Capítulos Sin censura: Mi Infierno... en el Infierno

Capitulo 88

Dimitri:

Bajé la mirada al ver que todos los oficiales estaban formándose para la ceremonia en honor a Alexander, Elena había decidido no tener un sepelio, entendía sus motivos tan fuertes, el dolor la tenía atrapada en este momento. Nosotros desde cierta distancia hacíamos acto de presencia. Teníamos el permiso de Bastian en formar parte de este momento de despedida a un buen compañero, un buen amigo que siempre estaba tranquilo, no había desespero en su persona.

Alexander Flitz, un padre ejemplar, siempre en alto siendo la cabeza de su hogar, nunca tuvimos problemas con él, estaba al tanto de todo lo que se necesitaba, él con un conocimiento y vocación a su profesión, sus primeros empleos como oficial del reformatorio donde conoció al amor de su vida, cuando Elena contaba sus encuentros, sabíamos que era el indicado para ella. Jamás la escuché hablar mal del hombre que tenía a su lado, ni de quejarse, por el contrario, la admiración y el respeto que ella le tenía, lo demostraba con él o sin él presente. Que ella esta algo loquita, pero siempre valorando el hombre que era Alexander. No tenía nada malo que decir de él.

Willow: (susurrando) ¿conocías a Alexander bien?

Miré hacia Willow, tenía la venda en su cabecita por la cirugía que se le había realizado, pero su insistencia de venir no se lo iba a negar en ese momento.

Dimitri: Si, fue un ejemplo a seguir para muchos.

Respiró mirando hacia el Frente. Elena estaba entrando con sus hijos de la mano, Renata y Bastian estaban con ella dando su apoyo, es como debe ser.

Willow: (susurrando) Elena es la mejor amiga de Renata ¿verdad?

Dimitri: Si, ella se conocieron en el reformatorio que ahora dirigen, cada uno tiene un paso muy triste pero juntas lograron superar momentos difíciles, allí contaban siempre con Alexander.

Sostuvo mi mano entrelazando nuestros dedos, ella tenía puesta su atención en mi. Daemon, Nahir, Valentina y Santino miraban hacia el frente.

6 oficiales entraban con el féretro de Alexander en el hombro, todos portaban sus uniformes con colores distintivos en sus rangos. Hasta el mismo presidente Marck Toner tenía que estar presente. El silencio era abrumador, solo las trompetas se podían escuchar con dedicación.

Alexander, no solo fue un hombre que se dedicó en cuerpo y alma a su familia y profesión, enseñó a cada uno de los que estaban bajo su mando, no era de los que veían que tenían que limitarse para saber lo básico, siempre los motivaba a dar un paso más de sus conocimientos, un gran legado dejaba entre los comandantes que estaban a su cargo. Un lugar muy difícil de llenar, con cada uno de los conocimientos y aptitudes que él contaba.

Caminé con Willow de la mano, estaban izando la bandera de nuestro país, el viento resoplaba causando una danza fuerte en con la bandera. Nos detuvimos quedando en la parte de atrás de todos los oficiales, tampoco queríamos llamar la atención. Aunque los presentes, conocían de nuestra presencia con la fiscalía, era mejor mantener el respeto en este momento.

Seal: Hoy… Hoy nos toca despedir a un hombre que siempre fue leal a su patria, con la frente en alto defendía a su país a los suyos, nunca se dio por vencido en nada de lo que tuviera en sus manos. Alexander Flitz, con un final para muchos terrible, pero para su familia en especial a su esposa, hasta el ultimo respiro, dejó en claro sus prioridades. Alexander, Comandante de Fiscalía y defensor de su nación nos deja con un dolor irreparable en ya no estar presente. Siempre estuvo para quien necesitaba ayuda, nunca se negaba en exponer lo que sentía, un hombre hecho y derecho que sacrificó su vida. No fue en combate, no fue en un enfrentamiento, pero si fue antes personas que nos han quitado la tranquilidad de ver el Sol salir, si ante las personas que persiguen un bien común para ellos sin importar el dolor de dejar a una familia sin padre o sin madre. No es un camino fácil para ninguno de los que estábamos presentes. Por que no es despedirse en este día, es un día para honrar la memoria de aquel buen padre, esposo, compañero, hermano, amigo… su memoria la ha dejado en cada uno de los presentes. Hoy le decimos adiós al cuerpo que representaba la imagen de Alexander, pero el amor y cariño que siempre nos brindó se quedará en nuestros corazones.