Capítulo 96: Aves

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Las cuerdas de decenas de arcos sonaron en la noche, incluida la mía. Varias boleadoras y redes surgieron, girando hacia los rookhs. 

Las gigantescas aves apenas se desviaron de su rumbo para evitarlas. Se mueven rápido, pero conseguí darles a algunos. Pensé que huirían, pero mis flechas parecían no hacerles nada.

Consiguieron acorralarnos. Mis compañeros los repelían lo mejor que podían. Pensé que nos sobrepasarían hasta que vimos un chorro de llamas azules y rojas iluminando el cielo nocturno. 

Los rookhs se alejaron con Lance y Valkyon persiguiéndolos. A veces intentaban atacarlos, pero las llamas los mantenían a raya. 

Me dio la impresión de que hasta las estrellas se habían apagado, porque ahora sí que no podía ver nada. Ni siquiera con esfuerzo. 

Nevra: ¡VAMPIROS DE YAQUT! ¡EN FORMACIÓN! 

Escuché a Nevra gritar. Parece que tuvo que tomar el mando del rey de los vampiros, que, hasta entonces, estaba desaparecido. 

Supongo que las pisadas que escuché fueron de los vampiros que se encontraban cerca de mí. 

Nevra: ¡ESTÁN VOLVIENDO HACIA NOSOTROS! ¡PREPÁRENSE PARA DISPARAR!

Un nuevo torrente de llamas apareció, pero esta vez solo repelió a unos pocos. Esos pequeños destellos eran lo que me permitía ver aunque fuese un poco. 

El sonido de flechas disparadas llamó mi atención. Debió darles la orden de que dispararan. Eso quiere decir que al menos ellos sí ven... 

_____________: ¡¡Nevra!! ¡Las flechas no les hacen nada! ¡¿Qué podemos hacer?!

Nevra: ¡Necesitaremos que uses tus poderes! 

_____________: ¡No puedo hacer eso! ¡Les estaría disparando a ciegas!

Ezarel: Es verdad, podría golpear a Valkyon o Lance.

Escuché a Nevra mascullar algo.

Nevra: Es cierto... ¡Crea escudos para que no ataquen a los civiles!

Enfundé mis armas y levanté escudos para proteger a los más vulnerables. 

Podía escucharse cómo los rookhs se golpeaban contra mis escudos, y posteriormente un bullicio de vampiros se abalanzaban sobre su presa.

La situación nos confundía, y a excepción de los vampiros, a los demás nos limitaba totalmente la visión la penumbra de la noche. 

Sentí una mano sobre mi hombro y al voltear vi unos ojos esmeraldas que ahora me eran inconfundibles.

Leiftan: ¿_____________? ¿Eres tú?

_____________: ¡¿Leiftan?! ¡¿Puedes ver algo?!

Leiftan: Sí.

Supongo que debe ser un poder daemon o no sé, ¡porque yo no lo tengo!

_____________: ¡¡No sé qué hacer!! ¡¿Por qué no nos ayudas?!

Leiftan: Eso me delataría.

_____________: ¡¿Qué?! ¡Si ni siquiera podemos ver! ¡Nadie se daría cuenta que eres tú!

Leiftan: Ustedes no ven, pero Karenn y Nevra sí. 

_____________: ¡Si no haces algo vamos a morir todos!

Ya no lo sentía cerca de mí. Supongo que se fue antes de que pudiera decirle algo más. ¡Es el único que puede sacarnos de esta situación y no quiere hacer nada!

Tengo la impresión de que el grupo se está distanciando. No sé cómo saldremos victoriosos de esta. 

Los únicos que tienen ventaja sobre el campo son los que menos daño ocasionan. Los vampiros solamente cuentan con sus arcos y los proyectiles no parecen afectar mucho a estos familiares.

Eldarya Aengel PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora