5 (A)

570 58 151
                                    

— Señor, ¿A dónde vamos?

El pequeño pelirrojo muestra un par de dientes ausentes y ha pronunciado Sennor.

Los pasos de Tyler son rápidos, lo que obliga al pequeño niño a correr tras él tambaleante entre el conglomerado vecindario. Es una calle poblada, incluso cuando no lo recuerda siente un poco de apatía hacia el pequeño y se aleja con más velocidad. El pelirrojo no sé da por vencido, aún si es más pequeño sigue los pasos del alto asustado por ver tantas personas alrededor suyo, con pesar, llega a sus pantalones, sujeta una pequeña parte de la tela y se aferra al más alto.

Tyler se detiene, siente impotencia en esté momento. Su amigo, Brendon, a huido luego de conseguir el permiso del hospital, a sacado al niño casi a rastas del lugar y haciéndole entrega de un diminuto pedazo de papel con una dirección mal escrita, lo ha enviado con el niño  a comprar ropa. 

— ¿Señor? —pregunta el niño, Sennor. Una mota pelirroja aferrada a su pierna. — ¿Mí tío, dónde está?

Resoplando, insistiendo que el nombre de sus problemas es Brendon, y no éste pequeño. Lo toma en brazos con cuidado elevándolo hasta su altura. 

— Tú tío nos ésta esperando en la tienda, vamos a comprarte algo de ropa.   

— ¿Por qué? — Po que 

— Porque Brendon te quiere mucho. 

No está lejos, dos cuadras más y su trabajo habrá terminado. Trabajo, cuanto desea Tyler tener un trabajo, últimamente el sentido de independencia lo seduce cada vez más. Un trabajo lo mantendría lejos por horas y al volver a casa la distancia alijaría asperezas con su madre. Esto funciona con las parejas con la familia es igual, a medida que creces no te distancias de tus padres porque dejes de amarlos es solo el sentido de independencia, es el confort de la distancia. 

— Josh me quiere mucho también.  —es la voz del niño muy clara y fuerte. Está a la altura de su hombro, aferrado de su cuello. 

Será que a Brendon le va tan bien con el restaurante que sacará por fin a su hermano del Hospital. Tal vez comprar ropa para el niño es el inicio del cambio.  ¿Ahora qué todo terminaría, sé llevaría a Josh a Europa? Son preguntas  que se hace Tyler en estos momentos.

— ¿Qué le pasó a Josh?  —pregunta de pronto Tyler.

No lo sé  había dicho Brendon Nadie sabe que le pasó.

Es consciente de que habla con un niño de cuatro años, que no pronuncia bien la R ni la S, mucha información no espera recibir, pero se sorprende con la respuesta del infante. 

— Papá ésta enojado porque el malo murió.   

— ¿Él malo?

Bum Bum —dice el niño.

La meta está próxima, a está distancia puede distinguir miles de globos que se elevan al cielo, multicolores, de distintas formas, grandes y pequeños. El olor a caramelo derretido y chocolate llegan a su sistema.  

Distingue a Brendon en la entrada del lugar, su traje oscuro lo hace sofocarse bajo el sol y oculta sus ojos bajo unos anteojos oscuros. Baja al niño de su hombro sin dejar de sujetar su pequeña mano mientras sus pasos atraviesan la autopista, sus ojos capturan los globos en el aire, son muchos y se ven muy hermosos en el cielo, oye las palabras que repite Enrie frunciendo el entrecejo más pronunciado a cada segundo Bum bum  recuerda eso, ese sonido húmedo como ensalivado, Bum bum en el cielo un par de globos han explotado Bum bum como si alguien hubiera disparado.  

VOICE // JoshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora