Capítulo 66: Patriarcado

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Una mano tomó la mía. ¿Qué...? 

Era Lance... Estaba tirando de mí hacia la superficie.

De todas las personas que había en el barco, ¡¿tenía que venir él a salvarme?! ¡No quiero deberle mi vida!

En cuanto salimos, respiré profundamente. El aire que llenaba mis pulmones me brindaba una sensación increíble.

Lance: Te pondrás bien... ¿Vas a ser capaz de subir al barco?

_____________:  Sí, sí, estoy bien, ¡puedes soltarme! ¡Yo puedo sola!

Regresamos al barco y me apoyé en la borda para recuperar la compostura.

Lance: Nos diste un buen susto. Te felicito, sabes cómo animar un viaje.

Lo observé sin saber cómo reaccionar.

_____________: Te lo agradezco. Pero esto no cambia absolutamente nada entre nosotros, Lance. 

Esbozó una sonrisa antes de dirigirse hacia los camarotes. Cada vez me confunde más... ¿Está haciendo todo esto para ganarse mi confianza? O peor aún, ¿lo hace para hacerle creer a los demás que realmente está comprometido con la guardia?

El resto del viaje transcurrió sin problemas y sin ningún acontecimiento destacable.

Huang Chu se encargó de las heridas de Miiko, Lance y mías. Al cabo de unos días, volvíamos a movernos con normalidad. 

Desafortunadamente, eso no fue suficiente para evitar que el estado de ánimo de Miiko empeorase con el paso de los días. 

Cada vez estaba más nerviosa, parecía más cansada. Sospecho que es incapaz de conciliar el sueño. Cada mañana, sus ojos presentaban más ojeras que el día anterior. Hablaba menos...

El ambiente general había empeorado. Leiftan se limitaba a tomar el timón y permanecía en silencio. Lance me evitaba la mayor parte del tiempo, y a mí, me importaba poco.

Yo pasaba la mayor parte del tiempo con Huang Chu, Gardienne y Mathieu, quienes consiguieron mantener la calma. Pero incluso para ellos, el ambiente en el barco empezaba a ser cansino.

Mathieu cada vez hacía menos bromas. Huang Chu parecía cada vez más preocupada. Compartía mi temor de que acabara explotando una crisis...

Después de una larga semana de navegación, el avistamiento de las montañas Genkaku me tranquilizó. 

Miiko cada vez está más nerviosa. Desde que vimos la tierra, está desesperada. Parece que la estamos llevando a la horca.

Mathieu: ¡Tengo que admitir que me va a sentar muy bien volver a pisar tierra firme!

Leiftan: Espero que los kitsunes lleguen a tiempo al punto de encuentro.

Lance: Yo igual, no me apetece tener que esperarlos pasando frío durante días.

Miiko: Llegarán a tiempo, no te preocupes. Creo que se llevarán a las mil maravillas.

Lance no captó la provocación, se limitó a fruncir el ceño. Miiko está más tensa que mi arco, hace varios días que está de los nervios...

Miiko: Igual que a los hombres de mi exmarido, a ellos también les gusta matar gente...

Lance sigue sin reaccionar. Si tan solo Miiko supiera que lo que dice es verdad.

Miiko: Estoy segura de que tendrán mucho en común. Solo digo eso.

Ahora se estaba dirigiendo a Leiftan.

Miiko: Tú también eres un tipo poderoso, con mucho poder para hacer daño.

Me sorprende la sangre fría de estos dos. Miran al horizonte sin decir nada.

Eldarya Aengel PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora