Capitulo 95

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Semion:

Caminaba sin apartar la mirada de Silver, uno de los médicos forenses que estaba en el equipo de Dimitri. Levanté mi mano haciendo que se detuvieran mis hombres de golpearlo.

Semion: ¿Dónde está tu compañera Camelia?

Negó con la cabeza sin poder contestar de los golpes que ya le habían dado. Miré hacia mis hombres que aun sostenían los fuetes en su mano.

Semion: Puedes salvarte, aunque… no hay quien llore por ti si llegas a desaparecer.

Silver: Yo.. no sé nada.

Semion: Si, si sabes, estabas en una de las propiedad de Daemon y Dimitri. ¿CREES QUE SOY ESTUPIDO?

Levantó el rostro mirándome fijamente. Sonrió demostrando que pudiera estar en lo cierto.

Silver: Camilia estaba en contra, es lo único que se.

Semion: Camelia me es leal. Me hizo saber que Willow estaba de regreso con el maldito de Dimitri.

Bajó el rostro negando con la cabeza, mis hombres levantaron el fuete, les hice seña que lo volvieran a golpear, no lo quería muerto, por que en una de esas nos decía donde encontrar a Camelia y Willow.

Mi móvil empezó a sonar, miré la pantalla… en seguida tomé la llamada.

Llamada:

- ¿Qué sucede?
- La señora Maella ya despertó.
- ¿Puede hablar?
- Si señor.
- Pásamela.

Mi hombre tenía que pasarme a Maella, quería las buenas noticias, aunque no sé que tantas buenas noticias podía darme después que avisó que la habían atacado.

- Semion.
- ¿Mataste a Alexander y a Elena como te había ordenado?
- Al comandante Alexander si, pero la abogada, me dio batalla.
- ¿Eso que quiere decir?
- Que no pude asesinarla.

Levanté la mirada hacia mis hombres, les hice seña que se detuvieran, lo iba a dejar descansar un poco más antes de volver a interrogarlo.

- ¿Cómo que no pudiste asesinarla?
- Me golpeó, fue ella quien me arrollo.
- SI SERÁS TAN IMBECIL… ¿Cómo UNA NADIE TE PUDO GANAR?
- Ya sé, pero es fuerte, parecía que conocía defenderse.
- ES UNA ABOGADA DE CUARTA, NO TIENE EXPERIENCIA EN BATALLA. SE SUPONE QUE ERES UNA DE LAS ASESINAS Y NO PUDISTE CON ELLA.
- Semion..
- NADA… TE MANDÉ HACER UN TRABAJO LIMPIO. SI LA DEJASTE VIVA, AHORA ELLOS TENDRÁN MÁS ATENCIÓN EN LO QUE NOSOTROS ESTAMOS PLANEANDO.
- No escuchas… Elena sabe pelear.
- Ella no pertenece a los Nostradamus.
- Eso no tiene nada que ver.
- Te encargué ir acabando una por una de esas mujeres y como siempre… TODO LO TENGO QUE HACER POR MI MISMO.
- Necesito unos días para recuperarme.
- NO HAY TIEMPO, WILLOW, TIENE QUE ESTAR CON NOSOTROS.
- Semion, Dimitri no permitirá que salga a solas.
- SI TAN SOLO HUBIERAS HECHO LO QUE TE DIJE YA TUVIERA A MI HIJA DE NEUVO A MI LADO.
- TU HIJA, TU HIJA… A WILLOW NO LE IMPORTAS COMO PADRE. VE TODO LO QUE NOS HIZO.
- Por que tú misma lo permitiste, si tan solo hubieras dejado que la programara como se debe, otra cosa sería. AHORA MIRA DONDE ESTAMOS. SIN WILLOW, SIN MERCANCÍA, SIN MENORES… SIN NADA.
- Ya sé donde están los hijos de todo.
- BAHHHH, AL DEMONIO CON ESO, LOS HIJOS NO ME SIRVEN SI NO SON LOS DE LOS ITALIANOS. DA EL SIGUIENTE PASO CUANTO ANTES, NO QUIERO QUE ELLOS ESTEN PREPARADOS PARA HACER ARDER AL MUNDO.
- Me encargo.
- NO QUIERO MÁS DECEPCIONES MAELLA, BASTANTE TIEMPO ESTOY PERDIENDO CONTIGO.

Terminé la llamada, levanté la mirada hacia Silver.

