VOICE // Joshler

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—¿Tú mente? —pregunta incrédulo.

Los sonidos son estimulantes; su voz, el chasquido de su lengua, el rodar de sus ojos, un suspiro pesado, todo lo que lo rodea lo envuelve y Tyler lo acepta, tal vez la idea suene a una locura pero ¿No es una locura lo qué está sucediendo? ¿Qué otro lugar sería éste sino su atormentada mente?

Si brillarán estrellas rojas en mi cielo, las obsequiaría todas a cambio de volver a tú lado.

— Bienvenido —suelta en un hilo de voz. Con un tímido ademan, su brazo izquierdo se extiende en derredor. El contexto es grandioso, sí le pidieran a un soñador explorarlo habría brincado de excitación en el acto, no Josh, él está inseguro.

El de mechones oscuros observó la noche sin concebir la magia.

— Sé que es difícil —empieza Tyler. — Sé que suena a una locura, incluso para mí aún lo es pero he estado  tanto tiempo tratando de asimilarlo que ahora contigo aquí siento que todo será más fácil.

Se acaricia las rodillas. Están sentados bajo la calidez que les proporciona un frondoso árbol sobre ellos, el calor está cerca y el viento sopla lejos.

Josh se recuesta sobre el tronco: — ¿Te digo que creo yo? Creo que estoy soñando contigo, con el viejo Tyler porque lo extraño pero tú no estás realmente aquí, Tyler. Estas enfermo, hospitalizado en una camilla muy lejos de aquí. —señala a los cielos. Estás en la realidad y yo volveré a ella cuando despierte y tú te quedarás aquí porque no perteneces al presente. Somos Misty, Enrie y yo. Cuando despierte y te vea ahí sé que todo volverá a ser normal y que tú olvidaras esa mierda de que he muerto porque prometo curarte y llevarte lejos conmigo, seré mejor en todos los aspectos...

Tyler, que desconoce a ciencia cierta todo lo que ha sucedido con su vida y como Josh ha influido en ella, se sonríe. Si pudiera permanecer junto a él por siempre lo haría sin chispar aún sin saber nada, piensa que no necesita saber nada y ese es un error.

Avergonzado el menor retraé su brazo. — ¿Misty? ¿Así te dijo que se llamaba?

El momento se congela mientras las descuidadas manos de Josh viajaban sobre él, acaricia su cabello con las yemas y acerca su rostro a la pálida piel de su cuello donde con sonrisa agotada toca su piel con los labios. Se siente a él. Aún y con solo sentirlo, el pecho del menor se comprime como una fruta envejecida.

En un sonido ahogado Josh se pone de pie: — En caso de que todo esto sea verdad, ¿Dónde está Enrie?

Intrigado, experimentando aquellas sensaciones que lo hacían vibrar cuando estaba a solas con el mayor Tyler también se pone de pie, en su interior alberga intenciones seguras de rodearlo en un abrazo, está tan agradecido de tenerlo aquí que lo observa sin oír. Desea poder expresar mejor su alegría, ser dueño de las palabras correctas para llegar a Josh y transmitir lo grandioso que es verlo pero...

Josh esta buscando algo sobre sus hombros. — Enrie es pequeño; un niño de cabellos rojos muy desordenados, no camina muy bien pero balbucea mucho.

Ojala fuera una alegría para él reencontrar mi rostro, como lo es para mi tan solo un segundo a su lado

— ¿De quién es el niño? —pregunta Tyler con una sonrisa.

Josh se observa las manos pensativo y enfrenta su rostro: —Es nuestro.

***

— Algo esta mal. —dice de pronto.

Tyler está observando el techo blanco, sus largos brazos descansan junto a sus lados a la altura de su cadera y sus delgadas piernas traslucen por sobre sus pantalones de dormir: —¿Lo sientes Enrie? Algo esta mal.