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La noche llegó junto a sonrisas de alivio. Brendon había invitado a Debby, su vieja amiga de la escuela, a conocer el restaurante tan pronto como pudo ubicarla. Recogió a la joven en su vehículo privado y mientras trivialidades se impartían en el recorrido, no dejaba de preguntarse por qué una mujer tan inteligente como Debby había accedido a trabajar en el Hospital de ayuda social.

— Creo que no hay algo imposible para ti, llegaste desde el otro lado del mundo y además....

— Además, ese vestido —añadió una tercera voz. Ryan viajaba con ellos en el vehículo.

— ¿Qué sucede con mi vestido?

— Es demasiado para una cena con amigos.

— No lo es, a mi gusta, me hace sentir sexy y eso me encanta. —se defendió la castaña con sonrisa tan natural que hizo reír al conductor.

Eso no freno los comentarios del tercero.

— Ryan... —intervino Brendon, atento por el retrovisor. — Sé noble.

— ¿Estas de su lado? Ella finge ser una enfermera.

El rojo vestido de la castaña gozaba de una abertura en la zona alta, destacando con nobleza la zona del busto. Ryan había pillado a Brendon muy concentrado en esa zona antes.

— Creí que eso era parte del plan. defendió la mujer. — Al menos yo cumplí con mi parte.

— Pero te retrasaste. Yo estuve un mes antes aquí. Se supone que llegaríamos ambos de cualquier parte del mundo donde nos encontráramos cuando Brendon hiciera la llamada, pero claro, la señorita decidió llegar treinta días después y que Ryan aprendiera a lavar platos mientras.

Brendon detuvo el vehículo. Debby contra atacaba y su amigo no se quedaba atrás, gesticulando nuevamente el plan inicial del que Brendon los hizo partícipes cuando los reportes periodísticos dejaron de señalar los delitos cometidos de Josh en todo el país.

Debby no estaba muy convencida de que el plan de Brendon fuera a funcionar, aún más cuando acababa de descubrir que la madurez no había llegado a sus amigos aún. La cena fue corta, brindaron por el éxito del plan pero las interrogantes saltaban.

— ¿Estan seguros de que Tyler no recuerda nada?

—*Nada.

— ¿Y si Josh no esta listo?

— Pienso en eso todo el tiempo pero sino nos arriesgamos, un juez puede reabrir en casa en cualquier momento y van a destruir a nuestro amigo.

— ¿Y qué hay de Tyler? —pregunto Ryan.

Brendon tomó mucho aire para seguir.

— Ya hablamos de eso, tyler estará bien él no sabe quién fue Josh, además él no es problema nuestro, no hay solución para él, un juez no lo condenaria jamás menos en su condición.

—Tyler ya estuvo en la cárcel.

— pero él no lo recuerda, ¿no siente pena?

—*Ryan, no seas tonto, su mamá va pagar a los mejores abogados del mundo. Conseguirá algo. Josh no tiene a nadie.

El silencio y los pensamientos se apoderararon del resto de la velada.

Brendon dedujo con rapidez que su amiga no había tenido el tiempo suficiente para rentar un departamento, por lo que generoso, le ofreció a Debby una habitación en el pequeño hotel que rentaba sobre su restaurante. Una comodidad menor a a la que ella acostumbraba acceder pero debido a las circunstancias lo hizo.

VOICE // JoshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora