Capítulo 111: Prueba de paternidad

25 6 0
                                    

*Punto de vista de Huang Chu*

Me quedé totalmente horrorizada al descubrir que se trataba del cuerpo de Chrome.

Había mucha sangre en su ropa, sobre todo en la parte inferior del abdomen, era como si alguien lo hubiera apuñalado... pero no había ni rastro del arma.

¡No! ¡No puede morirse! Los demás no podrán soportar otra muerte más.

*Punto de vista de Chrome*

Leiftan: Vi que terminaste tu relación con Karenn, ¿por qué?

Chrome: Porque no me importa. ¿Quieres matarla? Adelante, me da igual. Ella no significa nada para mí.

Es mentira, mis palabras me queman, pero no quiero que sepa que sigue siendo mi debilidad. 

Leiftan: ¿Crees poder mentirme a mí? Por favor, Chrome, no nací ayer. Lo hiciste para hacerme creer que ya no te interesa y así no la mate.

Chrome: ¡C-claro que no! ¡¿Tú qué vas a saber de mis sentimientos?!

Leiftan: Más de lo que crees, Chrome. 

Chrome: Da igual, Leiftan. Todo da igual porque... ¡Vine a acabar con tu vida!

Saqué mi arma y me puse en posición de combate.

Leiftan: ¿En serio?

Chrome: ¡Sí! ¡No puedo permitir que sigas haciéndole daño a los demás!

Con paso decidido, me abalancé hacia él. Antes de que mi arma pudiera hacerle daño, me la arrebató. 

Leiftan: No quería hacerte daño, Chrome... Lamento mucho que hayas tomado esta decisión.

Con la misma arma con la que hace unos momentos lo estaba amenazando, me atravesó el abdomen. 

Sabía que esto iba a pasar... Todo estaba saliendo conforme al plan.

Leiftan: Fue un placer haberte conocido, Chrome.

Me dio una palmada en la cabeza antes de dejarme tirado en la playa.

Leiftan... Quien hasta ahora me parecía tan inteligente... Había decidido acabar con mi vida usando mi propia arma. Se la llevó consigo, pero está claro que esto no lo va a poder hacer pasar por un suicidio.  

Pronto estará por caerse toda su mentira... Solamente espero que alguien me encuentre antes de que no viva para desenmascararlo. 

*Punto de vista de Huang Chu*

Le tomé el pulso inmediatamente. Puse tres dedos en el cuello de Chrome, esperando sentir un latido... por débil que fuera. Fugaz y débil, vibró bajos mis dedos y solté un grito de alegría.

¡Chrome está vivo y respira! Tengo que llevarlo tan rápido como sea posible al C.G.

Pegué su espalda a la mía para intentar levantarlo, pero es demasiado pesado. 

¿Qué puedo hacer? Probablemente si voy a buscar a alguien sea demasiado tarde para cuando volvamos. 

Intenté lo más que pude jalarlo hasta las escaleras, con la esperanza de encontrarme con alguien en el camino.

Huang Chu: ¡Venga, Chrome! ¡No te rindas! ¡Aférrate a la vida!

Rápidamente le volví a tomar el pulso. Sigue respirando, pero debo darme prisa.

Logré subir todas las escaleras de piedra para salir de la playa.

Huang Chu: ¡¡Agghh!!

¡Chrome pesa una tonelada y lo estoy pasando verdaderamente mal llevándolo! ¡¡Pero no debo soltarlo!!

Eldarya Aengel PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora