VOICE // Joshler

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Meses después

La búsqueda a sido ardua, no hay día en el que Josh no despierte con pesadillas desde lo ocurrido "Solo son sueños" piensa. Inclinando la cabeza con pesadez, nota un pequeño bulto adherido a su pecho, la cama es enorme pero esta estropeada. A su barbilla llega la cabellera roja del pequeño que ha acogido, lo observa. El pequeño niño esta dormido, su respiración calmada eleva su encogido cuerpecito que se protege contra el suyo en confianza, los ojos que lo observan sonríen "No es malo" se dice, "Si salvo también a Enrie, él no estaba tan loco"

El desayuno son cajas de cereal que han caducado hace mucho, la leche que ha conseguido ya se ha descongelado y  aguarda sobre la humilde mesa junto al viejo cristal que hace de ventana dejando al sol iluminar el lugar. 

—Noo —son pocas las palabras que ha articulado el niño desde que lo conoció y tal vez sea por su temprana edad pero Josh, que no ha tenido al cuidado a ninguno antes, habla con él como un adulto a otro. — Si lo tiras, nos quedaremos sin comida todo el día. —reprocha. 

La mirada resentida del más pequeño lo sigue desde un lado de la sala hacía el otro, Josh lo ha dejado sobre una silla alta con libros de soporte. Algunas galletas son su desayuno y almuerzo hoy. —Come rápido que tenemos que seguir buscando a Tyler. —mete un par de galletas a su boca— Piensa que hoy podemos encontrarlo, tienes que ser más positivo ¿De acuerdo Enrie? 

El niño balbucea enterrando las manos dentro del tazón de cereal, una pequeña porción se adhiere pegajoso y empieza a chuparse los dedos, entre balbuceos intenta contestarle al mayor.

— Comerás algo mejor después, tienes suerte en los supermercados. —dice Josh. El sillón desgastado no puede contenerlo más, una parte de él se hundió en el viejo cuero. — ¡Mierda!

Los balbuceos del más pequeño se unen a sus maldiciones y pronto ambos están riendo casi en sincronía. Es una rutina donde el más pequeño se esta acostumbrando a sus cuidados.

Con el niño en brazos, caminan largas calles de un punto al otro sin saber realmente a donde se dirigen, las personas le abren el paso y los oficiales de transito le brindan las indicaciones que pide pues ven a un joven padre con su pequeño en brazos. Han pasado muchas semanas desde lo ocurrido, y por suerte ninguna foto suya salió en los noticieros, la familia de Tyler cubrió tanto el asunto que el nombre del abogado que defendía al menor  sigue siendo un misterio para él, recuerda al castaño mencionarlo pero no lo evoca, si el niño hablara preguntaría por sus padres pero como no puede solo balbucea por la atención del mayor cuando siente algún malestar. Sobre Tyler, Josh esta convencido de que su familia lo a escondido después del accidente, no podían devolverlo a prisión de todos modos ya había conseguido su libertad, lo que más le impresiona es que no lo busquen aunque cree saber por qué.

"Ellos creen que estoy muerto"

— ¿Quieres una galleta, pequeño? —oye de pronto una voz desconocida junto a él. Josh toma al pequeño y lo cambia de posición en forma protectora empezando a alejarse. Lo oye nuevamente.— ¡Hey espera! 

Siente al pequeño estirándose por volver a donde el extraño pero se rehúsa a complacerlo, sigue caminado recordando el peligro que simbolizan los extraños ahora.

— Esta bien supongo que puedo saludar a un viejo amigo después, espero que Tyler no esté muy apenado por esto.

Ni un solo paso más, no pudo dar ninguno más. Ya volvía sobre sus talones con tanto asombro cuando reconoció al joven que había esta oyendo, era un rostro conocido. 

— ¡Brendon!  

*** 

Hace mucho que Josh no visitaba un restaurante, es más, fueron pocas las veces que lo hizo durante su vida realmente, no se sentía cómodo pero Brendon condujo su vehículo unas cinco cuadras hasta "Nourriture Mignonne" el mejor restaurante francés de la ciudad, o eso oyó a su amigo. No quería entristecer pero había tanto por contar, tantas preguntas que hacer, tanto de que quejarse que por unos segundos quiso llorar de impotencia, se contuvo.