Capítulos Sin censura: Mi Infierno... en el Infierno

Capitulo 96

Elena:

(Escuchen: Adagio amoroso, Jorge Avendaño)

Miraba hacia la puerta de afuera donde mis hijos estaban jugando con los demás, aparté una de mis lagrimas que se iba deslizando por mi mejilla… Los miraba que los gemelos estaban tristes sonreí al ver a Deani que les decía algo, lastima que no podía escuchar desde aquí, pero Deani ha sido una niña tan increíble desde que llegué, me ha cuidado mucho al igual que todos ellos.

La puerta se abrió, bajé la mirada abrazando el cojín, Kenji con su hermosa sonrisa entraba con una charola entre sus manitas, la asentó en la mesita sentándose en el piso.

Kenji: (señas y habla) No estes triste mamá, se me rompe el corazón al verte así.

Sonreí con una tristeza que no podía evitar, Kenji para nada me ha dejado sola, siempre al pendiente por si necesito algo, cuando debería ser todo lo contrario, soy quien debería estar cuidando de todos ellos, bajé la mirada cerrando los ojos, negué con la cabeza, me era difícil poder hacerlo, no tenía las fuerzas suficientes ni para levarme y hablar con mis hijos.

Kenji: (señas y habla) abuelita Sharon ya está de vuelta, trajo muchas cosas para nosotros. ¿quieres que te traiga algo?

Elena: No, gracias.

Avanzó a gatas quedando frente a mi, pasó sus deditos por mi lagrimal apartando mis lagrimas. Me abrazó dejando que salieran todas mis pobres lagrimas retenidas, no lo podía evitar. Se apartó sentándose sobre sus piernas.

Kenji: (señas y habla) Eres la mejor mamá del mundo, me has enseñado mucho al igual que lo hizo mi papá.

Me senté en el sillón tomando sus manos.

Elena: No tienes nada que agradecerme, es mi labor de madre ver por ti y tus hermanitos.

Kenji: (señas y habla) aun así, mami… eres mi ejemplo a seguir, por eso no quiero verte triste. Papá nos cuida desde el cielo.

Elena: ayy Kenji.. ayy hija. Si tan solo fuera fácil.

Kenji: (Señas y habla) No, mamá, no es fácil, pero mis hermanitos te necesitan, por eso estoy para ayudarte ahora que me necesitas.

TOC!! TOC!!

Levanté la mirada viendo a Renata que estaba en el marco de la puerta junto con Bastian, ellos estaban aquí para consolarme, pero prefería que nadie hiciera nada ni me dijera nada, no estaba para escuchar absolutamente a nadie, quería estar sola con mi dolor, tener los recuerdos con mi esposo que siempre era el que me alegraba mis días, entregándome sus mejores momentos que solo yo sabía como era realmente… todos lo percibían serio, tranquilo, pero el verdadero Alexander se mostraba frente a mi sin tapujos, sin tabúes, me enseñó a ser mujer y aceptarme tal y como soy, que nunca le importó mi pasado, nunca hubo reclamos ni preguntas que cuestionaran mi persona. Era el mejor de todos.

Kenji se puso de pie dejando un beso en mi mejilla.

Kenji: (señas y habla) Iré con mis hermanitos.

Asentí con la cabeza, sostuve su mano dejando un beso sobre ella, me sonrió dejando que soltara su mano, caminó pasando junto a Bastian y Renata saludando con un abrazo y beso para cada uno, Renata se acercaba con esa sonrisa tan hermosa y no se diga de mi papasito Bastian que ni ganas de morbosearlo tenía.

Se acercó abrazando tan fuerte, que mis brazos se afianzaron hacia él, se puso de cuclillas correspondiendo mi abrazo, se apartó dejando una sonrisa…

Bastian: son muy pocas las veces que te he visto derramar lagrimas en esos bellos ojos. Te quiero mucho Elenita, fuiste… una pequeña muy valiente y ahora eres toda una gran mujer, una excelente madre que mira el cariño y respeto que te has ganado con tus hijos.