El cura sonrió, sostenía un libro donde haría la parte más importante de nuestro matrimonio, aparté una de mis lagrimas que iba rodando por mi mejilla, Dimitri se removió quedando frente a mi, rosó sus dedos por mi mejilla terminando de apartar las lagrimas.
Seal: Willow Zanetti y Dimitri Fiorelli, ¿vienen a contraer matrimonio sin ser coaccionados, libre y voluntariamente?
Willow- Dimitri: Sí, venimos libremente.
Seal: ¿Estan decididos a amarse y respetarse mutuamente, siguiendo el modo de vida propio del Matrimonio, durante toda la vida?
Willow- Dimitri: Sí, estamos decididos.
Seal: ¿Estan dispuestos a recibir de Dios responsable y amorosamente los hijos, y a educarlos según la ley de Cristo y de su Iglesia?
Willow- Dimitri: Sí, estamos dispuestos.
Los dos sonreímos mirando hacia donde estaban nuestros hijos, Fiorella apartó sus lagrimas apartando hasta las de Deani. Levanté mi mano ellos se sorprendieron al ver que estaba interrumpiendo un momento especial, extendí mis manos hacia ellas que las dos vinieron llegando a mi lado, sostuve una de sus manos de cada una.
Fiorella: Mamá Willow.
Deani: Mamá Willow.
Trataba de controlarme pero era inevitable el hecho de tener a estas dos damitas que me han abierto su corazón cada una a su manera, sonreí tragando saliva, quería que ellas también se sientan involucradas en este momento tan especial, sé que no era difícil por tener su aceptación, pero quería hacérselos saber.
Willow: Ustedes son y serán parte de mi, no habrá momento que no quiera compartir momentos que nos den el mejor instante lleno de sonrisas y recuerdos que iremos marcando para toda la vida.
Bajé a su altura de ellas dos, me sonreían con tanto amor, que solo en ver esas hermosas miradas, me dejaban en claro que eran mías, que también era parte de mi, aunque no hayan nacido de mi vientre.
Willow: siempre estaré para ustedes, no importa si no ha sido un buen día, también estoy formando un compromiso en este día con ustedes, no descansaré hasta saber que han logrado ser esas mujercitas que tanto queremos su padre y yo. Así que al aceptar a su padre como el esposo que quiero en mi vida, las acepto a ustedes como mis hijas sin hacer distinción.
Fiorella: Lo sabemos Mamá.
Deani: Eres nuestra segunda mamá desde que entraste por primera vez a nuestro hogar.
Las abracé con tanta fuerza a las dos, ellas con su cálido abrazo iban tejiendo esa lazo fundamental de hijas a madre. La nana vino por ellas quedando con Máximo a su lado, me puse de pie mirando al padre, asentí con la cabeza en señal que podíamos seguir este momento.
Seal: Agradezco Willow, que aceptes a estas pequeñas como parte de ti.
Willow: Es mi deber.
Tragué saliva mirando a Dimitri, sonrió dejando un beso en mi frente. él no tenía nada que agradecerme, quiero a esas niñas, y no iba a permitir que me las vuelvan arrebatar.
Seal: Así, pues, ya que quieren contraer santo matrimonio, unan sus manos, y manifiesten su consentimiento ante Dios y su Iglesia.
El cura llamó a Fiorella que tenía las argollas sobre una almohadita roja, las miré que eran tan hermosas, que ni me atrevería a preguntar el valor de tan majestuosas argollas, pero si, esas argollas nos representarían en lo que los dos somos.
Sostuvo la argolla mirándola, me tomó de la mano mirándome fijamente, cerró y abrió sus ojos, miré hacia el cura, pero él no se asustó ni incomodó al ver a Dimitri como él era…
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Capítulos Sin censura: Mi Infierno... en el Infierno
Sonstiges2da parte de la novela: Mi Cielo... mi Infierno...