Capitulo 64

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Renata:

Caminaba de un lado y del otro, mordía una de mis uñas, tenía unos nervios terribles en saber que cualquier cosa pudiera pasar en estos momentos. Escupí la uña que ya me la había hasta arrancado. Negué con la cabeza estirando mi mano, ahora estaba toda dispareja mi mano.

Renata: No sé que hacer. ¿Si se sale todo de control? ¿ahh?

Dirigí la mirada hacia Bastian, como si pudiera hablarme, solo escuchaba su frecuencia cardiaca con mis palabras que si no me calmaba, como bien dice Siena, él me puede escuchar, no quería que se alterara y atrasar su recuperación.

Parecía una real tonta, me acerque a Bastian, acariciaba su cabello mirándolo.

Renata: Tú si sabrías como ellos actúan, si sabrías que decir y que no. En verdad mi amor, siento que necesito que abras esos hermosos ojos, Gianna se siente culpable, Roxana no para de preguntar por ti.

La puerta se abrió, miré hacia entrada tragando saliva.

Gerard: amm, ellos están aquí.

Negué con la cabeza cerrando los ojos, reposé mi frente a un lado de la suya. Dejé un beso en su mejilla, apreté su mano…

Renata: Deseame suerte, pon en mi las palabras correctas.

Respiré profundamente apartándome de Bastian, caminaba tranquilamente hacia donde estaba Gerard, empujó la puerta abriendo aun más. ¿A quien quiero engañar? No estaba tranquila, tenía los nervios de punta, si tan solo… negué con la cabeza, ya me estaban esperando y era importante todo lo que estaba sucediendo como para seguir esperando más tiempo de mantener esto oculto.

Gerard: Renata.

Cerró la puerta mirándome con mucha atención, lo miré queriendo que fuera quien tomara la batuta, pero no estando Bastian al frente, soy la que tenía que hacerme a cargo de las cosas.

Gerard: Solo… ten el tacto para decir las cosas.

Renata: ¿Cómo se los dirías?

Gerard: ammm.

Rascó su cabeza, alzó los hombros en señal que tampoco sabía de como hablar con estas personas. Sonreí siguiendo mi camino, los oficiales me miraban como si fueran a sepultar a alguien, resonaba el sonido de mis tacones marcando mis pasos con fuerza, tragué saliva al ver que ellos ya estaban ansiosos en saber de lo que se trataba. Me seguían con la mirada sin perder ni un solo momento en distracción, abrí la puerta viendo a Daemon y Santino que se pudieron de pie, Valentina y Nahir se notaban mucho más relajadas, esperaba que ellas, en especial Valentina se siga comportando así de pasiva.

Daemon: Ibamos a volar hacia donde está Dimitri.

Santino: Bastian… ¿Cómo está?

Renata: con el cuidado de Siena, ha mejorado demasiado, claro que si Dimitri estuviera aquí.

Daemon: Dimitri dejó a Siena a cargo, si no estuviera seguro que ella puede estaría como chicle a su lado.

Asentí con la cabeza, Santino corrió la silla permitiendo que tomara asiento, agradecí mirando hacia Nahir, ella era muy posesiva y celosa hasta no más, pero no creo que sea el caso conmigo.

Valentina: dulce Renata, nos has hecho venir hasta aquí.

Nahir: Motivo, circunstancia.

Tragué saliva asintiendo con la cabeza, Santino se sentó a mi lado, era como tener a Bastian, pero en carácter muy, pero muy diferentes.

Renata: No sé si ya les han informado que tenemos detenida a Sali.

Daemon: Sali, Sali… me suena.

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