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Está solo en las escaleras. La presentación a sido un completo desastre, término hace un par de horas y su dolor de cabeza aún no se va. Josh, que lo espiaba desde los asientos finales, a decidido al fin acercarse.

Hubo una apresurada celebración con los presentes cuando el telón cayó, al parecer Brendon tenía un haz bajo la manga, por si algo salía mal, y vaya que salió mal. Los padres habían empezado a retirarse luego de que de la boca de Tyler no saliera nada por más de veinte minutos, muchos lo tomaron como una mala broma, otros parte del show, los que se sabían el guión trataron de ayudar pero nada se pudo hacer. No hubo aplausos ni palabras finales, no hubo oportunidad para agradecer el esfuerzo de los demás. Solo hubo un Josh avergonzado disculpándose con todos. La celebración de Brendon apaciguo a muchos, por lo menos los chicos del teatro no querían matarlo pero estaban si muy decepcionados. Josh estuvo en la celebración pues era su obligación pero había conseguido huir luego de que Sor Ronda y el Reverendo Morgan lo perdieron de vista.

— ¿Tyler?  

En cualquier otro momento Tyler hubiera corrido a sus brazos, se hubiera ocultado en su pecho y hubiera podido sanar dejando a su pecho liberar todo ese dolor, pero no hoy, no después de todo.

—¿Uh? —se frotó los ojos apartando las lágrimas secas. —Creí que el lugar estaba cerrado.

—¿Olvidas que yo guardo las llaves?

Sin esperar algún comentario, porque sabía que no vendría ninguno, tomó lugar junto a él en las gradas. En este lugar se habían presentado formalmente, se conocieron aquí la primera vez, podía recordarlo.

"Joshua suena a agua"

El mayor jugueteaba con su vaso de cerveza embelesado en los recuerdos. Todo había salido mal, era cierto, pero que iban a hacer sucedió así y ya. Josh observó a Tyler con una sonrisa, trataba de entender como había sido tan ciego para no verlo antes. Ya no veía a Tyler como un estudiante, un amigo o un acoston más. Observándolo así, pequeño, asustado y temeroso le invadieron enormes ganas de protegerlo.

Recordó mucho de lo que se había prometido olvidar porque con Tyler al costado, superarlo era imposible.

Espiando su perfil, y recordando su piel, le tendió el vaso que sostenía. El castaño estaba indiferente y cabizbajo. Cuando lo notó ignorarlo Josh empujó el vaso rojo contra su hombro más insistente.

—¡Para! —gritó Tyler.

Esta bien, se detuvo, pero cuando el pecho de Tyler dejó de subir y bajar volvió a insistir golpeando el plástico contra sus manos.

—¡Déjame en paz! ¡¿Que quieres?!

¿Gritaba? Qué sucedía con él, Josh trató de comprender que seguramente el menor jamás había pasado por algo similar, que no debía molestando. Tyler lo volvió a sorprender, tomó el vaso de sus manos, se lo arrebato con fuerza logrando asustarlo. Se asustó, fueron un par de segundos pero en realidad temió, Tyler nunca se había defendido así.

No había mucho tiempo ahora que tenía su atención. Apresurado, se corrió un poco dejando libre un espacio entre ambos y dio dos golpetees a la madera, intento que entendiera pero fue interrumpido por el vaso. Tyler se lo había arrojado.

—Debes estar muy enfermo para esto Josh. —dijo señalando el vaso— No voy a volver a hacer algo por ti nunca más.

Bajó enfadado de un salto las escaleras, tomó su mochila y metió el sombrero de plumas traía sobre la cabeza. Lo obligo a ingresar a la fuerza, logrando que algunas plumas se desprendieran del mismo.

—Tyler, no te vayas —fue detenido por Josh—  sé que no es culpa tuya ¿Está bien? Estas cosas pasan, no eres perfecto ni deberías preocuparte por conseguirlo.

VOICE // JoshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora