CAPÍTULO 79...

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                                                                                     NIALL

 Este dolor era indescriptible. Sentía algo.... pero no sabía de qué se trataba. Se extendía lentamente por mi cuerpo, quemándome la piel, rasgándo cada parte de mi interior, como si una bala hubiese sido disparada por la planta de mi pie y hubiese continuado de camino hasta mi cabeza, esfumando y aniquilando todo lo que se le interponía en su misión... Matarme, de la peor manera jamás imaginada.

Era algo que simplemente no podía describir. A veces punzante, palpitante, a veces agudo, crudo, a veces seco, arrebatador, no importaba la sensación, siempre era doloroso. Y lo peor de todo era que aún no moría. Tal vez estaba imaginando cosas, tal vez este dolor era producto del propio miedo de mi mente, mi cerebro me jugaba trucos sucios... O tal vez todo era completamente real, y estaba a un paso de caer por el precipicio.

Me senté en la taza del baño, tratando de recuperar el aliento que había perdido al expulsar aquel líquido desde el fondo de mi cuerpo. Lo sentía, sentía a mi estómago contraerse, tratando de sacar lo que me estaba matando, pero no podía. No podía porque al parecer no encontraba nada más. Hasta él estaba confundido. La cabeza me daba vueltas, no podía fijar la vista, ya que en cuanto lo hacía, las naúseas volvían, mis ojos replicaban e inconscienteme mi cabeza se volvía a la tasa blanca. Tenía hambre, pero no deseos de comer. 

Traté de ponerme en pie, pero mis piernas se rehusaban a obedecer, o tal vez les resultaba imposible escucharme. Se debilataban segundo a segundo. No quería que nadie me viera en estos momentos, era una auténtica alma en pena, cumpliendo su condena, en silencio, sufriendo, sollozando, apartándose, escondiéndose. La vergüenza tomaba posesión de mí. Me sentía como un maldito mounstruo, una criatura poseída por un demonio, sentía que perdería el control de mí mismo en cualquier momento. Me desplomaría justo donde estaba, en mi lecho de muerte. Y luego... Mi corazón dejaría de palpitar por fin, y todo terminaría, todo se acabaría  y no tendría que sufrir más. Era imposible, hace unas horas, estaba sonriendo, estaba riendo con mi razón de ser, y ahora, solo unos momentos más tarde, morir era mi único deseo. Suena muy sencillo. Tal vez demasiado sencillo ¿no?

Agonizando... Era insoportable, solo quería que acabara. Incluso si debía soportarlo en su punto máximo solo unos segundos más.

Desgraciado y solo... Así moriría.

Me gustaría que ___(tn) estuviera aquí, para consolarme, para mirarme con sus infinitos ojos, para recordarme porqué seguía vivo y no había ya acabado con mi vida.  Pero agradecía por otro lado que ella se encontrara muy lejos, al menos se salvaría del calvario que suponía verme así.

El baño se convirtió en mi celda, las paredes comenzaron a cerrarse, el oxígeno se acabó rápidamente y las llamas se levantaron para envolverme... Cerré mis ojos... "Sal de aquí, sal de aquí, sal de aquí ¡SAL YA! ¡VETE! ¡HUYE!" gritaba sin emitir sonido alguno, reprimiendo un grito de agonía.

¿Es así como se sentía la muerte?

De repente, entre las llamas, un sonido sordo proveniente de mi espalda rompió la jaula, y me sacó de mis profunos pensamientos.

- Niall - llamó Zayn desde la sala tocando la blanca puerta del baño - ¿Estás bien?

Me preguntaba mi estado.

- Espera - solo logré pronunciar una palabra, ni siquiera yo mismo entendí su significado, sonó más como un gruñido, un quejido gutural.

- ¿Niall?

La perilla giró lentamente y la puerta de abrió dejando entrar una ráfaga de viento. Zayn entró y pisó el azulejo del baño. Sus ojos cafés se congelaron ante tal escena. Solo se quedó allí, comtemplando mi cuerpo desecho con gesto desesperado, sentado en la taza del baño hecho un ovillo.

Mi Ángel De Ojos Azules♥ (A Niall Horan Fanfic) {Editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora