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Tyler despertó al medió día, había pasado demasiados horas inconsciente, el lugar era todo silencio y su estomago se retorció. Se pregunto si todo había sido un sueño pero el dolor en su boca le confió que todo había sucedido. Tomó una ducha, una larga y paciente ducha donde trato de quitarse todo de la piel. Su padre había dicho que era un demonio, una desgracia de Dios, un monstruo, un pecador, y un ninfomano aunque no sabía que era eso, sonaba feo. Estuvo una hora en la regadera tiempo durante el que se dio innumerables cambios de jabón y humectantes. ¿En verdad era eso? Por lo que había oído de sus padres, una fuente cercana (Jenna) les dijo que él tenía un novio en la escuela, que era de él la chaqueta y que se la había dejado como premio por alguna situación en la cual se desprendió de la prenda. Razón suficiente para idearse lo demás, sus padres estaban convencidos de que había mantenido relaciones sexuales con otro hombre, nada más alejado de lo real, nada mas descabellado. No había hecho eso, y era verdad. Iría, si lo obligaban a ir al medico iría aunque le avergonzaba en sobre manera que lo revisen dando por echo algo tan fuera de lugar.

Mientras se vestía y escuchaba a su estomago rugir cayó en cuenta de que no sabía nada de esas pruebas, no sabía nada. ¿Podían arrojar esas pruebas de lo que sí hicieron con Josh? Avergonzado alejó todas sus ideas, tal vez si habían hecho enojar a Dios. Tal vez si habían echo, de todas fromas ¿cómo era? Sabía como eran las relaciones sexuales entre un hombre y una mujer, lo natural porque entre hombres no se podía, así que no había pruebas de que él hubiera estado con Josh. Lo otro se llamaba masturbación, estaba seguro de eso, y eso habían echo, solo eso, no podían sentenciarlo por eso.

Si si podían, sus padres podían hacerlo.

Avergonzado, culpable y asustado volvió a su cama. No podía bajar de todas formas la puerta estaba asegurada, tenía hambre pero tendría que aguantarse. Solo la piadosa culpa de sus padres lo salvaría cuando se tranquilicen. No dudaba de que ahora mismo estuvieran retirandolo de Peterson, de la ciudad, incluso del país. Era así sucederia así.

— Hiciste un gran show, Josh —murmuro— El mejor show, y me lo voy a perder.

No podía pedir mucho salvo que nadie mencione a Josh y no descubran que era de él la chaqueta, pero podía quejarse. Podía sentirse mal porque aunque estuvieran condelandolo por eso lo había hecho, había estado con un chico, con otro hombre, lo había tocado y se habia dejado tocar por él, estaba echo y no podía cambiarlo. Tampoco se arrepentía de eso jamás lo haría.

Dios, me gusta, ¿Puedo estar con él?

Había cerrado los ojos antes la pregunta y cuando los abrió no había nada. No habían truenos, no había eclipse, el mundo no se estaba acabando porque confesaba que le gustaba un hombre. Que locura era el juicio, qué estupidez lastimar a una persona solo por querer a otra.

Gracias

***

Josh visualizó el escenario final estaba listo. Las nubes gordas atrapadas en el cielo empolvado, las casitas de madera, el establo, el bar. De haber tenido a Tyler lo hubiera besado solo porque ahora habían dos cosas perfectas en su vida. El show de teatro y Tyler. Jamás pensó en eso, jamás se vio como un maestro organizador, nunca fue algo.

Esto lo hiciste tú, Josh —se dijo.

Vaya que orgulloso estaba, faltaban dos días para el gran show estaba entusiasmado. Si todo salía bien, si todo era un éxito como ya lo profetizaban todos, tal vez y solo tal vez si Tyler estaba de acuerdo podría tomarse el teatro enserio, como una profesión. Era muy prematuro pensar esto pero vaya que no era imposible. Había dirigido a estos chicos durante largas semanas durante el año, muy particular de sus habilidades claro, de eso se trataba. El teatro era guiar a las estrellas. Y eso había hecho.

Tyler, todo es gracias a ti.

Brendon había dirgido también, y Debby había ayudado mucho para que todo funcione pero entre todos Tyler había ayudado más. Y siendo sincero con su orgullo, sabía que Tyler no había movido ni un solo dedo en sus participaciones anteriores, Brendon se lo había confiado, el azabache le contó que el castaño antes hacía su escena y se iba, que siempre fue así y que por eso era el mejor por ser tan solitario estando tan concentrado siempre. Pero las cosas habian cambiado, aunque Josh quisiera borrar esa sonrisa que se dibujaba en sus labios cuando pensaba en ello, sabía que gran parte de lo que había echo Tyler había sido con un pequño empujón por él. No era un niño no sería modesto ahora. Tyler Joseph se involucró más en el teatro por él, y si había conseguido que una roca tan dura con Tyler se ablandará sabía que podría conseguir lo que sea. Hasta podría moldear a una Jenna Black pero decidió no fantasear tanto.

—Te veo muy pensativo ¿Qué le haces a Tyler en tu mente?

Sobresaltado descubrió a la castaña detrás suyo. Debby habría ingresado quién sabe cuando y ahora lo miraba atenta esperando alguna respuesta, como si hubiera alguna.

—No eres tan inocente como pense.

La muchacha sonrió —Puedes estar mirandolo a escondidas en tu mente. ¿qué pensaste tú?

Con todo listo solo faltaba contar los días, esperar, preparar la mejor cara e ir practicando el discurso que le debía a los padres, inventarse anécdotas y memorizar el nombre de todos. Sí, haria menciones especiales y sabía quienes la recibirían.

— Yo no lo espio a escondidas, era él quién hacía eso.

— ¿Así? —sé pregunto ella— que tierno.

—No es tierno a mí me daba miedo.

—Tyler es muy tierno.

Josh la observó, y la morena dejó de hablar.

—Tranquilo boss, no te lo voy a quitar. Tyler es tierno sólo contigo.

—Los homosexuales son tiernos con todos. —aseguró.

La muchacha lo observó también, esperando a que continuará pero nada llegó así que dando un par de pasos hacía su mochila, que estaba tirada a un rincón, dijo:

—No conozco mucho a Tyler, pero sé que no le gustan las etiquetas.

—¿A que te refieres?

Se colgó la mochila al hombro —A que.... si alguien no quiere que lo llamen así no puedes hacerlo.

Y desapareció. Debby se alejó contoneado esa falda que a Josh distraía mucho, y cuando se hubo ido se dió él mismo el trabajo de pensar en sus palabras. Era cierto, Debby no lo conocía bien pero sabía lo esencial, Tyler odiaba las etiquetas, lo había vivido él en carne propia cuando fue a su habitación y se lo preguntó. Ahora que se lo pensaba bien estaba seguro que Tyler ni sabía que era homosexual, después de todo lo que habian hecho. Admitía que le gustaba él, aceptaba que le gustaba un chico pero Tyler no se había planteado lo que eso significaba.

Josh pensó en Lovely, tan delicada, suave, y sonriente. Ella por ejemplo estaba diseñada para ser un ángel, su ángel. Tyler era similar pero en una versión masculina ¿lo ves? Tyler era eso, probablemente siempre lo sería, y sino hubiera sido de él se habría enamorado de otro chico. Estaba en su piel no podía cambiarlo. Pensando en eso recordó que el niño le debía aún dos favores, y ya que el teatro terminaba también lo haria eso pequeño que tenían. Deseó con el corazón que Tyler no se hubiera enomamorado realmente porque ahora tocaba alejarse y si era así seria un poco difícil, difícil no imposible. Y como ya todo terminaba tocaba el premio mayor, y tendría que recibirlo él.

Tocaba Tyler, tocaba acabar el show con Tyler, tocaba tenerlo bajó él gemiendo su nombre con el cuerpo tembloroso y desprendiendo de él esa escencia, ese aroma a inocencia. Tocaba terminar con esto que había creado de todas formas, porque como se lo había recodado Debby así era Tyler, tal vez no se dejaba etiquetar pero al final del día esa era su función. Eso era el amor para Josh, una historia corta que terminaba en un orgasmo. Realmente no le apasianaba llamarlo amor, era más un enamoramiento pasajero porque como Tyler habian muchos y habrían más si queria seguir probando si jugaba para ese equipo, pero Tyler, por ser su primera vez sería solo él, sería de Josh.

Un orgasmo mas para la lista, y vaya que con esté se tardó mucho.

***
3/3

VOICE // JoshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora