Capítulo 49: Sombras

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Cuando Nevra entró en la habitación... todo cambió. Por fin nos pertenecíamos plenamente el uno al otro. Dominando ese cuerpo perfectamente esculpido que se ofrecía a mí, me abandoné por completo... por primera vez después de mucho tiempo. Después perdí pie... atrapada por un sentimiento que me era desconocido hasta ahora. Era intangible, y sin embargo incontrolablemente real.

Mientras jadeaba cada vez más, sumergida en la intensidad de lo que sentía, Nevra se incorporó y se apoderó de mi cuello con ferocidad. Su cuerpo se crispó bajo el mío. 

Apenas tuve tiempo de comprender lo que pasaba cuando sus dientes se hundieron en mi carne, arrancándome un grito, mezcla de dolor y éxtasis. Sorprendida, no pude contener una lágrima que rodó por mi mejilla hasta su piel.

Nevra: _____________... lo siento... no quería...

Se quedó paralizado en mis brazos. Me llevé una mano al cuello y sentí un líquido rojo recorriéndolo.

Nevra se libró de mis brazos y se sentó a un lado de la cama, con aire angustiado.

_____________: Eh... no pasa nada... son solo unas gotas. En unos segundos ya no se verá.

Nevra: No tengo perdón.

_____________: No lo has hecho a propósito.

Me acerqué a él para tomarlo entre mis brazos. No quiero que se sienta culpable.

Nevra: Me atraes tanto... que me cuesta mucho resistirme. Cerca de ti, tengo la impresión de ser un animal sediento, ¡es horrible!

_____________: No eres un animal.

Nevra: Soy un vampiro que no logra controlarse ni por una noche. Así que bueno, es un poco lo mismo.

_____________: Justamente, eres un vampiro, no me extraña que tengas ganas de sangre. Si quieres beber mi sangre, ¡hazlo!

Nevra: _____________... no quiero. No quiero hacerte daño.

_____________: Nevra, el dolor siempre estará presente, pero si eso puede ayudarte, estoy lista para soportarlo. No es algo que me asuste, al contrario...

Nevra: Eres demasiado buena... no te merezco...

_____________: No digas tonterías.

Nevra: Voy a ir a tomar el aire para calmarme un poco.

_____________: No pasa nada. No muerdas a nadie, ¿de acuerdo?

Nevra: ¿Estarías celosa?

_____________: Para nada...

Intenté contener mi molestia.

Nevra: Pero sí, estás celosa.

_____________: ¡Te digo que no!

Nevra: ¡Eres demasiado adorable! Pero por supuesto que no, no iré a clavar mis colmillos en el cuello de otra, te lo prometo. Solo tú me importas.

_____________: Yo...

Aparté la vista al sentir mis mejillas encenderse. Nevra me besó antes de irse. 

Tardé poco en dormirme... y admito que dormir sola después de lo que Nevra y yo habíamos compartido no era como había imaginado.

Más tarde, me desperté y tuve la sorpresa de encontrar al vampiro entre mis brazos. Ni siquiera lo había oído entrar. En lugar de despertarlo, me puse a contemplarlo. Su rostro me tranquilizaba, y distraídamente, pasé uno de mis dedos por sus finos labios. Su piel es tan suave, me da ganas de besarlo una y otra vez.

Eldarya Aengel PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora