CAPÍTULO 72...

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- Te amo - confesé.

Me acerqué poco a Niall, y a sus hermosos labios, cuando por fin llegué éstos se juntaron, encontré el paraíso que hacía ya tiempo que añoraba. Sus labios se movían insesantes sobre los míos, provocándome leves escalofríos, sentía su aliento chocar contra mis pómulos acompasadamente, sentía su calor irradiándome, y apoderándose de mí, para poder llevarme más allá... Él era maravilloso, la manera de hablar sin palabras, la manera de mirar sin usar la vista...

Colocó sus manos en mi cintura y me atrajo más a él, hasta que nuestros cuerpos chocaron y se encendieron en fuego y mis manos se enredaron en su cabello, hambrientos, completamente expectantes. Pero había un problema, siempre había un problema, algo que siempre aparecía a esa misma hora en la mañana, nuestro peor enemigo, e imposible de derrotar... La rutina. Siempre era lo mismo, cada mañana maravillosa, las mismas cosas se repetían, como si no tuvieran nada mejor que hacer. Por más que me aferrara a Niall, por más que lo besara como si se me fuera a escapar de las manos en ese mismo instante, por más que confiara en que ese momento nunca acabaría y se prolongaría hasta la eternidad... Siempre terminaba perdiendo, por más que me esforzara por ganar la batalla, ella siempre terminaba venciendo. Tenía que despedirme, esas horribles palabras se negaban rotundamente a salir de mis labios, pero al final, siempre me vencían. Sus labios dulces se apartaban de los míos, me dejaban, su calor se convertía en hielo sólido al cruzar el umbral de la puerta, se llevaba gran parte de mí, poco con que sobrevivir en las siguientes horas eternas.

Pero luego él volvía, y todo quedaba en el profundo olvido de nuevo, como si nunca se hubiese ido.

- Te amo más - dijo soltando una risilla pícara.

- Niall sabes perfectamente que odio decir adiós - unas lágrimas traicioneras y casi imposibles de explicar con palabras se escaparon de mis ojos, pero logré detenerlas justo a tiempo.

- Yo también, pero solo es por un tiempo - acarició levemente mi mejilla con el costado de su mano - No nos estamos despidiendo para siempre ___(tn).

Su voz reflejaba dolor, un dolor profundo escondido en lo más profundo de su ser.

- Jamás podrás decirme adiós por siempre ¿recuerdas? Prometí que siempre estaría contigo, y no soy de las personas que rompen sus promesas ___(tn) Estaré en tu corazón - posó su mano donde se encontraba mi aflijido corazón, y la dejó allí, sintiéndolo latir, por un momento. Respiró hondo, y hundió su mirada en la mía con sus infinitos ojos azules - En cada célula de tí.

Sentí su cálida respiración chocando en mi cuello, y una extraña tranquilidad se apoderó de mí. Esbozó una perfecta sonrisa, como solo él lo sabe hacer. Su contacto tranquilizó mi ser en cierta manera, dándome a entender que, de algún modo, él nunca se iría, él nunca se marcharía, por más que lo intentara. No físicamente, sino del modo en que estábamos conectados.

- Tu estarás grabado en mi ser Niall - tomé su mano y la puse en su mejilla, cerré los ojos, hice a un lado todo lo que nos rodeaba - Por siempre.

- Por siempre... Por siempre es muy poco tiempo, no es suficiente...

Me incliné de nuevo hacia él. Sus labios cálidos se posaron de nuevo sobre los míos y yo rodéé su cuello con mis brazos. Apreté mis ojos, tomando una fotografía de ese momento para guardarla y admirarla el día entero. Me concentré en su respiración, en su aliento, y en sus labios de caramelo. Sus manos se posaron en mi abdomen.

- Desearía no irme - dije moviendo la cabeza mientras me mordía fuertemente el labios, conteniendo las lágrimas de nuevo, y considerando la posibilidad de faltar al trabajo. Pero no podía, mis compañeron de trabajo y Shon me necesitaban, no podía faltar solo porque la rutina ya me había hartado.

- Vamos ___(tn) no estés triste ¿si? ¡Yo te amo! Creo que... Debo irme o llegaré tarde con los chicos - dijo, y se alborotó un poco el cabello - Adiós, te amo mucho, mucho...

                                                                                   ***

MI pie flaqueó y azoté contra la madera pulida del escenario. Un dolor punzante se apoderó de mi tobillo, pero luego desapareció ante mi ligero masaje con mi mano.

- ¡___(tn)! ¿¡Qué te pasa hoy!? - me gritó Shon, al tiempo que paraba la música y todos los bailarines en escena me miraban con desdén y odio.

¿Qué me pasa hoy? Buena pregunta. Te lo contaré ¿Qué pasaría si solo faltaran dos días para el día más importante de tu matrimonio? ¿Para el día de tu boda? Era un sentimiento indescriptible, como si en cualquier me venciera y yo explotara. Mi mente no estaba aquí, aunque mi cuerpo sí lo estuviera. Lo sentía, sentía como ese día se acercaba cada vez más rápido, con paso decidido, hacia mí.

- Creo que me lo torcí - dije, reprimiendo una mueca de dolor.

Shon se mostró compresinble afortunadamente, y accedió a dejarme a salir antes. No sin antes prometerle que mañana estaría bien.

Cruzé el teatro, y abrí la puerta trasera girando la manecilla.

Una masa de ruidos, flashes, personas con trajes negros sosteniendo unas extrañas cajas negras se abalanzaron sobre mí como una estampida.

- ¡___(tn)! ¿Es cierto lo del matrimonio con Niall? ¿¡Qué pasará con la banda!? ¡___(tn)! ¡___(tn)! ¡___(tn)!...

Mi Ángel De Ojos Azules♥ (A Niall Horan Fanfic) {Editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora