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¿Qué paso con Enrie? Lo puede explicar Jenna Black y la policía local del estado de Ohio. Con la muerte del padre a potestad del menor, la madre biología tenía sobre este la tenencia absoluta, y pensaba ella, habiéndolo recuperado gracias las conexiones de las amables mujeres adineradas que la contactaron, salir del país con su pequeño hijo para empezar una nueva vida. Pero antes, la policía local le pidió firmar los documentos de anulación de adopción que se mantenían en el estado a nombre de Jenna Black, quién en ese estado, era su madre legitima.

—¿Por qué sigue este niño aquí? —preguntó la rubia al oficial que la veía nervioso con el teléfono pegado a la oreja, y temblaba, ¿Por qué temblaba? — ¿Sucede algo, incompetente oficial?

El uniformado cubrió la bocina de su teléfono y se acercó hacia ella.

—Tuvimos un inconveniente de último momento.

—¿Y? Yo solo vengo a firma un documento de negación.

—Usted no va a firmar nada.

—Disculpe, ¿Qué es lo que está diciendo Usted? ¡Traiga ahora mismo a un superior! Necesito hablar con un superior ahora mismo.

Camino hacia ella con el andar presuroso y el ruido de una cartera pesada, una mujer de mediana edad.

—Jenna, cariño ¿Qué sucede? —era la madre de Tyler—. Me llamaron también. ¿Por qué esta ese feo niño aquí?

Se escondió el niño detrás del oficial que maniobraba un documento hacia la mujer y atendiendo aun con la otra mano la llamada que recibía.

—Aléjeme eso. Yo no voy a firmar nada. De qué se trata todo esto.

El oficial colgó la llamada.

—Señoras tomen asiento. Este es un tema delicado. El niño Ernest Gerard, hijo del fallecido G.W, y la señora E.W, ha entrado en orfandad por segunda vez...

—¿Otra vez? —pregunto la rubia interrumpiendo al oficial.

—Eso no es posible —comentó la madre de Tyler

—¿Se murió la madre o qué? —pidió saber Jenna. Se empezaron a oír los sollozos del niño, el oficial trataba de quitárselo de encima, pero estaba pegado a su pierna—. Shh, calla mocoso.

—La Señora E.G, tuvo un ataque de hipotermia, deambulaban desprotegidos con el menor tratando de llegar a un centro de apoyo social, fueron asaltados en una avenida cuestionable. El menor salió se alta, la madre no resistió. Siento la madre adoptiva legitima, y no habiéndose procedido a su anulación, Sr. Black, usted tiene la completa potestad del niño.

—Que desgracia. Que desafortunada desgracia —decía la Sr. Joseph—. Pero ¿Qué hago yo aquí?

—Señora Joseph, usted hizo entrar a un ilegal al país. La mujer estaba indocumentada y ahora él niño solo tiene a la señora Black.

—La inmigrante está muerta. La seguridad fronteriza del país no me exige nada, me imagino.

—No —dijo la rubia—. No lo quiero. Mi citatorio es de anulación. Llamare a mi abogado.

—Haces bien querida —aconsejaba la mujer mayor.

Entendía, claro que Enrie entendía lo sucedido. Lloro mucho por su madre real pues, aunque la había conocido muy poco y no entendía de que le hablaba, ella lo había cuidado las últimas semanas. Era verdad que los atacaron, le quitaron todo a ella y quedaron perdidos en una ciudad que no conocían, vagaron mucho tratando de encontrar el camino hacia el hospital social pues el niño repetía que tenía amigos ahí y a su tío Brendon. Pero no pudieron llegar, una noche fría que dormían algún auto de policía los recogió y cuando se despertó estaba en un hospital pequeño, una enfermera le decía que su madre había muerto y él, que no entendía nada se puso a llorar. Cómo lloraba ahora que salía corriendo de la comisaria, huyendo de ese oficial y de esas mujeres malas que le sacaron del hospital social donde vivía con Josh solo para hacerlo llorar.

VOICE // JoshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora