VOICE // Joshler

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Cabría decir que mientras sintió su miembro gotear bajo el tacto ajeno, deseo que ese momento  terminará ya, que dejará de tirar de él porque se sentía incómodamente expuesto, y que cuando lo hizo se sintió culpable por haberlo pedido. Cómo había pasado eso, cómo había conseguido gestualizar cada  sensación que atravesó su cuerpo sin detenerse, estaba apenado. Sabía que algo habría echo mal porque Josh no se movía de su lugar, algo habría echo mal porque el mayor había apartado rápidamente su taco cuando se sintió vaciar. Desesperado por su ignorancia, el menor se apresuro en huir de la intimidad, salió de la cama y mientras se acomodaba los pantalones se quedó muy silencioso.

— Jo-josh lo siento, no quise hacer eso —empezó. No podía con su pena, estaba sintiéndose muy culpable.

A duras penas el mayor se incorporó también, reparo primero en conseguir una toalla, y cuando la hallo se limpió las manos reprimiendo una risa, luego limpio los pantalones de Tyler.

—Esta bien...—empezó— A veces pasa.

Tyler lo observó,  hipando y muy alterado. Pensaba en como repararlo, como repararlo.

—¿Me odiaras? — preguntó

— No.

— Pe-pero te ensucie.

— Si... pero ya me limpie —mostró sus manos.  

Tyler volvió la vista a su regazó, ni siquiera entendía como pudo volver a encogerse así, si hasta hace poco estaba enorme. Evocó las clases recibidas, había tomado muchas  pero en ninguna clase religiosa hablaron de que eso iría a parar a otro lugar que no fuera donde debía, y cuando debía. 

 — ¿Qué hice mal?  —preguntó tomando valor.

El mayor lo observó. Tyler era mas pequeño, su silueta contrarrestaba la suya de una forma muy peculiar. Acarició su rodilla mas próxima deteniendo sus ojos en las rendijas que dejabana la luz ingresar al lugar, pronto sonaría la campana. 

— Nada.

— ¿Por qué estas tan serio entonces? ¿No ha salido bien? 

Josh se acercó a su hombro y dejó una presión con sus labios ahí. Si había salido bien, Tyler se había retorcido bajo su tacto gimiendo como a él le gustaba, incluso había mantenido su mirada avergonzada sobre la suya y él había podido apreciar cada reacción que le provocaba. Se había corrido para él, había salido perfecto. 

— No lo sé —sin poder entender aún el por qué de su actitud lo envolvió en un abrazo. Al menos había sacado a Ryan de su cabeza, ahora aunque volvía a estar preocupado, lo estaba por él. 

—Ve a clases.

*** 

Jenna Black, ingresó a Peterson al sonar la segunda campanada. Lucía unos brillantes tacones altos que robaban la atención de sus pasos, sumida en acogedoras miradas por parte de quienes la había ignorado por años, sonrió al sentirse alguien, alguien por fin. A travesó los pasillos con la mirada en alto, y la postura intacta. Era la primera vez que no encontraba el aula vacía, ella solía ser de las primeras en ingresar, aún cuando la puerta recién se abría. No se inmuto en recibir la mirada de sus compañeros pero la mantuvo un poco el descubrir a un desaliñado Tyler, perdido en su mirar al final del aula, pegado a su ventana. El castaño, claramente hablaba con alguien a través del cristal, ella que había estado tanto tiempo estudiándolo reconoció sus gestos, Tyler estaba pidiendo algo. Lo ignoró, con la nueva atención centrada en ella, tomó lugar en un lugar diferente, la tercera fila, jamás había estado tan alejada del pizarron.

— ¿Black? —llamó alguna compañera. Consiguiendo el rostro mas indignado que podría reproducir la enfrento, como no haría nunca. Con mucha aflicción en el rostro la muchacha pelirroja se retractó rápidamente. —¿Jenna? —la rubia asintió.