Dimitri:
Estaba aparcado fuera de la casa, se veía una luz en nuestra habitación, sonreí solo de imaginar a Willow que se había despertado desde muy temprano para empacar, las ansias de saber que verá a los niños era lo que la mantendría con todas las energías del mundo.
Abrí la puerta viendo que se apagó la luz, sonreí levantando el móvil, marcaba las 4:10 am. Tendré que darme la ducha y apresurarme, el tiempo estaba a favor y si me quedaría un poco para el viaje solo es cuestión de descansar lo suficiente y mantenerme activo cuando vea a mis hijos.
Cerré la puerta de la camioneta. Pasé mi mirada hacia alrededor viendo que los de seguridad no estaban rodeando como siempre, levanté una ceja viendo a uno que se asomó. Negué con la cabeza acercándome, esperaba un buen motivo para no entrar en contradicciones.
Hombre: Señor.
Dimitri: La casa no debe quedarse sin vigilancia.
Hombre: Lo sabemos señor, estamos al pendiente. Fue orden de la señora Willow no estar tan cerca.
Rodé los ojos, negué con la cabeza caminando hacia los escalones de la entrada, ese tema tendríamos que hablarlo ella y yo, no importa que tengamos el protector iron dome, ella tendría más que nadie la seguridad que desee en este momento, no quiero que se piense que está sola o desprotegida.
Abrí la puerta topando con algo detrás.
Dimitri: ¿Qué sucede aquí?
Willow: Ya voy… ya voy.
Di un paso hacia atrás, de seguro puso las maletas junto a la puerta impidiendo el paso. La puerta se abrió lentamente, mi mirada se fue hacia esa hermosa mujer sentada en una de las mesas con una sexy ropa interior que se transparentaba todo. Giré viendo a mi hombre sonrió negando con la cabeza entendiendo el por que no quería que estuvieran cerca. Entré cerrando la puerta.
Pasé mi mano por mi rostro humedeciendo mis labios al ver semejante mujer con las piernas cruzadas, el color negro de su lencería iba de una manera contraste a su tono de piel, humedeció sus labios dejando caer a un lado su cabeza, una sonrisita juguetona se le iba formando en sus labios. Las pequeñas luces en el piso se iban encendiendo poco a poco llegando hasta la mesa.
Willow: Bienvenido a casa.
Tenía una rosa roja en su mano que se deslizaba lentamente por su cuello, entreabrió los labios bajando con el rose en sus pechos, iba apretando uno, tragué saliva al ver como su pez..zón, traspasó un poco el encaje del sujetador. Abrió las piernas pasando la rosa sobre ese maravillo centro. Ladeaba su cabeza de un lado y del otro abriendo sus hermosos ojos lujuriosos.
Willow: ¿estas cansadito?
Dimitri: Muy cansado, pero sé que lo tengo frente a mi me volverá a la vida.
Willow: ¿Crees?
Dimitri: No lo creo… LO SÉ.
(Escuchen: Love in the Dark, Adele)
Sonrió al ver como me acercaba a ella, mis manos reposaron en su cintura, acercó la rosa rosando mis labios, cerré mis ojos sintiendo la suavidad de los pétalos, los abrí mirándola con lagrimas en los ojos, mis dedos apartaron la orilla de la tanga atrayendo su cuerpo hacia la orilla.
Dimitri: ¿Qué tienes?
Willow: Todo, todo esto, pensar que quizá en algún momento pudo no ser que diera contigo, ser que no volvería a verte.
Reposé mi dedo índice en sus labios, no me gusta escucharla con tristeza.
Dimitri: si no hubieras llegado a mí, hubiera ido por ti en cualquier momento y traerte de vuelta.
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Capítulos Sin censura: Mi Infierno... en el Infierno
عشوائي2da parte de la novela: Mi Cielo... mi Infierno...