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Todo lo quería era besarlo y término recostado bajo su cuerpo perdiendose en su sonrisa. Amar así lograba opacar sus pensamientos, inclusó la luz de la luna se intimidaba de su luz. Tomó al más delgado sumergiendolo bajó su peso, recorrió con sus labios la pálida piel de su cuello masajeando con cautela su estrecha cintura, aprisionado su cuerpo al suyo.

—Cierra la puerta —pidió entre besos. Solo Tyler había ingresado, suspendía al otro en la entrada principial. Lo hizo, tiró de él sumergiendolo al interior, y éste tiró la puerta tras de sí aseguradola.

El departamento era más pequeño que el anterior. No importó, no importó que las luces estuvieran apagadas, no importó porque el castaño ya se estaba desabrochando los pantalones en la oscuridad.

—Yo quiero verte —murmuro con una voz infantil. Le gustaba sonar como sabía que Josh recordaba a Tyler.

Mantenerlo engañado había resultado muy fácil.

—No se puede cariño—. Josh sujetaba su pequeño rostro entre manos batallando contra su boca, perdiendo su lengua entre la continúa. Hacia intervalos para hablar. —Porque tú eres muy miedoso.

Tyler se sonrió, siguió jugando con los pantalones del contrario hasta lograr que estos empezarán a caer.

—¿Enserio quieres perderte esto Josh? —ronroneo— Voy a meterme tú enorme pene en la boca, ¿Y no quieres verlo? —movió sugerentes sus labios contra él.

Accediendo a sus demandas, como pudo encendió el interruptor, lo que llevó sus condeados quince minutos.

—Buen chico —aplaudio Tyler.

Lo segundo que oyó fueron las rodillas del menor chocar contra el suelo, y pronto sintió sus manos acariarle lasivo. Cerró los ojos, Josh lo sintió besarle el abdomen. Arrodillado así, no le permitió pensamiento juicioso alguno. Huiría con él a dónde deseará.

Tyler observó el miembro ligeramente endurecido, y lo observó a él en intervalos, miéntras le sonreía a ambos curioso.

—Holaaa —saludo al miembro con una enorme sonrisa— ¿Tú eres el amiguito de Josh?

Josh quiso cerrar los ojos, quiso ignorar la escena pero no pudo ¿Esto estaba pasando?

—¿Puedes ser malo conmigo? —siguio hablando el menor, suspendia al miembro acercadolo a su rostro —Quiero que seas malo. —le dió una lamida.

Si, se iría con esté chico al fin del mundo. Las manos del menor acariciaron sus piernas antes de rodear el miembro y llenarlo en su cabidad. Cerró los ojos, aún ocupando los labios sabia que el menor estaba sonriendo, burlándose, porque podía sentirlo así. No se lo pensó más e hizo lo que cualquier otro hubiera hecho, observar. Observó rogando que la imagen no se le olvidará jamás, porque los mofletes del más joven estaban inflamados y ocultaban en su interior su húmedo miembro. Lo alejaba de su interior y volvia a capturarlo, ya estaba despierto, su miembro ya estaba de pie.

—Creces muy rápido —festejo Tyler.

Josh no podía más que pedirle a su cuerpo que no explotará aún porque todos su sentidos se estaban activando, su tacto no dejó de buscar la cabeza del más joven acercandolo más, sus ojos no podían sino seguir su añinado rostro, y juraba que estaba percibiendo el sonido húmedo de sus labios.

Estaba perdido, estaba en algún otro lugar porque no podía ser ésto real, era demasiado para un pobre diablo como él, tener a un ángel entre sus piernas. Estaba en un cielo diferente, y le gustaba este lugar.

Pronto, sintió al menor elevarse, lo sintió acariciarle el pecho y descubrir sus labios con una sonrisa.

—De donde yo vengo somos muy ruidosos —se disculpo. Tomó su rostro profundizando un beso, luego se alejó. —Quiero una canción.

VOICE // JoshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora