ღ N a r r a : ___ (tn)
Simplemente no podía creer que me hallaba de vuelta... ¡Parecía haber olvidado tantas cosas de este mundo tan aparentemente nuevo para mí! El olor a alcohol medicinal del Hospital Red Line Emergency, el constante y perturbador pitido del medidor de latidos de la habitación, la sensación de los rizos de Harry tocando tu piel con suavidad, la sensación de seguridad y calidez que te brindaban los profundos ojos marrones de Liam, la sexy manera en la que Zayn se retocaba el cabello tan inconscientemente, la felicidad y diversión que me causaba el simple hecho de ver al pequeño monstruo de Louis realizar cualquier tontería sin valor... El sabor de los besos de Niall en mi cuello y en mis labios. Ésta última ya casi había desaparecido, lo cual era demasiado atemorizante. ¡Me parecía haberme ido por décadas! Tal vez fue por el simple hecho de tener que asimilar tantos acontecimientos y revelaciones en un lapso de tiempo tan reducido.
Ahora que lo pensaba con más detenimiento, todo esto sonaba bastante absurdo y, al mismo tiempo, tan increíblemente real y tangible. Podía recordar con más claridad el olor a muerte que emanaba del hotel donde Kayden, Kandell, Rostie y Jane me habían hecho su prisionera, las suaves y puramente blancas plumas de las alas de Raziel, las corrientes de agua helada que chocaban contra mi abdomen mientras nadaba hacia la superficie del Mar de los Sueños, completamente sola, momentos antes de encontrarme de vuelta en esta habitación.
Todo era tan difícil de meter dentro de mi cabeza. Tal vez debería de dejar de vuelta al asunto y concentrarme mucho más en lo que estaba a punto de hacer.
Me acerqué hacia el cuerpo casi inerte de mi príncipe, Niall. Podría decirse que estaba prácticamente muerto, sus mejillas carecían de rubor y sus labios estaban tres tonos de rosa más debajo de lo normal. De no ser por el pitido casi insignificante que indicaba los latidos de su corazón, me echaría a llorar ahí mismo, lamentando su partida de este mundo. Pero no era el caso, él estaba vivo.
Llegué hasta el borde del colchón, me sostuve de él y me monté con cierta dificultad sobre la suave y alta cama para pacientes de la habitación. Me quedé muy cerca de él un rato, preguntándome si él me estaría extrañando del mismo modo.
"Probablemente, sí", me respondí a mí misma.
Al poco tiempo, me decidí a sentarme sobre su regazo muy delicadamente. Mis piernas se encontraban a cada costado de su cuerpo... Mis brazos estaban sosteniendo mi propio peso, agarrados fuertemente de cada borde del colchón.
- ___ (tn)... Sólo, ten cuidado. Por favor - oí decir a Liam, pero sus palabras fueron procesadas con dificultad en mi cabeza y tardaron en ser asimiladas.
Estuve a punto de caer y de lastimar accidentalmente a Niall. Comencé a pensar que esto tal vez no era tan buena idea como lo parecía al principio.
- Sí - respondí como pude, dudando si Liam en realidad me había escuchado.
Niall era tan hermoso.... No podía esperar más para este momento. Lo había extrañado como no sabía que se podía extrañar a algo o a alguien.
Me aseguré de estar bien sujeta y, entonces, comencé a acercar mis labios a los suyos. Cerré mis ojos y esperé poder revivir esa sensación tan maravillosa que me embargaba cada vez que besaba sus labios y gozaba de cada ligero movimiento que éstos hacían dentro de los míos. Apreté fuertemente las sábanas sobre las cuales yacía Niall. Encorvé mi torso sobre su cuerpo y cambie mis manos de posición para poder acariciar su frágil cabello. Abrí mi boca, nuestros labios de rozaron muy levemente y, segundos antes de concluir mi movimiento en un beso, escuché como si alguien hubiera tomado una enorme bocanada de aire: como cuando pasas mucho tiempo sumergido en el agua de una piscina y sales por fin a la superficie.
ESTÁS LEYENDO
Mi Ángel De Ojos Azules♥ (A Niall Horan Fanfic) {Editando}
FanfictionSolo era una chica ordinaria. Algo solitaria, con una triste historia oculta en su interior, y que nadie excepto ella conoce y siente. Toda la vida había estado buscándolo, pero el amor, esa persona especial, nunca llegó. Toda esperanza estaba perdi...