Capitulo 98

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Dina:

Levanté mi móvil viendo la hora, necesitaba uno de los permisos para la nueva arma que estaba preparando los chicos en conjunto con Silver. La persona ya se había demorado demasiado. Respiré profundamente queriendo controlar el enojo en que me hicieran esperar.

Llamada:

- Nena.
- Hola mi amor. Puedes preguntarle a Silver sobre el contacto.
- No ha llegado, quedó en pasar por los componentes para las nuevas armas.
- Llevo más de 30 min esperando, sabes que odio esperar.
- Si, lo sé. Deja que… Deani, Kenji que hacen.

Sonreí al escuchar a Guido que estaba tras esas pequeñas que ni vida le daban, el difícil trabajo en mantener a Deani quieta, pero Guido ya sabía como poder controlarla.

- Estas niñas juntas son dinamita.
- Lo sé, han hecho una buena hermandad todas.
- Kenji, cuida mucho a Fiorella y Deani.
- Si, le está muy agradecida a Dimitri por todo lo que ha hecho por ella.
- Ahora me pongo en contacto con Silver a ver que sucedió…
- De acuerdo. Te amo.
- Te amo Dina.

Terminé la llamada guardando el móvil, crucé mis brazos mordiendo mi labio inferior, miré hacia ambos lados, no había señal de vida de este persona. Negué con la cabeza, no podía esperar más tiempo, estaba por anochecer y solo quería volver a casa.

Me aparté de la camioneta mirando hacia otras camionetas que iban llegando, acomodé mi blusa esperando que por fin tenga toda la documentación lista y no mas enrollo en todo esto.

Miré hacia el frente viendo abrirse la la puerta, pasé mi mano por mi cintura en la parte de atrás, acomodando mi arma. Nunca hay que andar desprotegida, menos como estaba la situación de ahora.

Un hombre elegante se bajó con su portafolio, levanté una ceja algo confusa, parecía un poco más alto a lo que me había dicho Silver. Mi móvil empezó a sonar, cerró la puerta de su camioneta. Estaba atenta mirando de reojo por ambos lados, otras dos camionetas se iban aparcando.

Hombre: Dina…

Dina: Ammm.

Hombre: Roger Munolli.

Asentí con la cabeza, era el hombre que nos traería los documentos ya aprobados.

Hombre: Lamento la demora, Silver no me contestaba.

Dina: ¿No? Que raro.

Era demasiado raro en lo que decía este hombre, Silver era responsable y siempre atento a su móvil, no había nada que quería dejar y no dar respuesta en caso que Dimitri lo cuestionara.

Dina: Los documentos.

Hombre: Si…

Dejó caer su portafolio encima del capirote, rodé los ojos al escuchar el golpe a mi camioneta, pero no pasaba nada, solo quería tomar los documentos e irme. Abrió el portafolio sacando los documentos. Extendió su mano con un sobre, lo sostuve, mirando que los hombres que estaban aparcados se bajaban. Señalé hacia los hombres, giró un poco mirándolos.

Dina: ¿su seguridad?

Los estaba observando tanto a esos hombres como a él, asechó un poco negando con la cabeza.

Hombre: No, entre Silver y yo, no hay intermediarios, solo en esta ocasión que dijo que sería usted. Pero no ando con seguridad. Tengo un puesto alto en el gobierno, no quiero problemas, por eso nadie debe saber de estas aprobaciones, químicos que no puede usarse, pero para ustedes los dejé abierto todos los permisos que necesitaba…

Los hombres de las camionetas se fueron hacia atrás, como si estuvieran esperando a alguien. Abrí la puerta de mi camioneta sacando el portafolio del dinero, dejé mi bolso dentro cayendo hacia el piso de la camioneta. Se lo entregué que él los tomó sin problema alguna. Atrajo con fuerza el maletín haciendo que diera un paso hacia adelante, entrecerré mis ojos sin apartar la mirada de este hombre…

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