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La señora Joseph está sentada frente a su hijo, acompañada de un frondoso libro que sujeta peligrosamente entre manos, entre sonrisas pacificas y miradas de advertencia estudia al individuo que los acompaña está tarde con incomodidad, realmente no pensaba volver a verlo desde la última vez.

El joven jamás había sido de su aprobación y nunca conseguirá las referencias para alcanzarlo, no estaba nada agradecida con ésta visita, más aún con las recientemente llamadas que estuvo recibido su hijo. No tenía duda alguna de que estaban relacionadas.

— ¿Y bien? ... — el castaño está sentado junto al muchacho de su edad. - ¿Qué te trae por aquí? ¿Por qué ahora, después de tanto tiempo?

Tyler no es impaciente pero observar a un viejo conocido produce curiosidad natural, algo que lo obliga a compartir su ansiedad. El muchacho toma aire, se pone de pie tan rápido que el libro de la mujer por poco cae al suelo de la impresión.

— Tengo grandes noticias —exclama: -¡He abierto un restaurante!

La exclamación ha sido precipitada tanto que el castaño responde igual de efusivo que éste.

— ¡Quiero visitarlo! —exclama Tyler.

— Está muy cerca de aquí, ven conmigo. —con rapidez, el joven lo coge de la muñeca intentando llevárselo consigo pero algo los detiene. Alguien.

— Alto ahí, Brendon.

Su madre ha escuchado la noticia y su semblante sigue siendo el mismo.

— ¿Eso es todo? —pregunta. — ¿Dos años sin saber de ti y solo eso tienes que decir, niño?

— Ahora soy casi un empresario, señora.

— ¿Los juegos de teatro terminaron por agotarte?

— También agotaron a su hijo. —dice— ¿Verdad Tyler?

La mujer se ha puesto de pie, y Tyler ligeramente le suelta de la mano. Se inclina hacia él. -No es buen momento, tengo mucho que preguntarte pero vuelve otro día. -le susurra.

— ¿Qué susurras? —interrumpe su madre.

— Solo le pido que nos visite otro día.

— Es una lastima cariño, yo no quiero verlo más. -dice ella.

Las excusas de Brendon quedan al aire y por el rostro de los tres saben que está simple velada a llegado a su fin.

— Nos vemos luego, amigo.. —dice Brendon. Y luego vuelve- Siento injusto que yo este congelándome el trasero en la cima del éxito mientras tú estas aquí encerrado como un bebé en pañales. Un abrazo no nos compromete, ¿Verdad? -hace alusión a la religión de Tyler y éste lo abraza de todos modos.

El resto de la tarde hasta el oscurecer la pequeña familia pasa una cálida velada en compañía de viejos recuerdos y más visitas de desconocidos. Llegada la hora de ir a la cama, una llamada obliga a la madre a correr al teléfono antes que Tyler lo note.

La llamada la tranquiliza.

— Es Zack — anuncia con la mano sobre el teléfono. Tyler deja sus cubiertos y se inclina hacia ella.

— Quiero saludarlo —dice con ilusión.

— Cariño, Ty quiere hablar contigo... —conversa su madre por la linea telefónica.

— ..... —Zack no responde.

La mujer observa una fotografía de su familia frente a la pared, mientras Tyler sigue preguntando por su hermano. — Zack a perdido la llamada, cariño.

VOICE // JoshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora