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Josh aseguró la entrega principal agotado. Despidió a lo lejos al señor Morgan y Sor Ronda, su tía y el Reverendo irían a un evento particular a las afueras de la ciudad, con ellos las demás sacerdotisas, razón por la cual le tocaba hacer guardia. De todas formas vivía aquí.

—Adios, cuídense.

Ingresó. Peterson siempre era enorme, los pasillos no dejaban de impresionarlo. Dirigió su agotado cuerpo al interior del almacén donde guardaba los utencilios de limpieza, ahí se deshizo de su arapos. Necesitaba darse una buena ducha, quitarse todo el pesar y descanzar el cuerpo para el día siguiente. Haría todo pero antes tenía que ver por última vez su escenario.

Hasta aquí llegó permitiendose apreciarlo por último vez. Mañana sería el gran día, tomó aire grabando en su mente todo los detalles, después de esto volvería a ser un simple jardinero.

De vuelta a su caseta, alistó la ropa que usaría en lo que quedaba del día. Pensaba dormir, era poco más del medio día pero habíendose pasado toda la madrugada limpiando se sentía agotadizimo.

Todo iba bien hasta que sabiendo que era el único en Peterson, oyó la puerta sonar.

Sabía que habían dos posibles respuestas, era un fantasma o ...

—¿Tyler?

Silencio, nadie contesto. Empezó a retrocer despacio hasta que un murmullo llamó su atención.

—J- josh.

Era Tyler. Se acomodó un poco el cabello y olfateo la camiseta que llevaba puesta, estaba sudoroso aun no pasaba por la regadera. Tenía que recibirlo de alguna forma así que ignorándose practico su mejor sonrisa y se animó en abrir la puerta.

—Tyler que sorpresa...

Pero no terminó, no pudo porque el menor se abalanzó sobre él tan rápido que ambos cayeron. Tyler estaba congelado, temblando y muy asustado. Levantó el rostro buscando al menor y lo que observó lo hizo maldecir.

—¿Quién te hizo esto?

Tyler tenía una mancha violácea coloreando su mejilla izquierda y una grotesca cicatriz en el labio inferior que lo hacía temblar ligeramente haciendose más perceptible. Se veía lastimado, asustado y ¿feliz?

—¿Tyler que paso, por qué lloras?

Lo abrazó más, encogió su rostro en su pecho y se dejó ocultar.

—E- estoy feliz de verte.

—¿Verme? —se burló el mayor.— Nos vimos hace dos días.

—Pero yo te extrañe mucho.

***

Josh tomó al más joven y lo sentó entre sus piernas. Trataba de convencerlo por millonésima vez  de que hablará, que dijera lo que había pasado porque alguien tenía que haberlo golpeado para terminar en ese estado, alguien tenía que haberlo dejado sin comer tampoco porque devoró su almuerzo mientras él se bañaba.

—Tyler ¿Vas a decirme qué haces aquí?

El menor seguía silencioso, sino tenía por donde empezar podía ir ingeniándose algo porque realmente no le gustaba verlo así.

—¿Está todo bien? —siguió intentando.

Tyler se tomó su tiempo, respiro profundo muchas veces antes de poder encontrar sus palabras. Negó como respuesta a las demandas de Josh, y logró empezar.

VOICE // JoshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora