Mi Ángel De Ojos Azules♥ (A Niall Horan Fanfic) {Editando}

CAPÍTULO 40...

- Adiós Stephen, fue un gusto – dijo Niall al tiempo que estrechaba su mano.

- Adiós Stephen – me despedí igualmente al salir del restaurante

- Fue un gusto – respondió él amablemente con una sonrisa

Niall y yo subimos corriendo a la Range Rover y nos dirigimos a casa…

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Lo único que puedo decir es que fue la noche más maravilloso de mi vida entera. No lo digo solamente por lo que sucedió después de llegar a casa, sino por absolutamente todo, las cosas que conversamos, las hermosas palabras, cada beso y caricia, no me quedaban dudas que me amaba, más que a nada, y yo lo amaba, incluso más.

Desperté con Niall a mi lado, con su pelo totalmente alborotado, como más me gusta. La luz del sol se filtraba por entre la cortina de nuestro cuarto, y la evidencia de la noche anterior por todo el cuarto, sin querer, primero que nada pensé en la maldita de Jane, debía limpiar o al menos ordenar esto, antes de que ella lo hiciera.

Me vestí y Niall despertó.

- ¡Buenos días! – dije cuando abrió sus lindos ojos.

- Buenos días – respondió con una adormilada sonrisa.

- ¿Qué hora es?

- Las Ummm… - se fijó en el reloj de la pared – 8:00 am

- Lo siento pero necesito llamar a mi madre, la diferencia de horario es de 6 horas – busqué mi bolsa y encontré mi celular

- ¿Estás segura de que va a entrar la llamada?

- No, no sé – dije, dándome cuenta de que nunca lo había intentado.

- ¿Quieres usar mi celular? Está en la mesa, aquí – lo tomó y me lo entregó.

- ¿Funcionará mejor que el mío? – era totalmente obvio que la última tecnología de Niall era mejor que lo mío, pero quería hacerme la difícil.

- Obvio – dijo con una risilla y esbozando una sonrisa pícara.

- Te odio

- Te odio igual

Salí del cuarto para dirigirme al patio trasero donde habría más señal.

- ¡Suerte! – gritó Niall desde el cuarto

- Eso espero… - murmullé

Mientras me dirigía abajo, muchas cosas cruzaban mi mente. ¿Estaría enojada por no haberla llamado? ¿Qué pensaría? ¿Cómo diablos le diría lo de Niall y yo? ¿Me creería? A duras penas podía recordar su nombre, lo cual me extrañó muchísimo. Mi madre se llamaba Sarah y mi padre Matt.

El aire frío del exterior me despegó y aclaró mis ideas un poco. Me senté en la banca que estaba junto a la jardinera. Respiré muy hondo, y marqué temblorosamente el número de mi casa, bueno… mi antigua casa.

(Llamada)

- ¿Bueno? – contestó una voz femenina al tercer timbre.

- ¿Mamá? – se me hizo un nudo horrible en la garganta al oír su voz de nuevo, y unas lágrimas comenzaron a acumularse en mis ojos.

- ¿___(tn)?

- ¡Hola mamá! – una pequeña lágrima resbaló por mi mejilla.

- ¡___(tn)! ¡Hola! Hijita ¿por qué no me habías llamado? Estaba muy preocupada por ti… - dijo mi madre con una nota de nostalgia en su voz.

- No sé mamá… no sé – el nudo en mi garganta se deshizo solo un poco – te extraño mamá.

- Yo también ___(tn), yo también y ¿qué cuentas? – mi mamá era de esas personas que por más tristes que estuvieran, seguía haciendo bromas y tratando de animarse.

- Bueno… he seguido trabajando en el club y todo eso, ya sabes ¿cómo está papá?

- Muy bien gracias a Dios, obtuvo un ascenso y trabaja en otro restaurante, planea poner el suyo propio pronto

- ¿En serio? ¡Mamá eso es genial!

- Pero ¡cuéntame más! No hemos hablado desde hace… ¡6 meses!

- Ya sé, pero no era mi intención mamá, no sé por qué lo hice – bajé la cabeza y esperé su respuesta.

- Estoy muy orgullosa de ti hija, no tengo nada que perdonarte.

- Te quiero mamá – dije, y solté una risilla de alivio.

- Te quiero igual – alcancé a escuchar una ligera risa de su parte.