Capítulos Sin censura: Mi Infierno... en el Infierno

Capitulo 41

Willow:

Miré por ambos lados, caminé hacia donde estaban las escaleras por donde había llegado a esos cuartos, así que me llevarían directo a los camerinos, esa Pali me escucharía, le dejaría bien en claro quien era ante la vida de Dimitri, la prefiero lejos y que no lo vuelva ni a mirar.

Bajé rápidamente los escalones, aun estaban los hombres que custodiaban la entrada, varios me veían pasar como si les debería algo, pero si tenían que escuchar quien soy que sea de una buena vez, la puerta se abrió viendo al imbécil de Gadiel salir de uno de los camerinos, con él estaba una de las chicas, le soltó una nalgada dando un beso en sus labios, la chica se veía super encantada pero era tremendo cerdo, lo podía ver en la manera que me estaba viendo en este preciso instante.

Willow: ¿Qué me ves?

Gadiel: Tranquila… aquí eres igual que todas niñas. No te equivoques…

Willow: Si claro…

Abrí la puerta del camerino donde al principio estábamos ella y yo, levantó su mirada por el espejo, Enzo me miraba desde la mesa donde estaba sacando las cuentas o algo por los fajos de dinero que estaban en varias mesas.

Willow: ANTES DE ENTRAR EN UN LUGAR SE TOCA. ¿NO LO SABES?

Se dio la media vuelta quedando de pie, cruzó sus brazos haciendo a la que no me entendía.

Pali: Aquí… Eres la nueva, no eres nadie. Que tuviste suerte de encamarte con uno de los jefes es otra cosa.

Todos los que estaban cerca me miraban, ahora era la facilota que a la primera se fue a meter con uno de los jefes. Di un paso hacia ella, Enzo soltó el lapicero dando un golpe a uno de los hombres.

Willow: NO QUERIDA, AQUÍ NO SOY LA NUEVA.

Pali: Ayy, nena, que te hayas acostado con el señor Dimitri, no lo hace de tu propiedad.

Crucé mis brazos, levantando una ceja, le sonreí acercándome hacia ella.

Willow: Tengo tres hijos.

Pali: Me imagino que así como te acostaste con él lo haces con todos. Pero aquí no es así.

Dimitri: Basta Pali.

Sonreí sin apartar la mirada de ella, Pali descruzó sus brazos bajando los brazos, miró hacia la entrada donde Dimitri entraba en el camerino, hubiera preferido que no lo hiciera. Enzo se acercó entregando unos papeles, reposó su mano en mi cintura baja empujando un poco hacia afuera. Sostuvo los documentos que Enzo le entregaba. Levantó la mirada hacia ella.

Dimitri: Willow, es la madre de mis hijos.

Willow: ¿Cómo te quedó el ojo?

Dimitri solo me miró, en pocas palabras que no hablara, pero no me la iba a dejar montar por esta tonta que se creía por haberlo besado ya tenía motivos para ir a buscarlo donde quiera.

Pali: amm, lo lamento.

Willow: Se dice: “Lo lamento SEÑORA”..

Me dio un pellizco Dimitri en mi pompa, lo miré, aun que me haya dolido no me iría sin escucharla.

Pali: Lo lamento Se-ño-ra.

Dimitri: Estuvo bueno la venta.

Enzo: Así es, no vimos ni se detectó nada de mercancía adulterada.

Dimitri: Vamos.

Me sentía todo una pava real, me detuve en el marco de la puerta, reposé una mano en el marco y otra en mi cintura.