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"—Tyler.

— ¿Y por qué, Tyler? —preguntó el mayor.

El menor se encogió de hombros. Permanencian sobre escenario porque aún no llegaba nadie. —No lo sé, solo Tyler.

—Mi padre siempre decía, te pusimos Joshua porque nadie más quería llamarse así"

Josh retiraba las enormes cortinas mientras los ojos del castaño no perdían de vista la tinta impresa sobre su piel. Abrió la boca para dejar salir algo, pero un sonido tarjante comenzó a desenfocarlo, pronto empezó a sentirse absorbido por algo más allá de su entendimiento. Y en un abrir y cerrar de ojos, se encontró nuevamente en su habitación.

Despertó sobresaltado, había tenido un sueño bastante extraño donde Josh lo llevaba en brazos a algún lado y él permanencia inconsiente. Lo había abandonado luego, en una fría habitación. Tallandose los perezosos ojos se encontró con el retrato colgante de Jesucristo frente a él. Sumido en su vergüenza, se ocultó bajo las sabanas, tratando de esconder sus pensamientos.

Unos gritos no tardaron en aclararlo todo. El reloj marcaba las 9:00 am, lo que significaba que el día había empezado hace mucho y su plató se enfriaba piso por debajo de su alcoba. Anonadado, y haciendo esfuerzo supra-humano para continuar su sueño mientras sus piernas lo guiaban, llegó al salón principal sólo para escuchar su propia voz.

— ¿Mamá? ¿Papá? ¿Zack?

Crucificada entre dos tallitos de apio magnetizados, figuraba una pobre hoja que al parecer fue arrancada de último minuto.

"ESTAMOS MUY AVERGONZADOS POR ESTE COMPORTAMIENTO JOVENCITO. RESPETA A TU FE, MADRUGA"

Pdta: En el microondas encontrarás tu desayuno. Almorzaremos en la casa de los Black, vístete bien y se puntual. »

La nota no tenía destinatario, Tyler pensó que cada uno había añadido lo suyo al mensaje. Esperaba de corazón que fuera su madre la que se preocupó por su desayuno porque de no ser así, no vería la luz en unas semanas. Sentado frente a un retrato de Da Vinci, empezó a preguntarse cuánto tiempo más ocultaría esto. Tyler solía ser muy persuasivo con todo, pero últimamente las cosas estaban siendo muy extrañas, meses atrás jamás habría despertado lo suficientemente tarde para ir a misa. Meses atrás, ni siquiera se había visualizado con un amigo como Ryan, aunque éste ya no pasaba tanto tiempo con él. Mucho menos se visualizaba haciendo lo que ahora hacía. ¿Qué cambio?

Crecer era preocupante, tener más responsabilidades era aterrador. Tomar decisiones parecía la cosa más difícil del mundo. Ser un chico era normal, su vida siempre había sido normal ¿Por qué cambiar todo de pronto? Solo porque apareció alguien, ¿nada más por eso?

Tyler, encendió el televisor, pulso el botón de subir y paso por todos los canales que sus padres prohibían, había chicas despampanantes en los comerciales, chicas en trajes de baño y enormes senos saltando a la orilla de la piscina. En el fondo había chicos sosteniendo latas de cerveza. Tyler ni siquiera presto interés en el propósito del comercial, se encontró observando la lata, era una Old M. como las que había en la caseta de Josh. Enojado, apago el televisor. Aparto su comida, no desayunaría hoy, se castigaría así mismo por pecador, por lujurioso, por mentiroso, por codicioso, por no ser normal y pensar en mujeres como todos los demás. Necesitaba hablar con alguien, alguien experimentado.

Brendon.

Pero Brendon tenía elacceso prohibido a su casa, recordó el por qué. Sucedió hace dos primaveras: 

"— ¿Tyler cito, puedes mover esos piececitos más despacito? ¡Estoy por tener un paro cardiaco!

— Exageras.

— ¡Vienes corriendo dos cuadras! ¡¿Qué mierda viste?¡ ¿A la reina de Inglaterra donando sangre?! ¡deja de correr!

—Lo siento Brendon, no puedo parar.

Había corrido tanto ese día que temió terminar en la sala de emergencia con un tanque de oxígeno adherido a la intravenosa. Pero no estaba loco, había visto un ejemplar de Conichi en la espalda de un turista, un tipo flacucho de cabello largo que vagabundeaba con el instrumento sin saber que tenía la joya más preciada para un Joseph. Era la primera que veía en América y había ido tras ella. Su amigo pagó las consecuencias con una buena suma de amenazas por parte de su madre, cuando volvió con el semblante tan pálido.

Ahora, mientras la cuchara buscaba más cereal dentro de su plato medio vacío, entendió porque Brendon había dejado de acompañarlo a casa. No debía ser muy bueno pasar tiempo con él, con tanto engreimiento que proyectaba, era infantil sí y tal vez eso alejaba a sus amigos.

"—¿Por qué diablos compraste una mini guitarrita?

—No es una "mini guitarrita" se llama Ukelele. En la otra América lo llaman charanguito. Además, no maldigas que pones en riesgo tu alma.

—Esta bien... ¿Por qué diablos compraste un charanguito?

—Llámalo Ukelele suena mejor.

—Suena a Jamaica, el caribe, arboles, coco, tengo sed.

—No entiendes, no puedes entender. No se te da.

—Uy lo siento, genio. Mi pobre cerebro no puede retener tan complica información.

—Es porque la música no es para todos, mucho menos para pobres ignorantes.

Brendon sabía que Tyler hacía música, lo había escuchado cantar muchas veces y era realmente bueno, pero nunca lo escucho tocar un ukelele. Conocía a su amigo, sabia que tarde o temprano dominaría el instrumento, era un maldito engreído petulante de la alta sociedad, pero era un buen tipo y muy listo también. Lo que no sabia era si permanecería ahí para verlo conseguirlo, con esa actitud quién podría.

— Vete a la mierda —dijo de pronto. —Y cásate con ella, tengan hijitos mojones que tocan ukeleles de mierda y hablan con frasecitas extrajeras".

Después de todo Brendon había vuelto a hablarle ¿no? Tal vez ya había madurado lo suficiente. Decidido, y sin más rodeos, marcó el número de quién lo acompañaría en esta locura, debía ser alguien más centrad:

Ryan apagado

Bueno, tal vez era tiempo de darle una oportunidad a su viejo amigo. 

Brendon apagado, llamada desviada, número bloqueado. 

Tocaba hacer las cosas solo. 

Con la ayuda de un buzo de Zack, y la camiseta más grafica que encontró, abrigo su cabeza con un beaine oscuro y pegamento otra nota junto a la que había encontrado.

«Voy a dormir en casa de Ryan. Un amigo que hice en la escuela.

Pdta. : Un amigo a quién yo escogí»

VOICE // JoshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora