Mi Ángel De Ojos Azules♥ (A Niall Horan Fanfic) {Editando}

CAPÍTULO 1...

                                                                           NOCHE FRÍA

Bueno... ¿Qué se supone que debería hacer primero? ¿Contar cómo llegué aquí y toda mi historia o presentarme? Creo que debería presentarme primeramente... Hola, yo soy ___(tn) y vivo en Monterrey, México, un lugar donde se imita la vida estadounidense, donde una simple playera estampada cuesta una fortuna, con el sol brillando potentemente sobre nuestras cabezas la mayor parte del año, y donde un kilómetro de distancia de mi casa hasta la escuela, se convierte en una hora de camino en auto entre la infestadas calles de la Ciudad, siempre he vivido allí, pero nunca me he sentido a gusto, no sé la razón exacta, tal vez sea el calor extremo, o solamente que mis facciones no encajan con las del resto de la población. No sé...

Listo, me he presentado ¿qué opinan de mi nombre por cierto? Lindo ¿no? Mis padres lo eligieron, pero esa es otra historia que no contaré hoy. Ahora vamos directamente a lo que quiero hacer de mi vida, la historia de cómo, con esfuerzo, sangre y sudor, logré mis metas en la vida. Mi sueño es conocer a esos 4 maravillosos ingleses y a ese hermoso irlandés, el cual, debe admitirlo, es mi ángel, mi príncipe azul y todo lo que pueda desear. Me encanta One Direction, es más, la palabra "encantar" lamentablemente no es suficiente. Son mi vida, mi mundo, mi Todo. Me habían salvado, habían reparado mi corazón roto en mil pedazos, casi reducido a polvo. Fue por mi primer amor, bueno, ni siquiera podríamos llamarlo "amor" más bien "una pésima metida de pata" nunca llegué a hablarle, o al menos decirle un simple "hola", no podía, sus ojos me lo impedían, me resultaba imposible. Él era maravilloso, y lo amaba, pero supongo que... el destino no nos quería juntos. En resumen, él se fue dejándome sin nada, odiándome por haberlo amado, y detrozándome todas las entrañas. Pero eso no me impidió soñar. 

Además del sueño de conocer a mis 5 ídolos, tenía otro casi igual de grande, quería ser bailarina, quería ir a la gran manzana, a Nueva York  y bailar en muchas compañías y tal vez... Llegar a Broadway, algún día lo haría, lo lograría, estaba segura y nadie me lo impediría.

Había tomado clases desde los 12 años. Fue el primer día de clases de mi primer año en secundaria, donde descubrí que esa era mi pasión, que había sido creada para bailar. Era obligatorio tomar una clase extraculicular, y cuando bajé la vista por la circular que habían mandado a mis padres, me detuve de inmediato en la palabra "Jazz". Sin embargo, no pasé la audición, pero mis padres ma apoyaron llevándome a una escuela particular de ballet, jazz y gimnasia. Todo se volvió muy serio para mí, quería hacer de esto algo gigantesco, quería hacer una maravillosa carrera a partir de tres horas de entrenamiento al día ¿tenía las herramientas? Sí, más que nunca. Estudié todo lo que pude y nunca paré, de repente, en un abrir y cerrar de ojos, de clase en clase, de presentación en presentación, de herida a herida, día a día, mes con mes y año con año... ya estaba preparada.

Fui a la Universidad para salir con una Licenciatura en Ballet Clásico. El ballet no era muy fuerte, pero lo que pasa es que el hip hop,que sin duda era lo mío, no se cosideraba oficialmente un arte, por lo que no había carreras establecidas, jamás podría alcanzar un título con eso ¿la razón? falta de cerebro en la estúpida comunidad.  Fueron 6 años... 6 años de 8 horas diarias practicando ballet con desgarres musculares, ampollas y dolor. Pero lo había logrado, había hecho realidad mi sueño.

Apenas lo podía creer cuando lo primero que pensé al salir de esas puertas fue: "¿qué sigue?". No perdí tiempo, y conseguí un buen agente. Dicen las personas que el mejor agente eres tú mismo, pero no podrías pertenecer a una agencia de talento sin un agente. En fin, éste aceptó a regañadientes mi talento, y me consiguió en trabajo en Nueva York.

Todo avanzaba justo como esperaba, me mudé a Nueva York, y me sentía como la manzana en el naranjo. Comencé a actuar en una compañía que tenía un teatro, con funciones cada noche, me ofrecieron un gran contrato de 9 meses, era simplemente maravilloso. Toda la gente a plaudiendo en tu acto, el glamour de la Ciudad, los ensayos en la madrugada, las presentaciones a altas horas de la noche, el sonido de la tarima al recién aterrizar de un salto, el eco cuando el Teatro estaba solo... Cada pequeña cosa de allí, era perfecta ante mis ojos.