CAPÍTULO 92 2/3...

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N a r r a : ___ (tn)

- ¡MALDITOS TRAIDORES! ¡MALDITOS DESCEREBRADOS HIJOS DE PUTA! ¡ME LAS VAN A PAGAR! ¡MALDITA SEA! – los gritos de Jane resonaban y rebotaban a través de las quebradizas paredes del edificio.

Sonreí ampliamente. Raziel se percató de ello y soltó una risa satisfactoria.

Kandell, Rostie y Kayden cerraron la puerta de la nueva prisión de Jane de un fuerte golpe. Sus gritos se silenciaron repentinamente y el trío comenzó a dirigirse a la planta baja del hotel abandonado.

- Creo que nuestro viaje por aquí ha terminado. – dijo Raziel, me tomó dulcemente de la mano y comenzó a conducirme hacia las estrechas escaleras que descendían hacia el piso número once.

- ¿En serio? ¡Qué alivio! – exclamé completamente agradecida, ese lugar comenzaba a enfermarme de nuevo rápidamente.

- Parece que muy pronto podrás regresar con Niall al Hospital.

Raziel se detuvo en seco, ajustó un poco su sudadera gris a su delgado y blanquecino cuerpo. Cruzó los brazos y se recargó en la pared que se encontraba justo a un costado de las escaleras. Su expresión facial cambió de repente: sus ojos ya no mostraban satisfacción, no mostraban alegría por haber hecho justicia final en todo este drama de Jane. En cambio, ahora parecía que un mazo gigante del tamaño de un elefante le había golpeado la cara. Sus labios se encontraban inconscientemente curveados hacia abajo, sus ojos estaban humedeciéndose poco a poco, sus cejas estaban caídas y sus pómulos habían perdido el poco rubor que alguna vez habían poseído. Mi corazón se me retorció dolorosamente en el pecho. Raziel era un ser preciosísimo, verlo triste y destrozado de aquella manera era un crimen inconcebible.

- Raziel, ¿qué tienes? – pregunté mientras trataba de deshacer el nudo en mi garganta.

- Este viaje está a punto de tocar su fin – susurró y clavó sus oscuros y llorosos ojos en sus sucios tennis deportivos blancos.

- Lo sé, Raziel. Pensé que eso era algo bueno.

- Lo es… Para ti.

- Creo que no comprendo lo que estás diciendo.

El chico se llevó la manga de su sudadera a los ojos y removió el exceso de agua que se acumulaba en ellos.

- Es  bueno para ti porque regresarás con Niall finalmente, podrás hacer justicia con Jane, podrás contarles a los jueces de un tribunal tu teoría única, podrás casarte con Niall en cuanto él esté recuperado, podrás triunfar como bailarina otra vez – explicó calmadamente y en ningún momento me dirigió la mirada – Luego de este viaje ya no podrás verme como lo has estado haciendo, volverás a tu estado normal de ceguera, volverás a fingir que eres sorda para mis palabras, volverás a vivir como si alguien no estuviera caminando a tu lado las veinticuatro horas del día… Volveré a ser un maldito fantasma. Pero no te culpo. Las cosas siempre han sido así, y siempre lo serán.

- Pero… - comencé, pero no tardé en percatarme que me había quedado sin palabras.

Me acerqué a mi ángel guardián y lo rodeé con mis brazos. Enterré mi cabeza en su pecho e inhalé su aroma. Él sumergió su cabello en mi cuello y sentí a sus lágrimas resbalar con delicadeza a través de mi piel.

- Nunca quise hacerte daño, Raziel. Nunca jamás podría hacerlo, al menos no a propósito. Te pido perdón, perdóname, Raziel. – las cálidas lágrimas comenzaron a desbordarse de mis ojos y, en poco tiempo, ambos estábamos llorando en silencio por algo que yo ni siquiera lograba comprender a la perfección.

Mi Ángel De Ojos Azules♥ (A Niall Horan Fanfic) {Editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora