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Zack visualizó a la rubia al interior de su auto. Aseguró la puerta antes de caminar hacía el vehículo con las manos en los bolsillos, y con la mirada cabizbaja ingresó también. Se recostó sobre el volante, con la mirada fija en la ventana que daba a la habitación de su hermano, y se permitió dejar de mirar cerrando los ojos.

—¿Y si no estuvo bien, lo que hicimos? —preguntó de pronto.

La menor se traslado a los asientos delanteros, encontró el lugar muy acogedor esta tarde en su compañía. Tomó las manos de Zack y la entrelazo con las suyas dejando un beso sobre los nudillos.

— Todo esta bien. —aseguró— Incluso mejor. Con Tyler vigilado, Josh ya no podrá acercarse a él y su lado malo no volverá. Tyler no podrá recordar, todo esta quedando perfecto.

Aún podía escuchar las palabras temblorosas de su hermano, cómo temblaba su cuerpo tratando de ocultarse en una esquina de la pared escondiendo su rostro con los brazos, tratando de huir de los gritos que vociferaba su padre, todo mezclado con el llanto de la madre que no hacía nada por protegerlo, nada más que ponerse a rezar por la salvación de su hijo. Zack había abandonado el lugar sin más, no se imaginó que así reaccionaría su padre pero vamos ¿existía otra forma a reacionar a esto? Tal vez fue mala idea decir que Tyler escondía entre su ropa las prendas de otro hombre. Sí, tal vez ese fue su error pero ahora que veía a la rubia a los ojos, tan tranquila y confiada no pudo dejar que la culpa lo invada.

—No debiste haber inventado lo último. No sabemos si Tyler es eso realmente.

La menor no sé desprendió del agarre,  lo profundizó más.

— ¿No fuiste tú, quién dijo que Tyler te confío que le gustaba Josh? ¿No los viste tú el otro día en la calle tomandos de la mano, como la gente normal? —señaló sus manos entrelazadas  —¿Viste que se besaron Zack? porque yo lo ví y fue asqueroso.

El mayor deshizo el agarre y se metió las manos a los bolsillos, quería un cigarrillo y cuando consiguió lo encendio rápido. No podía olvidar la mirada de terror de su hermano, no podía. Siempre había intentado ser un buen hermno, Tyler era su hermanito, cómo pudo hacer eso. Mientras el humo salía de sus labios, la nicotina que resulve los problemas y convierte un asesinato en un juego le aconsejó  que no todo estaba perdido. Tyler no se iba a morir, podían internarlo en algún lugar y si se trataba de la imagen familiar hasta podían inventar algo frente a los demás, ¿por qué tenia que ser así?

Tiró la cabeza detrás dejando al humo salirsele por la nariz. La rubia se escondió la cajetilla de cigarros en el bolsillo y le quitó el que descanzaba en sus labios.

—No quiero que fumes, es malo.

El hombre sonrió, la tenía a ella. Jenna Black la niña perfecta que su madre había escogido para su hermano, ¿por qué tyler no se quedo con ella? Jenna era atractiva, era joven, muy inteligente y se conocían bien. No lo entendía, no podía entender porque fijarse en otro hombre. Le hervía la sangre de solo imaginar que su hermano se comportaba como el sumiso en la relación, le hervia la sangre porque se podía imaginar que signifacaba eso. Si alguien tenía la culpa según Zack, ese era el pervertido del jardinero. Un don nadie, una simple mancha en Peterson. ¿Cómo pudo pasar? Quería entenderlo pero no podía, no podía aceptar tanta locura.

— ¿Zack? —la rubia estaba tratando de llegar a él, jugaba con sus manos, trataba de mantenerlo en tierra. — ¿Qué es lo que en verdad te preocupa?—preguntó preocupada.

—Que salgan heridos

—¿Quienes? ¿Tyler y Josh? Si nosotros no los queremos juntos.

Zack cerró los ojos, su cabeza iba a explotar. Queria ver a su padre fuera de casa, queria tener la certeza que Tyler estaba solo en su habitación, llorando pero a salvo.

—No lo sé —gritó.

La rubia retrocedio asustada, observó la enorme casa frente a ellos, era cierto que las cortinas en la habitación de Tyler estaban cerradas lo que suponía que seguía el sermón ahí dentro. Una ligera brisa de culpa la acarició.

— Tal vez no debí decir que Tyler salía con un chico en la escuela. —admitió la mujer.

Zack la atrajó hacía él, no podían hacer nada ya estaba echo, la decisión de sus padres sería el punto final, tocaba esperar si habían actuado bien, no importaba ya estaba hecho.

—No es tu culpa estabas preocupada por él —aseguró— Y yo también lo estaba, aún lo estoy.

***

Tyler seguía temblando, hace unos segundos que su padre había atravezado el umbral lanzando gritos. Oyó el seguro de la puerta y no pudo evitar sentirse más tranquilo, aunque no tenia poder alguno de quién ingresará se permitió respirar a sabiendas que estaría solo por un rato. No podía procesarlo todo, no queria hacerlo tampoco, solo estaba adolorido porque la bofetada que lo había mandado al suelo aún latia sobre su piel. Estaría tornandose peligrosa porque sentía toda el área emtumecida pero no le importó, buscó pañuelos para detenerse el sangrado del labio, pues su camiseta ya estaba toda empapada. Estaba maldiciendo haber dejado que Zack lo descubriera buscando la chaqueta la última vez, pero lo que más se lamentaba era que no podía confiar en nadie. Estaba solo, su mundo se había derrumbado y no sabía que hacer.

No sabía como empezar a unir sus piezas, se sentía expuesto, su padre había utilizado muchos adjetivos para describir en lo que, a su parecer, Tyler se había convertido, palabras que lo hacian derramar cargadas lágrimas de impotencia. ¿Por qué no venían por él? ¿por qué alguien no lo rescataba? Tenía miedo. No le gustaba las personas pero daría lo poco de sus fuerzas por pedir ayuda porque se sentía en peligro. Su madre había dicho algo sobre llevarlo a que lo revisen, algo sobre enfermedades de trasmisión sexual, algo que ni siquiera él se había imaginado. Su padre había descrito situaciones muy bochornosas y temía que ellos realmente creyeran que él haría esas cosas. No era cierto, y quería poder defenderse, quería decir que no, que no estaba enfermo, que no daba asco.

Solo consiguio refugió al interior de las sabanas, la chaqueta descanzaba aqui porque la había levantado luego de que su padre la pisoteara. Ahora le tenía miedo a esa prenda, le tenía mucho miedo porque era cruel. Porque al parecer querer a alguien era malo muy malo y sucio, y él estaba sucio.

Observó la chaqueta en el suelo y se encogió bajo las sabanas.

— Ellos no saben tú nombre Josh —murmuro en temblores— Y no conseguirán que yo te delate.

***

Jenna despidió a Zack con un beso.
quién se alejó en su vehículo lentamente. Esperó a que se alejará lo fuciente y pidió un taxi.

El chófer la recibió con una sonrisa.
— ¿A dónde desea ir señorita?

—Buenas, noches. Al hospital por favor.

Tal vez Tyler ya no intentaría nada con Josh, tal vez luego de estar tan cerca a ser descubierto lo oculté para protejerlo, tal vez Josh le pediria que eso hiciera.

Tenía que ir un paso antes.

Segura de su decisión, bajó del vehículo cuando este se detuvo. Telefoneó a su madre por el número de alguno de los tantos amigos que tenían en el interior de estas oficinas y se movió rápido en el interior hasta dar con las cosas extraviadas de los pacientes. Josh podía ser mayor pero ella era mujer, y como todas había leido muchas novelas.

— Aquí estas —sostuvó el !Phone gris entre manos. Estaba al dia en la fecha y aún registraba el último mensaje que llegó. Decidió no abirlo, lo metió en su cartera y salió del lugar.

Todos necesitamos un haz bajo la manga.

***
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VOICE // JoshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora