La visita a mis padres fue estupenda, sin embargo fue algo rápido. Pensaba en que extrañaría a mis padres mientras me despedía de ellos en el aeropuerto. Odiaba las despedidas sinceramente.
- Adiós – me despedía de ambos y les di el más fuerte abrazo de un “hasta luego” o “hasta pronto” que pude. Pero debía pensar que no era un adiós definitivo.
- Te vamos a extrañar mucho amor – dijo mi padre mientras me devolvía mi abrazo, más fuerte que casi dolía.
- Aún no me voy y ya dicen que me van a extrañar – solté una risilla, tratando de alivianar las cosas – Los visitaré pronto, lo prometo.
De repente, una voz femenina anunció mi vuelo.
- Adiós - me despedí de nuevo y les repartí un beso a cada uno.
- ¡Me avisas la fecha de la boda! – gritó mi madre y yo solo agité la mano, tratando de que se callara, pero era inútil. De todos modos ya me iba.
Era muy extraño como me sentía ahora, no estaba ni triste, ni feliz, era como estar flotando en una lugar intermedio. Por un lugar, me sentía triste por alejarme de mis padres de nuevo, y por otro lado, estaba demasiado feliz e impaciente por regresar con Niall. Cuánto me hacían falta sus besos, eran como una droga irresistible.
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Bajé del avión y lo primero que hice, incluso antes de asegurarme de recoger mi equipaje, fue buscar a Niall con la mirada, inútilmente, ya que la cantidad de gente allí, siempre era impresionante y ¿qué era Niall? Solo una cabeza rubia más entre la multitud.
Recogí mi equipaje.
Gritar su nombre no serviría de nada, solo para dejarme sin voz. Caminé hacia al frente con la esperanza de toparme con él. Después de un rato de estar caminando en línea recta, entré a la parte donde estaban las cafeterías, el detector de metales y los registros. Me puse de puntillas con la maleta en la mano, tratando de encontrarlo. Mi inútil búsqueda solo hacía que lo extrañara más y anhelara más su tacto.
Estaba allí, parado, con la mirada perdida entre la multitud. Traté de llamar su atención agitando las manos. Lo logré y cuando me vio, su mirada se iluminó como nunca jamás había visto. No soporté más y comencé a correr hacia él, él hizo lo mismo. No nos importaba destacar en este momento, bien podríamos haber fingido compostura y llegar caminando como lo haría la gente normal.
Solo faltaban unos centímetros. Me lancé a él y lo rodeé con mis brazos. Nuestro abrazo fue rápido para que luego él si inclinara sobre mí y nuestros labios se encontraran.
No puedes entender el sentimiento y mucho menos describirlo en simple palabras. No lo entiendes hasta que te pasa.
- Hola – dije separándome un poco de él, para poder contemplarlo. Un mechón de pelo se salió de su lugar y él lo acomodó detrás de mi oreja.
- Te extrañé amor – esbozó una de sus sonrisas encantadores quitadoras de aliento.
- No es necesario que lo digas, te extrañé más.
Puso su mano en mi espalda y me atrajo hacia él para besarme la frente.
- ¿Cómo estás? – pregunté.
- Bien, excelente – asintió ligeramente con la cabeza – con una nueva novedad…
- ¿Qué?
- Aquí no… hay demasiada gente
- ¡Lo siento agente 007!
- ¡Es sorpresa! – me dirigió otra de sus “miraditas”.
- Niall ¡Por el amor de Dios!
- Se que estas harta de las sorpresas – miró a su alrededor y luego añadió en un murmullo – pero quién sabe dónde podríamos acabar si alguien nos oye…
Llegamos por fin a la Range Rover que estaba estacionada en el segundo piso de estacionamiento. Subimos mi maleta a la cajuela y luego nos subimos al auto.
- Y cuéntame más ¿cómo estuvo el viaje?
- El viaje espantoso, vértigo, migraña, dolor de estómago, pérdida de conciencia…
- ¿Pérdida de conciencia? – exclamó abriendo los ojos como platos, como si estuviera hablando de un encuentro paranormal.
- Algo así yo que sé – me encogí de hombros – mi visita, en resumen, muy bien. Les platiqué sobre ti, y les costó trabajo creerlo ¿sabes? – rió – es curioso pensar que todo lo que fantaseaba, se ha vuelto realidad…
- No curioso, maravilloso – aclaró, mirándome con sus hermosos ojos.
- Mi madre se mostró muy comprensiva con el asunto de haberme mudado, ya sabes, antes eso se consideraría un tabú, pensé que me lograría una orden de restricción – ambos estallamos en carcajadas.
- Creo que tuvimos suerte
- Deberías haber visto mi cuarto – dije.
- Ah – dijo Niall, y pegó la cabeza al volante, tratando de contener la risa de nuevo - ¿no te resulta extraño tener a tu novio pegado por todos lados en tu habitación?
- En realidad no, porque sigues siendo ese chico de One Direction, el chico que se robó mi corazón, él aún sigue allí, y seguirá por siempre
- ¡Hola, soy Niall Horan de One Direction! – dijo exactamente como lo hacían en las entrevistas.
Aún rio cuando Louis dijo: “And I’m Jennifer”
- Exactamente – contesté.
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Mi Ángel De Ojos Azules♥ (A Niall Horan Fanfic) {Editando}
FanfictionSolo era una chica ordinaria. Algo solitaria, con una triste historia oculta en su interior, y que nadie excepto ella conoce y siente. Toda la vida había estado buscándolo, pero el amor, esa persona especial, nunca llegó. Toda esperanza estaba perdi...