendo. El poder de Miiko estaba lo suficientemente cargado como para pasar al ataque.

Eldarya Aengel PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora