Mi Ángel De Ojos Azules♥ (A Niall Horan Fanfic) {Editando}

CAPÍTULO 55...

- ¡Niall sujétale las manos! – gritó Alan y Niall obedeció temblorosamente.

Fue corriendo hacia la caseta y trajo un par de esposas, se las puso al sujeto, que para mi sorpresa no se resistió en ningún momento.

- Ahora siéntate en sus piernas – Niall y yo nos sentamos como Alan nos indicó, sobre sus piernas para que no pudiera escapar.

De no tener ese grueso pantalón apartándome de su piel, no habría sido capaz de colocarme sobre él. Una repugnancia me inundaba, el simple hecho de pensar en que una persona fuera capaz de hacer algo así… me resultaba completamente inaceptable y horrendo. No solo el hecho de pensar lo que hizo… me atormentaba mucho más el hecho de pensar en qué nos podría haber hecho, de no haber despertado a Niall esa misma noche, de no haber sido tan atenta.

Seguía temblando completamente de pies a cabeza, sentía como me mareaba y el lugar comenzaba a darme vueltas, no reducía, al contrario, cada vez parecía aumentar más de velocidad, era insoportable, no entendía como seguía consciente en ese momento. Apenas podía respirar, simplemente… no estaba bien.

- Llamaré a la policía – anunció Alan llevándose la mano a la frente, después de haber reflexionado innecesariamente esa acción tan obvia y necesaria.

Lo más extraño de todo era que el sujeto no hablaba, ni siquiera estaba luchando, solo se rindió, como una gacela ante un fuerte e invencible león, y recargó al cabeza contra el asfalto.

- ¿Estás bien ___(tn)? – me preguntó Niall, de espaldas a mí.

- Asustada, me… me duele el corazón – comencé a toser, hablar supuso un enorme esfuerzo para mí, me quedé sin aire y me dolieron los pulmones al volver a respirar. Traté de recuperar el aire.

- ¿Necesitas ayuda? – se veía en su rostro que se aventaría de un acantilado por mí, quería ayudarme, pero si se quitaba de allí, el sujeto sin duda escaparía. Tal vez era débil, pero no tonto.

- Puedo esperar… - me limité a responder y cerré los ojos esperando que todo estuviera bien.

La policía no tardó en llegar.

- ¿Están todos bien aquí? – preguntó el oficial, entrando por la reja, corriendo. Parecía Batman ayudando a los necesitados en un callejón sin salida.

Niall y yo asentimos pesadamente con la cabeza mientras Alan dejaba que los policías se encargaran del sujeto. Dos de ellos nos lo quitaron de encima, lo agarraron y lo arrojaron a la patrulla. Una vez dentro, uno de ellos le arrancó el pasamontañas de un tirón que nos impedía ver su maldito rostro… No podía ser, no podía ser ¡No! Pude haber evitado todo esto ¡pude haberlo evitado! ¡Yo!  ¿Cómo es posible?

- ¿¡Jane!? – exclamamos al unísono al ver el cabello castaño oscuro de esa mujer y esos malditos ojos verdes mirando al piso de la patrulla. Era definitivo, estaba a punto de desmayarme, el simple hecho de ver esa figura allí era… insoportable. Perdí el equilibrio, pero Niall alcanzó a detenerme antes de azotar en el piso.

- Ey ey ¿Estás bien? ¿No necesitas una ambulancia? – preguntó el oficial, haciendo ademán de acercarse a mí, pero sin embargo, no lo hizo.

- No señor oficial, estoy bien – dijo jadeando.

- ¿La conocen? – señaló con el lapicero que traía en la mano a Jane, que estaba en la patrulla con la cabeza gacha.

- Sí – respondió Niall tratando de aclarar sus ideas – es, la mucama de mi casa – se mordió fuertemente el labio, tan fuerte que casi hacía brotar sangre de él.

- ¿Saben cómo entró? – el oficial comenzó a tomar nota de nuevo.

- No oficial – respondió Niall – cuenta con la llave de la casa, pero primero tuvo que haber pasado por la caseta y Alan no la abría dejado pasar.

- No vi nada, para ser sincero, no tengo la menor idea de cómo pasó – dijo Alan, negando con la cabeza, podía ver que estaba apenado por lo que había pasado. Ya que su trabajo era protegernos, a mí y a Niall, y esta vez había fallado de la peor manera.

- ¿Su relación era buena? – preguntó el oficial, dirigiéndose a Niall y luego a mí. Dirigiéndome una extraña mirada que no supe cómo interpretar. Sentí mariposas en el estómago ante esa pregunta.

- Para mí sí – asintió Niall.

- Para mí no – admití por fin.

Tuve que contar lo que pasó esa tarde… una simple conversación me había dado todo a entender, que esa chica no era buena, que tenía lago oculto en su interior, que sabía disimular perfectamente las cosas, que algo tramaba detrás de esos verdes ojos.

Pero Niall nunca había sospechado nada, nunca se imaginó la gota que derramaría el vaso esta noche. Y lo comprendía a la perfección.

- Bueno muchachos – dijo el oficial, cerrando la libretas de notas de golpe – no creo que hagan falta más pruebas, con esto es suficiente para inculparla  y que esté en las rejas por un buen rato. No es necesario llevar esto a juicio… - miró fijamente a Niall con semblante severo – Respecto al secuestro de hace unos meses – me estremecí terriblemente - ¿crees que Jane esté involucrada?

- En realidad no…no… no tengo idea, puede ser que sí, o tal vez no.

- Los mantendremos al tanto de todo señores

- Gracias oficial

- Es todo, mantengan la calma y si pasa algo, no duden en contactarnos, estamos para servirle – dijo el apuesto oficial.

- Sí oficial – respondió Alan firmemente.

La policía se retiró y el oficial se retiró.

Solo vi la patrulla irse, y a Jane sentada en la parte de atrás, evidentemente destrozada y callada, con la cabeza gacha, sumida en sus propios sentimientos. Tal vez pensando en lo que le esperaba, tal vez arrepintiéndose de todo esto…