Silver: Elena… la abogada.

Semion: será una por una. Los voy a debilitar, se van a fracturar terminando por ir en contra de los italianos.

Presioné su quijada haciendo que me mirara.

Semion: tienes voluntad, tienes la fuerza para estar de mi lado.

Silver: No soy un traidor.

Semion: Darío, Keila, Mavie, Alexander, Beida… Ninguno supo con quien estar. TODOS MUERTOS.

Silver: Prefiero estar muerto antes de trabajar para un hombre como tú.

Apreté su cuello, cerró los ojos resintiendo el dolor, la silla mostraba indicios de querer irse hacia atrás.

Semion: No me importa cuanto tiempo tenga que pasar para recuperar a mi hija en su máximo nivel. Pero ella es mía.

Silver: No… no… sé de quien hable.

Semion: si lo sabes, la mujer de Dimitri Fiorelli… hasta el momento ha funcionado todo nuestro plan, tanto que las hijas de Dimitri caerán en mis manos y tendré el poder absoluto.

Se removía queriendo que lo soltara, eso parecía no haberle gustado, pero teniendo a esas niñas, el poder estará a mi favor, es la única garantía que pudiera tener que Dimitri tendría para desaparecer. Con Dimitri fuera de todo esto, ellos no buscarían ni que hacer.

Silver: Sus hijas no te darán lo que buscas.

Semion: Muy cierto, pero con Dimitri muerto, todos los demás perderán fuerzas.

Silver: Dimitri… es un Dios, en un Demonio, ambos en el mismo cuerpo.

Semion: Lo sé. Lo sé. Por eso necesito aliados.

Negó con la cabeza, lo solté mirándolo, necesitaba saber muchas cosas de mi hija, pero es como querer buscar una aguja en un pajar, la tiene muy bien escondida, pero era momento de tomar cartas sobre el asunto, así tenga que dar los golpes en contra de los Fiscales que son sus allegados, lo tendría que hacer.

Sostuve mi arma, caminé quedando detrás de él, la levanté frente a él.

Semion: Nadie puede tener una vida feliz, todos tenemos un por que, un precio. ¿Cuál es el tuyo?

Silver: No todos nos vendemos, no todos tienen la oportunidad de conocer la lealtad.

Semion: Lealtad por aquí, lealtad por allí.

Pasé mi brazo por su cuello apuntando su cabeza con el arma… me miraba de reojo.

Semion: Tú haces lo que ellos por ti nunca harán. ¿crees que ellos arriesgarían su pellejo por un simple médico forense? La idea de las células madres regenerativas nunca vino de Dimitri.

Silver: Puede que no, pero él las creo, él dio fruto y vida. Así que él es quien tiene todo el honor para utilizarlas.

Semion: Willow, es el despertar de los muertos, Willow, es la llave de las puertas del infierno.

Silver: Entonces dejen que salgan sus demonios.

Semion: ESOOOOO JAMÁAAAAAS…

PUM!! PUM!! PUM!! PUM!!

Solté su cuerpo dejando caer al lado de la silla… negué con la cabeza.

Semion: Uno más a tu lista Dimitri Fiorelli.

Le di una patada a sus pies, quitando del camino, mis hombres se apresuraron a levantar su cuerpo. Me senté atrayendo la portátil, presioné una tecla activándose, tenía frente a mi el prototipo de células madres regenerativas que tenía mi hija, las formulas establecidas con los químicos especiales  con sus dosis perfecta. Se mostraba ante mi el resultado de la droga más pura.

Semion: Hija, no sé que tenga que pasar, pero este es tu lugar y no con ese hombre que de nada te va a servir.

Pasé mi mirada hacia la foto que teníamos Maella, Nicolas y yo juntos, sostuve el retrato dejando un beso en Nicolas, él ya había dado indicios que Willow estaba cerca de él, solo que su receptor no emitía ni una sola ubicación, pero se mantenía con vida.

Tomé mi móvil, tenía que hacer una llamada muy importante.

Llamada:

- Señor.
- Liberen a los dobles.
- Tenemos el detalle del toque de queda.
- Mejor, así acusarán a los Italianos de ser los que no cumplen con una orden dictaminada por el país.

Terminé la llamada, dejé caer el móvil sobre la mesa mirando el hermoso prototipo de mi hija. Ella sería todo lo que necesito para conseguir territorios que ahora nos pertenecen.

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